El potente terremoto y el maremoto que devastaron el viernes el noreste de Japón han ocasionado más de 1.000 muertos y desaparecidos, según un balance de la policía y otras fuentes citadas esta noche por la agencia de prensa Jiji.
Al menos 384 persones habrían muerto en diferentes partes de Japón, de las que más de 200 se han encontrado en la playa de Sendai (noreste, prefectura de Miyagi) después del paso de una ola de más de 10 metros tras el terremoto de magnitud 8,9.
El número de desaparecidos se eleva a 707 y el de heridos a 947, según datos actualizados por la policía el sábado
Japón sufrió hoy el más intenso terremoto jamás registrado en el archipiélago, de magnitud 8,9, seguido de potentes réplicas y de un tsunami de 10 metros que dejaron centenares de muertos y desaparecidos y desencadenaron alertas de maremoto en los países del Pacífico.
La violencia del sismo ha sido tal que que las autoridades ya advirtieron a la población que Japón seguirá temblando a lo largo de un mes, con réplicas de pequeña y mediana intensidad (hasta 7 grados).
En horas de la tarde Uruguay (madrugada del sábado en Japón) un nuevo sismo de 6,6 grados en la escala de Ritcher sacudió a la región montañosa de la prefectura de Niigata, en el noroeste de Japon.
El balance podría ser de más de mil muertos, estimó la agencia de prensa Kyodo, aunque el último balance oficial es de 351 personas muertos y 547 están desaparecidas, así como alrededor de 800 heridos. desaparecidos.
Sin embargo, "los daños son tan importantes que necesitamos más tiempo para juntar datos, que están muy dispersos", reconoció un portavoz policial.
Las noticias de desastres de magnitudes inconcebibles llegaban sin parar.
De 200 a 300 cadáveres de personas que probablemente murieron ahogadas por el tsunami aparecieron en la costa de la ciudad de Sendai (noreste), de la prefectura de Miyagi.
En la región de Fukushima, un dique se rompió y el agua liberada arrasó viviendas.
Dos trenes fueron dados por desaparecidos, en la zona de Sendai y en la prefectura de Iwate (noreste).
También en Sendai, las autoridades indicaron que un barco fue arrastrado por el tsunami, sin otras precisiones.
Una gran explosión se produjo en un complejo petroquímico de esa ciudad.
El sismo se registró en horas de la madrugada uruguaya a 24,4 km de profundidad y a una centena de kilómetros de las costas de la prefectura de Miyagi y a 380 km al norte de Tokio, según datos del Instituto de Geofísica de Estados Unidos (USGS). Fue seguido por unas 40 réplicas, una de ellas de magnitud 7,1.
NUCLEAR. Una pequeña fuga de radiación podría producirse en la central nuclear de la prefectura de Fukushima (noreste de Japón) declaró el ministro de Industria, citado este sábado por agencias de prensa japonesas.
El ministro Banri Kaieda dijo que las autoridades se aprestaban a soltar vapor radiactivo para disminuir la presión acumulada en un reactor de la central Nº1 de Fukushima, precisó la agencia Kyodo.
Un portavoz de la compañía Tokyo Electric Power, que opera la planta nuclear afectada, dijo a la AFP que la "presión subió en el contenedor del reactor y estamos tratando de disminuirla".
Como medida preventiva, el gobierno dispuso el viernes la evacuación de miles de residentes en un radio de tres kilómetros alrededor de la central nuclear.
El gobierno pidió el auxilio de las fuerzas estadounidenses estacionadas en el archipiélago para paliar los efectos del sismo y el tsunami.
El presidente estadoundiense, Barack Obama, anunció que un portaaviones se dirigía a la región para prestar asistencia. El sismo que sufrió Japón es algo "simplemente desgarrador", afirmó.
La mayoría de los países del Pacífico lanzaron alertas de tsunami, aunque en Asia sólo se reportaron hasta ahora oleajes menores.
En América latina, las primeras olas llegaron a la costa de Ensenada, en el noroeste de México, con una altura de medio metro pero que podrían llegar hasta dos metros.
La marea gigante se hará sentir a lo largo de todo el continente, hasta llegar a las 06H07 GMT del sábado a Puerto Williams, en el extremo sur de Chile, según las previsiones.
En Tokio, los edificios temblaron durante dos minutos después del sismo y la mayoría de los habitantes se precipitaron a las calles, mientras se desencadenaban una decena de incendios.
Un gigantesco incendio se produjo en una refinería de la ciudad de Iichihara, en la región de la capital.
Millones de personas se encontraban al caer la noche sin poder regresar a sus hogares a causa de la interrupción del sistema de transporte subterráneo.
Las autoridades instaron por altavoces a los empleados a dormir cerca de sus oficinas y los hoteles de la región pronto se llenaron.
Imágenes televisivas captadas desde un helicóptero mostraron buques de carga, automóviles y toneladas de materiales de todo tipo arrastrados por una gigantesca marea de agua pardusca estrellándose contra las costas.
También mostraron torrentes de lodo desbordando el cauce del río Natori y destruyendo campos en la zona de Sendai.
El sismo provocó una caída de la Bolsa de Tokio (-1,72%) y depreció la cotización del yen frente al dólar a su menor nivel en dos semanas y media (83,30 yenes por dólar).
Las acciones de las compañías de seguros y de las reaseguradoras fueron las más afectadas.
Según JPMorgan Cazenove, el coste vinculado al sismo en Japón podría situarse entre 1.000 y 2.000 millones de dólares solamente para los reaseguradores europeos, aunque se trata de una estimación "muy preliminar".
Los precios del petróleo también caían, debido a que Japón es uno de los principales consumidores mundiales de crudo.
Japón se halla en el llamado "cinturón de fuego del Pacífico", una zona de actividad volcánica sobre placas de la corteza terrestre que se hunden a gran velocidad geológica (varios centímetros por año) en otras placas, un fenómeno que acumula enormes tensiones que deben liberarse en forma de sismos.
Tokio está situada en uno de los puntos más peligrosos de ese cinturón, sobre la intersección de tres placas (la Euroasiática, la del Pacífico y la del Mar de Filipinas).
El Gran terremoto de Kanto (en la isla japonesa de Hanshu), en 1923, dejó unos 140.000 muertos, gran parte de ellos en los incendios que se desataron tras el temblor. La misma región había sido golpeada por un fuerte sismo en 1855.
En 1995, un terremoto mató a 6.400 personas en Kobe.
En base a agencias