COMICIOS

El partido gobernante de Japón, al que pertenecía el exprimer ministro Shinzo Abe, revalidó ayer su dominio parlamentario en los comicios celebrados dos días después del asesinato del influyente político.

Los sondeos y las estimaciones de los medios japoneses dan por hecha una nueva victoria del Partido Liberal Democrático (PLD) en las elecciones parciales a la Cámara Alta del Parlamento nipón de ayer, a la espera que se anuncien los resultados oficiales hoy.

La mayoría que va camino de mantener el partido conservador junto con su socio de coalición, la formación budista Komeito, garantizaría la estabilidad del Gobierno que lidera Fumio Kishida durante los próximos tres años, en un momento marcado por la inflación creciente y por los desafíos geoestratégicos que afronta Japón.

Los comicios se celebraron con el país todavía sacudido por el atentado mortal perpetrado el viernes en un acto de campaña contra Abe, cuya figura recibió homenajes por parte de sus compañeros de partido y de ciudadanos nipones.

El PLD obtendrá al menos 60 escaños, mientras que el Komeito se hará con un mínimo de 11, según proyecciones.

Sumados a los 52 y 10 escaños de los que disponen respectivamente estos partidos y que no se verán alterados por estas elecciones, los datos disponibles apuntan a que la alianza gobernante tiene asegurada su mayoría en la Cámara Alta. PLD llegaba a estos comicios con 110 escaños para el PLD, por 28 para el Komeito.

El progresista Partido Constitucional Democrático, principal fuerza opositora, parece abocado a perder representación parlamentaria, mientras que el nacionalista Partido de la Innovación va encaminado a aumentarla.

Los socios de Gobierno y otros partidos que apoyan la reforma de la Constitución pacifista de Japón obtendrán una representación parlamentaria superior a los dos tercios, suficiente para sacar adelante esa controvertida iniciativa destinada a ampliar las competencias nacionales de Defensa.

En estos comicios estaban en juego 125 de los 248 escaños de la Cámara Alta, una de las dos que compone la Dieta de Japón y en la que se ratifican las iniciativas legislativas o las designaciones de primeros ministros antes aprobadas por la más poderosa Cámara Baja (también dominada por la coalición gobernante).

El supuesto agresor que mató al exprimer ministro Abe, un extrabajador de las Fuerzas de Autodefensa de Japón (Ejército), ha confesado que planeaba matar a Abe por sus supuestos vínculos con una organización religiosa a la que odiaba por haber causado problemas a su familia.

La Policía halló en su domicilio armas de fabricación casera similares a la especie de escopeta con la que tiroteó a Abe, además de explosivos, con los que cree que Yamagami trataba de fabricar una bomba. La Policía regional de Nara, que estaba a cargo del dispositivo de seguridad del evento, ha admitido que hubo “problemas” en su despliegue que permitieron que se produjera el ataque fatal.