Con información de EFE y AFP
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció este lunes su dimisión en una rueda de prensa tras permanecer más de 9 años en el poder.
"Tengo la intención de dimitir como líder del partido y como primer ministro después de que el partido seleccione a su próximo líder mediante un proceso competitivo y riguroso a nivel nacional", manifestó Trudeau a los periodistas en Ottawa, tras semanas de presiones.
El primer ministro explicó que, aunque es un "luchador", ha llegado a la conclusión de que no es la "mejor opción" para las próximas elecciones, previstas para octubre, y por ello ha decidido echarse a un lado. “Es hora de un reinicio. Es hora de que baje la temperatura, de que la gente tenga un nuevo comienzo en el Parlamento”.
Trudeau, del partido Liberales, enfrenta su mayor crisis política desde su llegada al poder, con una minoría en el parlamento, la pérdida de su aliado de izquierda —el Nuevo Partido Democrático (NPD), con Jagmeet Singh a la cabeza— y un descontento creciente en el seno de su propia bancada.
Previo a la renuncia de Trudeau, Singh había anunciado su intención de presentar una moción para destituir al gobierno en la Cámara de los Comunes. Por su parte, los conservadores, que llevan más de un año encabezando las encuestas, también planeaban impulsar una moción de no confianza contra el Ejecutivo liberal.
En respuesta, además de presentar su dimisión, Trudeau optó por posponer la reanudación del periodo de sesiones parlamentarias hasta el 24 de marzo, con el objetivo de garantizar el tiempo necesario para designar a su sucesor.
En las encuestas, Trudeau estaba 20 puntos por detrás de su rival conservador Pierre Poilievre en diciembre.
La crisis que devino en la dimisión
La presión para que Trudeau abandonara su cargo se intensificó desde diciembre, cuando intentó reemplazar a la ministra de Finanzas y viceprimera ministra, Chrystia Freeland. Esta decisión marcó un punto de quiebre, ya que Freeland, considerada una de sus principales aliadas, rechazó sus planes de incrementar el gasto público. Su renuncia no solo dejó al gobierno en una posición más frágil, sino que también incluyó una dura carta en la que acusaba a Trudeau de priorizar "maniobras políticas" por encima de los intereses nacionales.
Además, la salida fulminante de Freeland, quien buscará la reelección, marcó el primer disenso público con Trudeau sobre cómo abordar la inminente guerra comercial que se avecina con Estados Unidos. Freeland también marcó diferencias con Trudeau sobre la estrategia para responder a las amenazas del presidente Donald Trump de elevar los aranceles a Canadá cuando vuelva al poder el 20 de enero.
Tras este duro golpe político, el primer ministro cambió su gabinete. EL 21 de diciembre, ocho ministros fueron nombrados para reemplazar a aquellos de los 35 miembros que no seguirían y para relevar a quienes tenían dobles o triples funciones.
Después de una década en el poder, la popularidad de Trudeau está golpeada, al ser responsabilizado por la inflación y la crisis de vivienda y de servicios públicos en el país.
La humillación de Trump
Estados Unidos es el primer socio comercial de Canadá y destino del 75% de las exportaciones canadienses. Cerca de dos millones de personas en Canadá dependen de este comercio, de un total de 41 millones de habitantes.
Cuando Trump amenazó con imponer aranceles, Trudeau viajó a reunirse personalmente con él en su mansión Mar-a-Lago. La visita, que no fue anunciada de forma previa por el gobierno canadiense, convirtió a Trudeau en el primer líder del G7 en reunirse con Trump y se produjo apenas días después de que el líder republicano anunciara en las redes sociales que en su primer día en la Casa Blanca impondrá aranceles del 25% al comercio con Canadá y México.
Ayer, antes de regresar a Canadá, Trudeau declaró a los medios que había mantenido una “excelente conversación” con Trump, sin más detalles.
Días después, el presidente electo de Estados Unidos se refirió a Canadá como el estado número 51 de Estados Unidos y calificó a Trudeau de "gobernador", como se designa a quienes lideran los estados federales estadounidense.