Javier López, eurodiputado español: “Uruguay está entre dos colosos, pero siempre ha tenido voz”

En Bruselas, días previos a la cumbre Unión Europea-Celac y a las elecciones generales de España, conversó en exclusiva con El País.

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Javier López, eurodiputado español
Javier López, eurodiputado español.
Foto: Archivo/El País

Javier López, más conocido como “Javi”, es jurista y político español, diputado en el Parlamento Europeo desde 2014 y forma parte del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas. También es copresidente de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana. En el Parlamento Europeo es miembro titular de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, y de la Subcomisión de Seguridad y Defensa. También es miembro nato de la Comisión Ejecutiva del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC-PSOE). En Bruselas, días previos a la cumbre EU-Celac y a las elecciones generales de España, conversó en exclusiva con El País.

Desenvuelto y comunicativo, el eurodiputado “Javi” recibe a El País en su oficina en el Parlamento Europeo en Bruselas, con un aire seguro y dispuesto a conversar sin prisa. Dos cosas están en su cabeza: que en la próxima cumbre Unión Europea (UE)-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) no se anunciará la ratificación del acuerdo UE-Mercosur como estaba previsto inicialmente; y en el plano interno de su país, que las elecciones generales en España se llevarán a cabo el 23 de julio y los partidos se están jugando ahora sus últimas cartas en una pulseada en la que el PSOE tiene el difícil desafío de remontar ante el avance de la derecha. Estos temas marcaron la entrevista; he aquí un resumen.

- Usted ha tenido reuniones en Itamaraty (diplomacia brasileña) hace pocas semanas. ¿De qué se trataron esas reuniones y a qué conclusiones llegó?

- Brasil is back (ha vuelto) a la agenda internacional, es uno de los grandes actores en el planeta con vocación multilateral. La Unión Europea tiene calificados como socios estratégicos a dos países de Latinoamérica: Brasil y México. Y pasada la página de la etapa Bolsonaro, profundamente negacionista de principios básicos que la UE defiende en el mundo, Lula ha sido una buena noticia para reactivar nuestras relaciones con Brasil. Lula ya ha estado en Europa dos veces, ha visitado Madrid, Lisboa, Roma. Yo me reuní con él en agosto, pero no en este viaje que hice a Brasil, porque él estaba en Roma. Sí nos reunimos con el vicepresidente Geraldo Alckmin y con su equipo de Europa en la Cancillería. Lo que puedo decir es que Brasil volvió y hay una voluntad estratégica de la UE de estrechar lazos con la región. La ruta que ha hecho recientemente la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a cuatro países América Latina (Argentina, Brasil, Chile y México), es una muestra de este interés.

- Sin embargo, von der Leyen impulsa la ratificación del acuerdo UE-Mercosur y no se está dando, ¿cómo evalúan el resultado de su viaje?

- Es un proceso. Uno de los instrumentos que tenemos para fortalecer nuestras relaciones son los acuerdos de asociación. Y tenemos tres en la región que se tienen que activar. Dos son modernizaciones de acuerdos que ya tenemos con México y Chile, eso está bien encaminado. Y luego tenemos el acuerdo con Mercosur, que es el acuerdo más grande que se podría firmar hasta la fecha por parte de la UE. Se está trabajando en ello y es evidente que se requiere de trabajo para tirarlo hacia adelante. Las negociaciones están en marcha. La propuesta de un texto complementario que tiene que ver con las preocupaciones medioambientales de la Unión Europea, es una propuesta abierta a ser negociada.

- ¿Cómo interpretan que Lula aún no haya confirmado su participación en la cumbre UE-Celac?

-Nos reunimos con Lula y mi grupo (el PSOE) también participó en el agosto del año pasado en su campaña electoral. Le invitamos durante su pre-campaña a hacer una ruta por Europa y a Bruselas, aquí al Parlamento Europeo. Mi grupo político de los socialistas y demócratas estuvo muy comprometido con su candidatura y él públicamente siempre ha transmitido que apoya la firma del acuerdo de UE-Mercosur. Eso es lo que Lula ha transmitido públicamente. Obviamente tiene preocupaciones en términos de competitividad, intereses que defender, que son legítimos. Yo creo que es evidente que Brasil tiene interés en el acuerdo. Lo que está por verse si es una prioridad para ellos.

-Desde la UE, ¿piensan que, si fracasa el acuerdo UE-Mercosur este año, el Mercosur podría cambiar, por ejemplo, flexibilizarse, o alguno de sus miembros querer modificar su status, o incluso romperse el bloque? ¿O piensan que todo seguirá igual?

-Mientras Mercosur exista, existe un bloque comercial que ha decidido vincular sus tratados comerciales con el resto del mundo. Sé que lo que usted plantea es algo en discusión dentro de Mercosur, pero mi mensaje es que el acuerdo UE-Mercosur es una oportunidad para el Mercosur para reforzarse internamente, para institucionalizarse más, compactarse, generar un marco regulatorio, que es el acordado con la Unión Europea, que además beneficia el comercio dentro del Mercosur. Pero esa es una discusión que debe tener el Mercosur. Mi mensaje, simplemente, es que un acuerdo con la Unión Europea es una oportunidad para fortalecer al Mercosur. Además, nosotros sabemos que América Latina lo que quiere es industrializarse, no hacer recaer todas sus economías en la exportación de materias primas, en el extractivismo, y nosotros estamos dispuestos a trabajar por ello, conjuntamente, con transferencia tecnológica para producir.

-¿Qué tan importante es Uruguay para la Unión Europea actualmente?

-Mucho. Uruguay es un país pequeño pero influyente, con mucho prestigio internacional, situado entre dos colosos pero que siempre ha tenido una voz propia, escuchada en el mundo. Tenemos la voluntad genuina, de la UE y Uruguay, de convertir nuestra vieja amistad en una verdadera alianza estratégica.

- Desde el 1 de julio España ocupa la presidencia rotatoria de la UE, ¿cómo impacta eso en las negociaciones con América Latina?

-Esta es una presidencia que tiene como prioridad las relaciones con América Latina. La voluntad del alto representante Josep Borrell, que es español, y del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, es impulsar esta agenda. Es decir, no solo la cumbre, sino también el impulso que se está dando a las negociaciones con el Mercosur y los acuerdos con Chile y México. Así que sí, la presidencia española juega un papel clave.

-Es probable, según encuestas, que haya cambio de gobierno en España, ¿esto afectaría el impulso que menciona de la presidencia de la UE?

-Sabemos que van a ser unas elecciones competidas en España, pero nuestra relación con América Latina es una política de Estado, que además comparten el gobierno y la oposición. Y, en segundo lugar, yo confío en que el presidente actual (Pedro Sánchez) revalide el cargo. Hay que recordar que España tiene uno de los datos más bajos de inflación de Europa, de 4 puntos; es la economía europea que más crece, tenemos unas cifras de empleo muy elevadas con más de 20 millones de trabajadores. No sólo eso, sino que hemos hecho una reforma laboral que ha permitido tener empleo más estables. La mitad de los nuevos contratos son indefinidos. En España se ha aumentado un 40% el salario mínimo interprofesional en los últimos cinco años.

-¿A qué atribuye que al Partido Socialista (PSOE) no le haya ido bien en las elecciones regionales y locales?

-El Partido Socialista obtuvo un resultado muy similar al de cuatro años antes. Nosotros obtuvimos un 27,7% de los votos, y cuatro años antes era un punto más. O sea, caemos un punto. Lo que pasó es que nuestros socios en la izquierda se desplomaron y eso tuvo que ver con sus fuertes divisiones internas de Podemos y Sumar. El partido liberal Ciudadanos colapsó, tanto que no se presenta en las elecciones generales de julio, y el Partido Popular (PP) absorbió gran parte de sus votantes. Eso ha provocado perder mucho poder autonómico, pero no por un mal resultado del Partido Socialista, sino de sus socios de la izquierda.

-Igual el resultado es que el PSOE quedó en desventaja frente al PP, en ese contexto ¿qué puede pasar el próximo 23 de julio?

-Quedamos con menor poder institucional sí y eso ha provocado convocar a elecciones anticipadas. También es cierto que el PP recoge poder territorial porque pacta sistemáticamente con la extrema derecha. No es el PP el que recoge el poder autonómico de esas elecciones, es el PP más el Vox. Y ahora están haciendo pactos que incluyen retirar banderas LGTBI de los ayuntamientos, eliminar las concejalías de igualdad en los ayuntamientos, están colocando a presidentes de parlamentos autonómicos abiertamente negacionistas, antivacunas, xenófobos, como parte de sus acuerdos con Vox. Entonces, España tendrá que escoger si quiere un PP más Vox en el gobierno, viendo que el PP hoy está comprando la agenda de Vox, o si quiere continuar con un gobierno con Pedro Sánchez como presidente y el Partido Socialista, que en unas circunstancias muy complicadas en los últimos cinco años con un volcán, una guerra y una pandemia, hoy logró uno de los mejores datos macroeconómicos de empleo, crecimiento e inflación europea.

-¿Piensa que los españoles creen que el PP ha comprado la agenda de Vox, o que se mantiene con sus propios fundamentos sin que existan los riesgos de pérdidas de libertades que usted plantea?

- Lo que está pasando es algo factual. Es una realidad que los ayuntamientos no colocan banderas LGTBI, es una realidad que uno de los condicionantes que pone Vox es eliminar las concejalías de igualdad, es una realidad que durante los últimos 20 años el PP había hablado de violencia de género y hoy no utiliza ese término.

-¿Qué va a hacer el PSOE para intentar levantar en este trecho que queda antes de las elecciones generales?

-Explicar todo lo que hemos hecho. Probablemente el gobierno haya estado muy centrado en la gestión, y lo que está haciendo el presidente del Gobierno ahora son apariciones públicas explicando todo lo que se ha logrado, por qué el país ha avanzado en crecimiento económico, en protección social, en igualdad, en libertades individuales, y por qué la alternativa es una amenaza para todo ello y puede hacer retroceder al país.

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