Publicidad

Vehículos blindados y artillería: Biden anuncia nueva ayuda militar para Ucrania

Compartir esta noticia
Joe Biden: Foto: AFP

ALERTA

El mandatario anunció la ayuda por un valor de US$800 a su homólogo ucraniano, Volodomir Zelenski, hoy en una llamada telefónica, según un comunicado de la Casa Blanca.

El presidente estadounidense Joe Biden dio luz verde este miércoles a una nueva ayuda militar masiva a Ucrania, que incluye vehículos blindados, artillería y helicópteros. El mandatario anunció la ayuda por un valor de US$800 a su homólogo ucraniano, Volodomir Zelenski, hoy en una llamada telefónica, según un comunicado de la Casa Blanca. 

Incluye algunos de los equipos "muy eficaces que ya hemos entregado" a Ucrania, pero también "nuevas capacidades", entre las que destacan "sistemas de artillería" y "medios de transporte blindados", precisa el gobierno, que asegura haber dado luz verde al envío de helicópteros adicionales.

Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania la mayor parte de la ayuda militar internacional recibida por Kiev en los últimos meses. El monto total de la ayuda otorgada, antes del anuncio de este miércoles, alcanzaba los US$2.400 millones. 

Por otra parte, las autoridades ucranianas no logran restablecer los medios de vigilancia de la radiactividad en Chernóbil, en el norte de Ucrania, donde los soldados rusos crearon una red subterránea cuando ocuparon el lugar del peor accidente nuclear jamás ocurrido.

Central nuclear de Chernóbil. Foto: EFE
Central nuclear de Chernóbil. Foto: EFE

"El sistema para controlar el nivel de radiactividad en la zona prohibida sigue sin funcionar", declaró Evguen Kramarenko, jefe de la agencia estatal encargada de la zona prohibida de Chernóbil.

"Los servidores que manejan esta información desaparecieron (...) no podemos afirmar si (la zona) es completamente segura", añadió durante una videoconferencia.

"Mientras no se restablezca la electricidad y los empleados no tengan autorización de las fuerzas armadas para acceder a los puestos de control de la radiactividad, no podemos evaluar los daños sufridos", precisó.

Kramarenko aseguró además que "los ocupantes rusos habían excavado en múltiples lugares" en Chernóbil, donde tuvo lugar el accidente nuclear en abril de 1986.

"Enterraron equipos pesados, crearon trincheras e incluso instalaron cocinas subterráneas, tiendas de campaña y fortificaciones", afirmó. "Una de estas fortificaciones se encuentra cerca de un lugar para el depósito provisional de residuos radiactivos", advirtió.

El ejército ruso se había apoderado de la central nuclear el primer día de la ofensiva de Moscú contra Ucrania, el 24 de febrero.

Según las autoridades ucranianas, se retiró a finales de marzo. Los soldados rusos "muy pronto" sentirán los efectos de la radiación, advirtió Kramarenko. "Algunos dentro de un mes, otros dentro de años", destacó.

Ofensiva en Mariúpol

Rusia intensificó este miércoles su ofensiva en Mariúpol, en el sureste de Ucrania, donde ya han muerto al menos 20.000 personas según Kiev, y aseguró que unos 1.026 soldados ucranianos se rindieron. Además, Rusia rechazó las acusaciones del presidente estadounidense, Joe Biden, de "genocidio".

Moscú anunció el miércoles que de más de mil soldados ucranianos se habían rendido en Mariúpol, una estratégica ciudad portuaria que las fuerzas rusas bombardean desde hace más de 40 días y han cercado durante más de un mes.

Unos "1.026 soldados ucranianos de la 36.ª Brigada de Infantería de Marina depusieron voluntariamente las armas y se rindieron" en la zona de la planta metalúrgica de Ilich, de los cuales 150 resultaron heridos y fueron trasladados al hospital de Mariúpol, indicó un funcionario del ministerio de Defensa ruso.

Durante la noche del martes al miércoles, la televisión estatal rusa que anunció la rendición mostraba a hombres con uniformes de camuflaje que transportaban heridos en camillas.

Conquistar esta ciudad sería una victoria importante para los rusos, ya que les permitiría consolidar sus avances territoriales en la costa a lo largo del mar de Azov, uniendo la región de Donbás, controlada en parte por sus partidarios, con Crimea, que Moscú anexó en 2014.

Entre 20.000 y 22.000 personas murieron en Mariúpol, dijo el martes a CNN Pavlo Kirilenko, gobernador ucraniano de la región de Donetsk, aunque admitió que era "difícil hablar de un número de víctimas" porqué la ciudad está aislada del resto del mundo por las fuerzas rusas.

Su caída parece inevitable para algunos expertos militares, pero después de más de seis semanas de lucha, las fuerzas ucranianas todavía resisten.

La lucha se concentra ahora en la gigantesca zona industrial de la ciudad. El miércoles, el ejército ucraniano indicó en Telegram que continuaban los bombardeos rusos, en especial contra el puerto y el vasto complejo metalúrgico de Azovstal, hasta ahora un bastión de las fuerzas ucranianas.

Biden habla de "Genocidio"; Macron se desmarca

La posibilidad de que Rusia esté usando armas químicas en Ucrania volvió a cobrar fuerza esta semana, con la ofensiva del ejército de Vladimir Putin sobre la región del Donbás. El presidente francés Emmanuel Macron se negó este miércoles a repetir la acusación de su homólogo estadounidense Joe Biden de que Rusia comete un "genocidio" en Ucrania, y advirtió que la escalada verbal no ayuda a terminar la guerra.

Biden acusó el martes a las fuerzas rusas de cometer un genocidio en Ucrania y afirmó que "está cada vez más claro que Putin está simplemente tratando de borrar la idea misma de poder ser ucraniano".

Pero Macron, hablando a la televisión France 2, sostuvo que los gobernantes deben tener cuidado con el lenguaje.

"Yo diría que Rusia desató unilateralmente la guerra más brutal, que se ha establecido que el ejército ruso ha cometido crímenes de guerra y que ahora es necesario encontrar a los responsables y que respondan ante la justicia", declaró Macron.

"Lo que ocurre es una locura, es increíblemente brutal", agregó.

"Pero al mismo tiempo miro los hechos y quiero intentar, en la medida de lo posible, continuar siendo capaz de detener esta guerra y reconstruir la paz. No estoy seguro de que las escaladas verbales sirvan a esta causa", expresó.

Macron consideró mejor ser "cuidadoso" con la palabra genocidio en este caso, en especial porque "los ucranianos y los rusos son pueblos hermanos".

Pero los comentarios de Biden fueron bien recibidos por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien ha acusado repetidamente a Moscú de genocidio desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero.

Joe Biden, Emmanuel Macron y Boris Johnson en cumbre de la OTAN. EFE/EPA/STEPHANIE LECOCQ
Joe Biden, Emmanuel Macron y Boris Johnson en cumbre de la OTAN. EFE/EPA/STEPHANIE LECOCQ

Las declaraciones de Macron, quien ha mantenido el diálogo con Putin durante el conflicto, reflejan la preocupación que el líder francés expresó en marzo cuando Biden se refirió al líder ruso como un "carnicero".

Macron respondió entonces que la prioridad era alcanzar un alto el fuego mediante la diplomacia y, "si queremos hacer eso, no podemos escalar el lenguaje ni las acciones".

En la entrevista con France 2, Macron indicó que tendría nuevas conversaciones con Putin y Zelenski en los próximos días.

Las palabras de Biden

“Su presupuesto familiar, su capacidad para llenar el depósito, nada de eso debería depender de si un dictador declara la guerra y comete un genocidio en la otra punta del mundo”, dijo Biden en Iowa, quien poco después confirmó que se refería a la invasión de Ucrania ordenada por Putin: “Sí, lo llamé genocidio (...) las pruebas se acumulan”.

Biden hizo ese comentario cuando estaba hablando de los esfuerzos de su Gobierno para frenar el aumento de los precios de la gasolina debido a la guerra en Ucrania.

El presidente de Estados Unidos ha arremetido en las últimas semanas contra Putin, al que ha llegado a calificar de “carnicero”, y ha acusado al Kremlin de cometer crímenes de guerra en Ucrania.

La prensa preguntó la semana pasada a Biden si calificaría como genocidio la masacre de Bucha, a las afueras de Kiev y donde han aparecido más de 250 cadáveres de civiles tras la retirada de las tropas rusas. “No, creo que es un crimen de guerra”, contestó entonces el presidente.

El Departamento de Estado finalizó el mes pasado una investigación formal en la que determinó que las tropas rusas habían cometido crímenes de guerra en Ucrania, una afirmación que puede llevar a enjuiciamientos penales en cortes estadounidenses y a otros procesos a nivel internacional.

Desde la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero, la guerra ha dejado miles de muertos, más de cuatro millones de refugiados y unos siete millones de desplazados internos, de acuerdo con Naciones Unidas.

Joe Biden, presidente de Estados Unidos. Foto: AFP
Joe Biden, presidente de Estados Unidos. Foto: AFP

Armas químicas

Estados Unidos aseguró ayer martes que tiene “información creíble” sobre la posibilidad de que Rusia utilice “agentes químicos” en su ofensiva para tomar la ciudad ucraniana de Mariúpol.

Según el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, “las fuerzas rusas podrían usar diferentes agentes antidisturbios, incluidos gases lacrimógenos mezclados con agentes químicos que reforzarían los síntomas para debilitar e inmovilizar a los combatientes y civiles ucranianos como parte de su campaña agresiva para tomar Mariúpol”.

“Compartimos esta información con Ucrania” y “estamos en contacto directo con nuestros aliados para determinar qué está pasando actualmente, es un tema muy preocupante”, declaró Blinken, quien dijo no obstante no poder confirmar las recientes acusaciones de que las fuerzas rusas han usado ya armas químicas en Mariúpol.

El regimiento ucraniano Azov, atrincherado en Mariúpol, una ciudad portuaria en el este de Ucrania asediada por Moscú, dijo el lunes que un dron ruso lanzó una “sustancia tóxica” sobre soldados y civiles. Ninguna fuente independiente ha confirmado esta acusación.

En tanto, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) mostró ayer martes su “preocupación” por las informaciones sobre un ataque químico en Mariúpol, y ofreció su ayuda en caso de “uso o amenaza de uso” de este armamento prohibido.

Un portavoz de la OPAQ, con sede en La Haya, recordó que tanto Rusia como Ucrania son firmantes del tratado que prohíbe el uso de armas químicas, y alertó de que su eventual uso “en cualquier lugar, por cualquier persona y en cualquier circunstancia es reprobable y totalmente contrario a las normas jurídicas” internacionales.

Se refiere a la Convención de las Armas Químicas, un tratado de “gran importancia en el campo del desarme que ha estado en vigor desde 1997”, señala la organización, que subraya a Kiev y Moscú que “se han comprometido solemne y voluntariamente a nunca desarrollar, producir, adquirir, almacenar, transferir o utilizar armas químicas”.

La OPAQ añadió que las informaciones sobre el ataque en Mariúpol “siguen a noticias en los medios durante las últimas semanas sobre bombardeos dirigidos a plantas químicas ubicadas en Ucrania, junto con acusaciones formuladas por ambas partes sobre un posible uso indebido de productos químicos tóxicos”.

La Unión Europea también afirmó ayer martes que está siguiendo de cerca el posible empleo de sustancias químicas como arma por parte de las tropas rusas en Mariúpol.

“Hemos visto la información en la prensa sobre el supuesto uso de sustancias químicas por parte de las fuerzas armadas rusas en Mariúpol, después de que soldados ucranianos presentaran señales de envenenamiento químico. Estamos siguiendo de cerca la situación”, indicó en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea Nabila Massrali, portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior.

Massrali recordó que “el uso de armas químicas, incluido el uso de químicos tóxicos como arma, bajo cualquier circunstancia, vulnera las convenciones sobre armas químicas, de las que forma parte Rusia”.

“Es también un crimen de guerra y representa una grave violación de la ley humanitaria internacional que exacerba el sufrimiento de la población civil”, advirtió, al tiempo que consideró que “es completamente inaceptable y constituye una amenaza a la seguridad de todos nosotros”.

Según la portavoz, los responsables del uso de químicos como armas “rendirán cuentas”. (AFP, EFE)

Borrell: Ofensiva sobre la región de Donbás, nueva fase de la guerra

La amenaza de una gran ofensiva sobre el Donbás, la región de las autoproclamadas repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk, de la que alertó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, abre “una nueva fase” en el conflicto, “a campo abierto y con medios masivos”, según advirtió el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell.

Con esta ofensiva “se entra en otra nueva fase de la guerra (...) una guerra de posiciones, fuera de la ciudad, a campo abierto, con medios masivos”, apuntó Borrell, en un encuentro con periodistas en Madrid, sobre un nuevo contexto que podría obligar a replantear la capacidad defensiva ucraniana.

En esta línea, la UE continúa dispuesta a seguir dando apoyo económico para financiar armas para Ucrania.

Durante su visita a Kiev, el alto representante anunció que la UE tiene previsto asignar otros 500 millones de euros del Fondo Europeo para la Paz, una propuesta aún pendiente de aprobación en los parlamentos nacionales de algunos Estados miembros que elevaría a 1.500 millones una ayuda de gran valor cualitativo -la primera vez que la UE usa fondos para dar armas a un país en guerra-.

No obstante, el esfuerzo de ayuda militar para Ucrania no sólo lo está haciendo la UE, sino que gran parte viene de las aportaciones que individualmente los socios del club comunitario y, en especial, aquellos que más amenazados se sienten por Rusia, han gastado, algunos más de 300 millones de euros, y otros, un tercio de su presupuesto militar.

Borrell insistió, en cualquier caso, en que la UE no está “impulsando la guerra”, ni “propiciando que se extienda”, sino “intentando contenerla, tanto en su dimensión espacial”, para evitar que el conflicto salpique a otros países, “como en su dimensión vertical, para que no se usen armas más mortíferas”.

En esta línea, el político español defendió que prestar apoyo militar al país va en consonancia con el discurso de los líderes comunitarios sobre que “Ucrania defiende los valores europeos y está haciendo una guerra que nos defiende a nosotros”. “Hacer otra cosa sería hipocresía”, sentenció.

“El quiebre del sistema unipolar”

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, negó ayer martes crímenes de guerra por parte de sus tropas en Bucha. “Lo que pasa en Ucrania es una tragedia, pero no teníamos otra opción. Fue la decisión correcta”, dijo en una rueda de prensa con su homólogo bielorruso, Alexandr Lukashenko.

Tras unas negociaciones de casi tres horas, que siguieron a la visita de ambos líderes al cosmódromo de Vostochni, en el Lejano Oriente ruso, Putin insistió en que el objetivo principal de la campaña ucraniana fue “ayudar a la gente del Donbás, que reconocimos y que nos vimos obligados a defender”.

Putin aseguró que los objetivos de la “operación militar especial” son “absolutamente claros” y “nobles” ya que Ucrania se negó a cumplir con los Acuerdos de Minsk destinados a una solución pacífica de los problemas” en esta región del este del país.

“Nuestra lógica es simple. Nuestros objetivos son ayudar a la gente que vive en el Donbás, que siente un vínculo inquebrantable con Rusia y que durante ocho años ha sido víctima de un genocidio”, recalcó Putin.

A su vez, subrayó que la campaña militar en Ucrania “va según lo planeado” y que su duración dependerá de la “intensidad de los combates”.

Durante su primera rueda de prensa desde el inicio de la guerra en Ucrania, Putin aseguró que “lo que ocurre ahora es el quiebre del sistema mundial unipolar que se formó tras la desintegración de la Unión Soviética”.

Según el líder ruso, la principal tarea de Occidente no es ayudar a Ucrania, que no sería más que “un medio para lograr sus objetivos”, que no tienen ninguna relación “con los intereses del pueblo ucraniano”.

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se expresó el lunes en los mismos términos al afirmar que uno de los objetivos de la invasión rusa era poner fin al “dominio total” de Estados Unidos en la arena internacional.

Putin se pronunció ayer martes por primera vez sobre las de crímenes de guerra cometidos por tropas rusas en la localidad ucraniana de Bucha, en la región de Kiev, y aseguró que se trata de una “falsificación”. “Primero se escenificó el uso de armas químicas por el Gobierno de (el presidente sirio, Bachar) Al Asad. Luego resultó que era una falsificación. Igual de falso es Bucha”, aseguró.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Guerra entre Rusia y Ucrania

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad