EFE, AFP
El presidente ruso, Vladímir Putin, desplegará misiles balísticos hipersónicos Oréshnik en Bielorrusia como “garantía de seguridad” ante un eventual enfrentamiento con la OTAN en el marco de la guerra en Ucrania.
“Estos sistemas entrarán en servicio en las Fuerzas Estratégicas de Rusia y, paralelamente, comenzaremos el despliegue en territorio de Bielorrusia”, dijo Putin tras la reunión en Minsk, la capital bielorrusa, del Soviet Supremo de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia.
Putin ya había aprobado a principios de 2023 el emplazamiento de armas nucleares en territorio de su aliado Bielorrusia como disuasión ante el avance de la infraestructura militar de la OTAN.
“A nosotros nos causa una preocupación especial la situación en Europa. En particular, por supuesto, en Ucrania. Los países occidentales instigan intencionadamente las tensiones (...) Las políticas irresponsables están llevando al mundo al borde de un conflicto global”, afirmó.
Putin habló del despliegue del Oréshnik (Avellano), que fue presentado en sociedad el pasado 21 de noviembre al ser utilizado para atacar una fábrica de armamento en el este de Ucrania, cuando prácticamente acaba de aprobar su producción en serie.
El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, aprovechó la presencia de su colega ruso en Minsk para solicitarle públicamente el envío del armamento de nueva generación. “Recientemente, Rusia lanzó con éxito el Oréshnik, lo que tuvo cierto impacto en nuestros antiguos socios y actuales adversarios. Perdóneme el atrevimiento, pero quiero pedirle públicamente que los nuevos sistemas de armamento, principalmente el Oréshnik, sean desplegados en territorio de Bielorrusia”, dijo.
Tras unas palabras de cortesía, Putin aseguró que, teniendo en cuenta que la producción en serie estará en plena marcha en la segunda mitad de 2025, será entonces cuando dichos misiles sean trasladados.
Aunque, como en el caso de las armas nucleares tácticas, el botón rojo se encontrará en Moscú, “sin embargo, la elección de los objetivos en el territorio de un enemigo potencial ciertamente será y seguirá siendo competencia de los dirigentes político militares de Bielorrusia”, explicó Putin.
Precisamente, Lukashenko aseguró que “la única condición” que pone es que los objetivos los marque Bielorrusia, y apunto en especial contra Polonia y Lituania. “A 15 kilómetros, a tiro de piedra de la frontera, están desplegadas tropas no sólo de polacos y lituanos, sino que allí se están trayendo fuerzas militares de la OTAN y de otros países, incluido Alemania”, indicó.
Putin, por su lado, subrayó que en el caso de los Oréshnik la alta precisión es su mayor cualidad y que cuanto menor sea el alcance, mayor será la potencia de su carga explosiva. “En caso de su uso masivo son equiparables a un arma nuclear, pero sin ser un arma de destrucción masiva”, añadió y resaltó que esos misiles -indetectables para los escudos antimisiles occidentales- no contaminan la superficie, ya que no tiene componentes nucleares.
Los generales rusos explicaron a Putin cuando fue lanzado el Oréshnik que éste puede alcanzar todas las capitales europeas en cuestión de minutos.
Apenas dos días después de que entrara en vigor el tratado de asistencia militar mutua con Corea del Norte, Putin y Lukashenko firmaron este viernes un acuerdo sobre garantías de seguridad. El documento contempla las obligaciones de ambos países en materia de defensa, además de garantizar la inviolabilidad del territorio y de las fronteras de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia.
“Todos los medios”
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, expresó esta semana que espera que Occidente se haya tomado “en serio” el uso que hizo su país del misil supersónico en Ucrania, y advirtió que Rusia está dispuesto a usar “todos los medios” para defenderse.
Estados Unidos y sus aliados “deben entender que estaremos listos para usar todos los medios para impedir que ganen en lo que llaman la derrota estratégica de Rusia”, dijo Lavrov en una entrevista difundida el jueves con el comentarista y animador de televisión estadounidense Tucker Carlson.
“Estamos enviando señales y esperamos que la última, hace un par de semanas, con el nuevo sistema de armas llamado Oreshnik... haya sido tomada en serio”, dijo Lavrov.
No obstante insistió en que Rusia no quiere agravar la situación y quiere “evitar cualquier malentendido” con Washington y sus aliados. “Enviaremos mensajes adicionales si no sacan las conclusiones necesarias”, advirtió Lavrov.
Rumania anula las elecciones por supuesta injerencia rusa
El Tribunal Constitucional de Rumania anuló ayer viernes las elecciones presidenciales, cuya segunda vuelta debía celebrarse mañana domingo, a raíz de sospechas de injerencia rusa. En la primera vuelta, el 24 de noviembre, el candidato nacionalista Calin Georgescu sorprendió al quedar en primer lugar. El miércoles, la presidencia desclasificó unos documentos que recogen acusaciones contra Georgescu y Rusia, incluyendo una supuesta “promoción” masiva en redes sociales y ciberataques. El tribunal afirmó que decidió “anular la totalidad del proceso” para “garantizar la validez y la legalidad” de la votación y solicitó que “todo el proceso electoral” se reanude desde el principio.
Georgescu, de 62 años, debía competir en la segunda vuelta con la alcaldesa de centroderecha de una pequeña ciudad, Elena Lasconi, de 52 años. Georgescu, que en el pasado había alabado al presidente ruso, Vladimir Putin, ahora evita las preguntas sobre sus posibles postulados pro-Moscú. Crítico con la Unión Europea y la OTAN, asegura que no se plantea la salida de ninguna de las dos organizaciones. Como su ídolo, el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, Georgescu se opone a suministrar ayuda militar a Ucrania. Desde que estalló la guerra, Rumania se ha convertido en un pilar clave de la OTAN con más de 5.000 soldados y un sistema antimisiles en su territorio.
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