O Globo/GDA
El adolescente de 16 años detenido tras matar a su padre, a su madre y a su hermana en la Zona Oeste de Sao Paulo (Brasil), el viernes pasado, declaró a la Policía Civil que no se arrepiente del crimen y "lo volvería a hacer".
El crimen ocurrió dentro de la casa donde vivía la familia, donde el adolescente permaneció con los cuerpos hasta el domingo, cuando llamó a la Policía Militar.
El motivo por el que planeó asesinar a sus padres
Según el informe policial, el joven afirma que cometió el crimen porque estaba enojado con sus padres luego de que le confiscaran su teléfono celular. También dice que siempre tuvo peleas con sus padres, quienes eran adoptivos.
El autor del crimen relata que, la noche anterior al crimen, sus padres lo llamaron "vagabundo" y le quitaron el celular. "Al no poder usar el celular para hacer una presentación escolar, planeó la muerte de sus padres", detalla el informe policial.
Según detalló el adolescente, su padre era miembro de la Guardia Civil de Jundiaí y tenía un arma en su casa. Sabía dónde estaba escondida e hizo una prueba cuando estaba solo en casa. El disparo habría impactado en el colchón de la cama donde dormían los padres.
¿Cómo ocurrió el crimen?
El viernes por la tarde esperó a que su padre llegara a casa después de recoger a su hermana —de 16 años como él— de la escuela. En la cocina, le disparó a su padre cuando este estaba de espaldas. La hermana escuchó el sonido del disparo, acudió al lugar y también recibió un disparo en la cara. En el comunicado afirma que "tuvo que matar a su hermana" porque ella se encontraba en el lugar.
Después de matarlos a los dos, el joven almorzó allí y fue al gimnasio. Al regresar, esperó a que llegara su madre, abrió el portón y la mató cuando llegó a ver los cuerpos de su marido y su hija en la casa. Al día siguiente, también le clavó un cuchillo en el cuerpo. "Todavía estaba enojado con ella", le dijo a la policía.
¿Qué pasó con el arma del crimen?
El arma utilizada en el crimen fue encontrada por los agentes sobre la mesa de la habitación y estaba cargada de municiones.
Fue el propio adolescente quien llamó a la policía y confesó el crimen el domingo por la noche. Dijo que mató a sus padres con el arma que usaba su padre.
Los cuerpos de Isac Tavares Santos, Solange Aparecida Gomes y Letícia Gomes Santos ya estaban en estado de descomposición y presentaban marcas de disparos cuando la policía llegó al lugar.
El adolescente fue detenido por homicidio y femicidio, porte ilegal de arma de fuego y profanación de cadáver. Fue trasladado al centro de atención socioeducativa para adolescentes Fundação Casa.