Estados Unidos inculpó este viernes a Los Chapitos, hijos del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, por tráfico de fentanilo, y a proveedores chinos de precursores químicos necesarios para fabricar este opiode que causa estragos en el país.
"El Departamento de Justicia ataca todos los aspectos de las operaciones del cártel" de Sinaloa, informó el fiscal general Merrick Garland en una rueda de prensa en la que dio cuenta de una investigación sobre el tráfico de fentanilo que se saldó con decenas de acusados.
La justicia presenta cargos contra "los líderes del Cartel (de Sinaloa), conocidos como 'los Chapitos'", dijo. "Dos de los acusados, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, son líderes del Cartel, junto con Ovidio Guzmán López, imputado en una acusación separada, también revelada hoy, por su papel en actividades de fabricación y tráfico para el Cartel", detalló.
En la acusación formal figura el nombre de otro "Chapito", Joaquín Guzmán López.
Paralelamente, el Departamento de Estado ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por la captura de Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
La operación apuntó además a proveedores en China de precursores químicos, un intermediario con sede en Guatemala que compra estas sustancias en nombre del cártel, operadores de los laboratorios clandestinos en México donde se fabrica fentanilo, un proveedor de armas, miembros del cartel "que aterrorizan a las comunidades" y varios implicados en lavado de dinero, detalló Garland.
Ocho de esos acusados están detenidos y "pediremos su extradición a Estados Unidos para enfrentar cargos en un tribunal federal", dijo, y añadió que trabaja "estrechamente" con el gobierno de México.
Estados Unidos se enfrenta a una crisis de opioides de efectos devastadores. Desde agosto de 2021 hasta agosto de 2022, 107.735 personas murieron por sobredosis de drogas en el país, dos tercios de ellas por opioides sintéticos, principalmente fentanilo.
Entre 2019 y 2021, las sobredosis letales aumentaron en aproximadamente un 94% en el país, donde unos 196 estadounidenses mueren cada día por intoxicación con fentanilo.
Según la acusación formal hecha pública en el Distrito Sur de Nueva York, el Cartel de Sinaloa "es en gran parte responsable de la oleada de fentanilo en Estados Unidos durante los últimos ocho años", aseguró Garland.
El secretario de Justicia explicó cómo funcionaba esta "red compleja". Primero el cártel negocia la venta y el envío de precursores químicos de fentanilo, principalmente de China, a laboratorios clandestinos en México donde se fabrica el opioide y que están "custodiados" por narcos "que brutalizan y aterrorizan" a los mexicanos, afirmó.
Desde los laboratorios, los traficantes trasladan el fentanilo de México a Estados Unidos, "donde se vende al por mayor a otras organizaciones criminales", especificó.
Antes de la reventa, esas organizaciones con frecuencia "mezclan el polvo de fentanilo con otras drogas, como la cocaína y la heroína" y también "suelen vender pastillas de fentanilo como analgésicos recetados falsificados", de modo que "muchos estadounidenses no saben que están comprando y envenenándose con fentanilo", afirmó.
Finalmente, otros se aseguran de que las ganancias de estas ventas mortales vuelvan al cártel.
El gobierno chino "debe detener el flujo descontrolado de precursores químicos de fentanilo que salen de China", afirmó Garland.
Este viernes por la mañana, el Departamento del Tesoro impuso a su vez sanciones a dos empresas chinas y cinco personas presuntamente involucradas en la venta de precursores químicos de fentanilo de China al Cartel de Sinaloa.
AFP