Llevaba dos años en prisión, cumpliendo una condena de ocho por un delito de homicidio. El caso tomó nivel mediático cuando organizaciones feministas comenzaron a protestar.
La Corte Suprema de Justicia de Tucumán (Argentina) decidió este lunes resolver la absolución de "Belén", la joven que desde 2014 estaba presa tras haber sufrido un aborto espontáneo.
La joven de 27 años, de quien no se conoce su nombre real, cumplía una condena de ocho años de cárcel tras haber sidoconsiderada culpable de la muerte de su hijo en gestación en el baño de un hospital público.
Sin embargo, la joven se declaró inocente y aseguró que tuvo un aborto espontáneo cuando fue a atenderse por fuertes dolores estomacales, desconociendo que en realidad estaba embarazada, algo que fue corroborado por médicos que dejaron constancia en su historia clínica.
Belén fue detenida en marzo de 2014 y en mayo del 2016 se dictaminó su sentencia: prisión por el delito de "homicidio por circunstancias extraordinarias de atenuación".
Desde entonces, el caso tomó nivel mediático y distintas organizaciones sociales se han movilizado contra esta sentencia, reclamando la libertad de la mujer, argumentando que se trata de un caso de "violencia institucional".
Los magistrados que condenaron a la joven dijeron que "actuó en un estado de shock que le impidió tomar conciencia plena de los hechos". Sin embargo, los propios médicos del hospital diagnosticaron que Belén había tenido un aborto espontáneo de un feto de 22 semanas de gestación, aunque luego la acusaron de haber tomado fármacos para interrumpir el embarazo.
Sin embargo, la joven dijo que no sabía que estaba embarazada y denunció maltratos por parte del personal médico.
La defensa de Belén argumenta que fue condenada sin que se le realizara un examen de ADN al feto, que fue encontrado muerto en el baño del hospital. La abogada Soledad Deza dijo que en el proceso fueron vulnerados los derechos de su defendida y que "fue violado el secreto de confidencialidad médica que la asistía".
"La historia clínica dice que Belén llegó al hospital con un aborto espontáneo. No hay acta de secuestro del feto, no se realizó una protección de esa supuesta escena del crimen, no sabemos como apareció la criatura en el baño, y no hay un ADN que vincule a Belén con esa criatura. Todo se ajustó a las versiones del personal que atendió a Belén y eso implicó también una violación de secreto médico", dijo en mayo pasado a La Nación.
"La justicia debe fallar en función de las certezas con las que cuenta y no en base a suposiciones, como pasó en este caso, en el que claramente hubo una condena moral anterior por parte de la Justicia, que vinculó moralmente al feto que apareció en el hospital con esta mujer embarazada", criticó la abogada.
Belén fue liberada el años pasado, pero el máximotribunal tucumano dictaminó su absolución hoy.
Protestas
El caso de Belénllegó al Congreso argentino, donde diputados de varios partidos pidieron al tribunal una copia de la sentencia y aseguraron que se trataba de un caso de violencia institucional.
En Buenos Aires y varias provincias argentinas se llevaron a cabo diferentes movilizaciones de más de 300 organizaciones a favor del derecho al aborto y en defensa de Belén.
"Como cualquier paciente, toda mujer que llega con un aborto en curso o que tiene un aborto, sea provocado o espontáneo, está protegida por la confidencialidad de la relación profesional de la salud-paciente. Sin embargo en el caso de Belén algunos profesionales de la salud decidieron usar esa relación para violentarla y denunciarla a la policía. Médicos la interrogaron como si fueran jueces, enfermeras le acercaron en una caja el feto y personal de policía la insultó y degradó revisando sus partes íntimas", dijeron las ONG.
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