Jornada electoral en Venezuela comenzó expectante y cerró con desilusión, reportaron desde Caracas

Los ánimos de la ciudadanía se fueron caldeando hacia horas de la noche en el país caribeño, ante la inminencia de un fraude esperado por la oposición.

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Trifulcas. Altercados entre chavistas y opositores en centros electorales, al cierre de los circuitos.
Trifulcas. Altercados entre chavistas y opositores en centros electorales, al cierre de los circuitos.
Foto: HENRY CHIRINOS/EFE.

La participación en las elecciones presidenciales fue masiva en Venezuela desde las primeras horas de la mañana ayer. La oposición al chavismo siguió el pedido que hizo su líder -inhabilitada- María Corina Machado horas antes a través de su cuenta X, de “levantarse temprano, tomar un café y salir a votar”.

Los chavistas también tenían la indicación de votar temprano, a instancias del propio presidente y candidato Nicolás Maduro, quien se consideraba “ganador” y así lo manifestó hace días.

La expectativa de la gente ayer era alta y a la 1 pm, hora local, el 42% de las personas inscritas en el padrón ya había participado, un porcentaje muy alto, más aún teniendo en cuenta que las elecciones no eran obligatorias. Esto a pesar de que muchas mesas abrieron tarde y se puso en marcha el “plan morrocoy” (que consiste en enlentecer procesos como estrategia), según se quejaron votantes. Asimismo, hubo miembros de la mesa de la oposición que no pudieron entrar a los recintos, los chavistas votaron antes que otros en algunos centros, además de otras irregularidades denunciadas.

Gerber Torres, reconocido economista de las filas de Machado que fue dando “tips” sobre lo que estaba sucediendo tras bastidores, dijo a todos sus contactos en whatspp que “la participación fue masiva” y que había “ánimo”, pero que también habían indicios de que se cometería “fraude” en los resultados por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), que es un órgano no independiente, que responde al chavismo.

Esta información cayó como un “balde de agua fría” entre algunos grupos de la oposición que ya estaban celebrando tímidamente en sus vecindarios, aunque la mayoría se mantenía expectante considerando que no sería la primera vez que se burlan los resultados.

“No nos animamos mucho a celebrar, porque hasta último momento no se sabe”, dijo a El País una periodista venezolana que estaba en ese momento recorriendo los barrios caraqueños y tomándole el pulso a las reacciones de la gente.

Presión

Aunque la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Aime Nogal, expresó que estaba prohibido el adelanto de resultados por parte de encuestadoras o boca de urna, fue lo primero que ocurrió poco rato después de que cerraran los centros electorales. Entre las encuestas que hicieron circular sus estimaciones, estuvo la de Edison Reseach, una empresa estadounidense, cuyo relevamiento en boca de urna daba que González Urrutia tenía el 64% a favor, contra el 31% para Maduro. Poco después, Atlantic Council, un think tank también reconocido en EEUU, salió con cifras muy similares.

A esa altura de la jornada, la ciudadanía opositora, aún sabiendo que la “cancha” de estas elecciones estaba “inclinada” para el lado de Maduro, no pudo esconder su alegría, que poco duró cuando circuló la advertencia ya mencionada de Gerver Torres, a la que se agregaron datos de Hinterlaces, una encuestadora que ha sido señalada por sus vínculos con el chavismo, y daba como ganador a Nicolás Maduro.

En ese contexto, la ciudadanía contuvo el aliento y volvió a estar expectante.

Fue entonces cuando el Comando de María Corina Machado hizo un llamado, una vez más, a defender el voto, a cuidarlo, lo que también actuaría como presión sobre el oficialismo y sobre el CNE para evitar el fraude que se venía según voceros de la oposición. Todo indicaba, a eso de las 8 hora local, que las elecciones no se jugaban solo en las urnas, sino también en la presión que se ejercía desde otras instancias.

En esa línea, diversos gobiernos de la región y otras partes del mundo, incluyendo la Alianza para el Desarrollo de la Democracia (ADD), habían reiterado horas antes el “llamado a las autoridades venezolanas a cumplir con la Carta Democrática Interamericana”.

Lo único cierto, ya entradas las 9 de hora local, era la guerra de cifras que circulaban por distintos medios, hasta que otro hecho fue un llamado de alerta de último momento: a la principal testigo ante el CNE para el conteo de votos que representaba a la plataforma de Edmundo González Irrutia, Elsa Solórzano, le cerraron el paso al recinto los otros miembros de esa entidad.

Finalmente, el jefe de la campaña oficialista, Jorge Rodríguez, dio a entender que Maduro había ganado la elección, en una rueda de prensa, aun antes del pronunciamiento del CNE. “No podemos dar resultados, pero podemos dar caras”, dijo un Rodríguez sonriente. Lo acompañaba el “hombre fuerte” del chavismo, Diosdado Cabello, entre otros dirigentes oficialistas. Los oficialistas se veían satisfechos y hasta parecía que se habían olvidado del CNE.

“La información que maneja la oposición es que los resultados son muy diferentes a los que anunciará el CNE. Todos los centros de votación dieron que estaban con la oposición, incluyendo los de estados y barrios originalmente eran chavistas, como Portuguesa, pueblos de los Andes, Petare. La cosa está muy tensa acá”, dijo a El País otro periodista que cubrió la elecciones en Caracas y prefirió mantenerse en anonimato, por “seguridad personal”, explicó. “Lo que está pasando es lo de siempre. Es lo que sucede en todos los procesos electorales”, agregó.

A últimas horas de la noche, los “motorizados” (grupos asimilados al régimen que suelen generar disturbios y amedrentan a la población) habían “hecho de las suyas” en varios centros de votación, al comienzo del escrutinio. Algunos incidentes terminaron en golpes y la violencia escalaba.

Al cierre de esta edición, Venezuela estaba expectante no sólo por los resultados “oficiales” de estas elecciones, sino también por los disturbios y violencia que puedan generarse en las próximas horas.

Venezolanos en Uruguay concentrados en la Plaza Independencia el día de las elecciones, con mensajes contra Nicolás Maduro.
Venezolanos en Uruguay concentrados en la Plaza Independencia el día de las elecciones, con mensajes contra Nicolás Maduro.
Foto: Darwin Borrelli/El País

“Nicolás Maduro lo que no tiene ya es a la gente”

Con 416 inscriptos de los 33.000 que residen en el país, los venezolanos en Uruguay votaron en su mayoría esperanzados por un cambio.

Tras una espera prolongada desde la madrugada, pues se concentraron en la Embajada de Venezuela en Uruguay a las 05:00, los venezolanos residentes en Uruguay que lograron inscribirse para votar comenzaron a hacerlo a las 07:25.

Así lo aseguró en diálogo con EFE el jefe del grupo Comando con Venezuela en Uruguay, Gustavo Becerra, quien apuntó que el proceso comenzó con una hora de atraso porque había un miembro de la mesa de votación que no había llegado. “De estimaciones de cuántos creeríamos (que podrán votar), si estamos más o menos en este margen yo creo que podríamos estar en un poco más de 200 personas que pudiesen lograr el ejercer el derecho (al sufragio)”, aseguró.

En tanto, la Embajada venezolana en Montevideo amaneció vallada y con oficiales de Policía apostados en la puerta.

Por la tarde hubo una caminata de venezolanos desde la Plaza Eduardo Fabini hasta la Plaza Independencia, donde se realizó un encuentro cultural de música venezolana. Asistieron algunos legisladores y dirigentes de la coalición de gobierno.

Sobre Nicolás Maduro, Becerra dijo que “realmente lo que no tienen ya es la gente” y que por ello “más temprano que tarde tiene que ceder” y aceptar un proceso de transición que “ya comenzó”.

“La gente ya quiere un cambio, gente que los venía apoyando o siguiendo ya en este momento se cansó de lo que venía sucediendo, de todas las carencias que hay en el país”, enfatizó el jefe del grupo Comando con Venezuela en Uruguay.

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