UN PAÍS EN CRISIS
El presidente de Estados Unids, Donald Trump, y los principales gobiernos europeos lo respaldan, pero el líder opositor venezolano no logra cambios en su país.
Cuando el líder de la oposición en Venezuela aterrizó en Caracas la semana pasada después de una gira internacional destinada a incrementar el apoyo al cambio de régimen, el gobernante autoritario de su país no lo hizo detener ni le dio la oportunidad de tener la bienvenida propia de un héroe en el aeropuerto de Caracas.
En cambio, el presidente Nicolás Maduro hizo recibir a su rival, Juan Guaidó, con la misma política de lento estrangulamiento que ha quitado a la oposición gran parte de su impulso durante el último año, persiguiendo a su movimiento lo suficiente para desgastar a sus miembros, pero sin llegar al extremo de suscitar la acción del mundo.
Momentos antes del arribo de Guaidó, partidarios de Maduro atacaron a periodistas que estaban presentes para hacer la cobertura del arribo, golpeándolos y arrastrando al menos a una mujer tras tomarla por el cabello. Una vez que Guaidó aterrizó, partidarios del gobierno lo corrieron hasta que salió del aeropuerto, frustrando los planes que tenía de hacer un discurso. Después atacaron su auto con conos de tránsito y al menos un poste metálico. Mientras Guaidó logró deslizarse, las autoridades arrestaron a su tío y lo acusaron, sin presentar pruebas, de introducir explosivos en Venezuela.
Desafíos políticos.
Horas después, Guaidó estuvo acompañado de pocos cientos de partidarios en una plaza en uno de sus bastiones en el este de Caracas y declaró la victoria. “Desafié a la dictadura y entré al país”, afirmó. “Venezuela será democrática y libre”. Asimismo, Guaidó indicó que anunciará la creación de un Fondo Venezuela, un programa multilateral destinado a contribuir a la recuperación del país de su larga y devastadora crisis económica.
Pero, no ofreció ningún otro plan para remover a Maduro. Eso, junto con su arribo caótico y la creciente frustración entre su base de apoyo causada por el glacial ritmo hacia el cambio, fueron elocuentes ejemplos de los desafíos que Guaidó enfrenta en su país.
El martes pasado, mientras Guiadó arribó a Caracas, Diosdado Cabello -el aliado más poderoso de Maduro- se mofó del número de personas que lo recibieron en el aeropuerto y menospreció su movimiento.
Guaidó hizo un desafío directo a Maduro hace un año, cuando denunció las irregularidades de la reelección del presidente y dijo que él era el presidente interino, suscitando el apoyo de millones de venezolanos y de los gobiernos de más de 50 países, incluyendo Estados Unidos. Desde entonces, pese a las sanciones paralizantes que impuso Estados Unidos para golpear la economía venezolada y forzar la salida de Maduro, Guaidó, que preside la Asamblea Nacional, no ha logrado tomar el poder ni convocar a nuevas elecciones presidenciales, que son sus objetivos declarados.
El 19 de enero, salió del país para robustecer el apoyo externo, desafiando una veda de viajar que le impuso el gobierno de Maduro. Durante su viaje, ocupó los títulos de los diarios cuando conversó con el presidente Donald Trump y tuvo un lugar prominente en el Discurso del Estado de la Unión. Allí, Trump respaldó los esfuerzos del líder de la oposición.
Guaidó también se reunió con la canciller de Alemania, Angela Merkel y el presidente de Francia, Emmanual Macron, y fue recibido por miles de venezolanos en Florida.
Todo sigue igual a nivel local.
En el ámbito internacional, Guaidó está fuerte.
Sin embargo, en su país, nada ha cambiado y Maduro continúa con firmeza en control de Venezuela, desplegando lo que parece ser un largo juego de desgaste de la oposición.
Guaidó avanza con rapidez hacia un punto crítico que plantea una amenaza a la oposición y a su afirmación de que es el presidente interino.
La Asamblea Nacional es el último cuerpo político que controla la oposición y que surgió de elecciones libres. Pero, 2020 es un año de elecciones para la samblea y los opositores a Maduro están divididos respecto de participar. Si la oposición participa, corre el riego de dar legitimidad a una elección que puede ser fraudulenta. Si no participa, corre el riesgo de entregar el control a Maduro.
Embajador de Francia es acusado por Maduro
El presidente Nicolás Maduro acusó al embajador de Francia en Venezuela, Romain Nadal, de inmiscuirse en los asuntos internos del país, luego de que el diplomático recibiera al líder opositor Juan Guaidó a su regreso de una gira internacional. “El embajador de Francia en Venezuela se ha inmiscuido otra vez, gravemente, en los asuntos internos de Venezuela”, dijo el mandatario a corresponsales extranjeros.
Informó que la cancillería “está evaluando la respuesta”, sin descartar una expulsión de Nadal, como hizo en marzo de 2019 con el embajador de Alemania en Venezuela, Daniel Kriener. (Fuente: AFP)
Los precios de los productos y servicios en Venezuela aumentaron 65,4% en enero siendo el sector salud el más encarecido durante el primer mes del año, informó la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.
El diputado Alfonso Marquina explicó, lámina en mano, que la inflación interanual se ubica en 4.140% luego de que el país cerró 2019 con un índice de aumento de precios al consumidor de 7.374,4 %.
“Lo dramático de este índice de inflación es que sigue colocando a Venezuela en hiperinflación”, dijo Marquina. Detalló que los precios del sector salud se incrementaron 117,3%, el transporte se encareció 115,5% en tanto que los alimentos subieron un 91,8%.
El Banco Central de Venezuela publicó un informe el 4 de febrero en el que indicó que la inflación fue de 9.585,50% en 2019. Por ejemplo,los de salud tuvieron un aumento de 17.872,40 %. (Con información de EFE)