Agencia EFE
La Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna en partes reducidas de la Cisjordania, responsabilizó en las últimas horas al grupo terrorista palestino Hamás de la situación “catastrófica” humanitaria que hay en la Franja de Gaza.

En un comunicado, la ANP consideró que el grupo palestino proporcionó “pretextos gratuitos” para que Israel llevara a cabo su ofensiva en Gaza, tras sus ataques del 7 de octubre de 2023 en el que los milicianos mataron a 1.200 personas y secuestraron a otras 251 en territorio israelí.

“También provocó (Hamás) que se extendieran las condiciones catastróficas en la Franja de Gaza, desde el hambre y la pobreza y la privación de las necesidades humanas más básicas, y el colapso del sistema de servicios básicos de educación, salud y otros, no tiene derecho a reproducir sus aventuras en Cisjordania”, criticó el Gobierno palestino.

Es la primera vez en más de un año de ofensiva israelí contra la Franja que la ANP culpa abiertamente a los islamistas del desastre humanitario instalado en el enclave palestino.

Estas declaraciones llegan en uno de los momentos más tensos entre ambos grupos políticos, antagónicos desde hace años, ya que desde mediados de diciembre las fuerzas de la ANP y los milicianos palestinos se enfrentan en combates armados en la ciudad y el campo de refugiados de Yenín, en el norte de la Cisjordania. Este intercambio de fuego ha causado la muerte de al menos 15 personas, entre ellos seis policías, tres milicianos, dos menores, una periodista de 21 años y una mujer de 50 años.

Ayer domingo Al Jazeera, citando a fuentes locales, denunció que las fuerzas de la ANP impusieron un asedio en el campo de refugiados de Yenín, donde viven más de 11.000 personas, lo que ha provocado que algunas partes de él haya quedado sin agua y sin electricidad.

Además, las mismas fuentes denuncian que las fuerzas de seguridad del Gobierno de Mahmud Abás están impidiendo la entrada de alimentos y suministros médicos, y también la de periodistas para que no puedan cubrir estos ataques.

De hecho, el pasado 1 de enero la ANP prohibió, al igual que hizo meses antes Israel, las retransmisiones de la cadena catarí en los territorios palestinos por considerar que su cobertura “incita a la sedición”, entre otros motivos.

Por otra parte, la ANP aseguró este pasado jueves haber detenido a 247 personas durante su ofensiva contra el campamento de refugiados de Yenín, bastión de las milicias afines al grupo terrorista Hamás.

El Ejército israelí, que también ha asediado este campo de refugiados en numerosas ocasiones, según comunica regularmente la ANP, estaría preparando una nueva operación autorizada por el Shin Bet (el servicio de inteligencia israelí nacional), según informaron en estos últimos días varios periódicos israelíes.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habló por teléfono ayer domingo con el presidente estadounidense, Joe Biden, para ponerlo al día sobre los avances en las negociaciones para un acuerdo que permita la liberación de los rehenes y un alto al fuego en Gaza.

Un funcionario de Estados Unidos confirmó que los dirigentes hablaron en un momento en que Biden presiona para lograr una tregua entre Israel y el grupo terrorista palestino Hamás antes de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca el 20 de enero.

Biden “subrayó la necesidad de un alto el fuego inmediato en Gaza y del retorno de los rehenes, acompañados de un aumento de la ayuda humanitaria”, gracias al cese de los combates.

“El primer ministro habló con el presidente estadounidense sobre los progresos en las negociaciones para la liberación de nuestros rehenes y lo puso al día sobre el mandato que ha dado al equipo negociador en Doha, que tiene el objetivo de avanzar en la liberación de los rehenes”, informó el despacho de Netanyahu en un comunicado. Biden y Netanyahu hablaron un día después de que Israel anunciase que había enviado una delegación de altos funcionarios a Catar para las negociaciones.

Este anuncio se produjo después de una reunión en Jerusalén entre Steve Witkoff, el emisario especial para Oriente Medio del presidente electo de Estados Unidos, el republicano Donald Trump; un representante de Biden y altos cargos israelíes. La oficina de Netanyahu confirmó ayer domingo que la delegación -que incluye a los directores del Mosad y de la agencia de seguridad interior Shin Bet- llegó a Doha.

Washington lleva más de un año mediando en las conversaciones junto a Catar y Egipto. Hasta ahora, Israel no estaba representado por funcionarios de alto nivel en las negociaciones indirectas.

El Ejército israelí emitió ayer domingo nuevas órdenes de evacuación para los civiles del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, y les pidió que se desplacen a la ya abarrotada zona humanitaria de Mawasi, junto a la costa del enclave.

Israel suele ordenar la evacuación de áreas del enclave desde las que detecta lanzamientos de proyectiles de las milicias palestinas poco antes de bombardearlas.

Los lanzamientos de proyectiles por las milicias palestinas en Gaza contra Israel se han vuelto cada vez menos frecuentes, después de 15 meses de guerra, pero de vez en cuando se registran incidentes similares.

Algunos de los últimos ataques del grupo terrorista Hamás y también de la Yihad Islámica se han producido desde el norte de la Franja, donde las tropas israelíes llevan más de tres meses con una incursión terrestre.

La respuesta de Israel, cuando se producen estos ataques, es pedir a los civiles que vayan a la zona humanitaria de Mawasi, donde el 90% de los que viven allí son desplazados que sobreviven en tiendas de campaña cerca de la playa y con pobres condiciones humanitarias.