Gustavo Carabajal, La Nación (GDA)/ Buenos Aires
Con 88 de sus integrantes con pedidos de captura y solicitudes de información requeridas por diversas fuerzas de seguridad del mundo, el Tren de Aragua se convirtió en una de las mayores organizaciones criminales de América Latina.
En los últimos meses, la banda transnacional llegó a las puertas de la frontera argentina. Y se denunciaron actividades de algunos integrantes del grupo criminal en Uruguay y Bolivia. Según un informe reservado elaborado por la entidad que agrupa a las principales fuerzas de seguridad del mundo, la megabanda polidelictiva originada en Venezuela expandió también sus operaciones a Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Brasil.
Sus planes de expansión apuntan a llegar a los Estados Unidos y México, donde se registró la participación de criminales aragüeños en el tráfico de ciudadanos venezolanos desplazados por la crisis humanitaria en el país gobernado por Nicolás Maduro. Aunque todavía no existen investigaciones judiciales o policiales que indiquen la participación de integrantes del tren de Aragua en la Argentina, el país comenzó a sufrir los efectos de la instalación de la megabanda internacional en la región andina.
Hace un año, el Ministerio Público del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de Lomas de Zamora (Argentina) procesó a una banda integrada por adolescentes de entre 12 y 15 años de nacionalidad chilena conocida como los “Mata abuelos”. El tráfico de jóvenes chilenos a la Argentina fue parte de un plan organizado por un grupo delictivo que tenía como objetivo la utilización de menores no punibles para la ley argentina, para cometer delitos en el Gran Buenos Aires.
Los delincuentes idearon esa maniobra por dos motivos. Por un lado, porque la legislación chilena fijó en 14 años la edad de punibilidad de los menores. Pero, además, esos grupos que dominaban las actividades criminales en Santiago, Rancagua, Concepción y Arica fueron expulsados del territorio por personeros aragüeños que se instalaron en la zona. Allí, ahora, si alguien quiere robar en un territorio determinado debe pagar un tributo al Tren de Aragua.
Tan importante es la presencia de la organización criminal venezolana al otro lado de la Cordillera de los Andes que hubo rumores de que el líder de la banda, identificado como Héctor Rusthenford Guerrero Flores, se habría refugiado en Chile luego de haber escapado del penal de Tocorón, en el estado de Aragua, en Venezuela.
La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, incorporó al Tren de Aragua en la lista de organizaciones terroristas. Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, tiene dos pedidos de captura internacional. Se trata de las circulares rojas A-8671/9-2023, dictada por Interpol de Venezuela y la notificación A-8921/10-2023, dispuesta por las autoridades de Chile.
Guerrero Flores, nacido el 2 de diciembre de 1983 en el estado de Maracay, donde está el Centro de Detención de Aragua, huyó de ese penal en septiembre de 2023. Varios lugartenientes los acompañaron en la fuga. No obstante, referentes de diversas ONG defensoras de los derechos humanos en Venezuela afirmaron que faltaban al menos 1000 presos del penal de Tocorón.
Esto significa que el jefe de la banda criminal huyó acompañado por un verdadero ejército de laderos y colaboradores; un tercio de los 3000 miembros que tendría la organización delictiva distribuidos en la extensión de la Cordillera de los Andes, desde Santiago, en Chile, hasta Colombia, y ahora con ramificaciones en México y en la frontera con los Estados Unidos, donde el grupo policriminal enfocó sus operaciones en el tráfico de personas a través del Río Grande.

Quiénes son
Aunque el Tren de Aragua se hizo conocido internacionalmente hace cuatro años, la organización comenzó a operar hace 25 años.
En su origen funcionó como un “sindicato de trabajadores corruptos” que se formó con personal de la construcción de una obra ferroviaria que nunca se terminó. De forma gradual, el gremio corrupto se convirtió en una banda criminal.
El nombre del Tren de Aragua se consolidó por su origen, sustentado por las sumas de dinero que los delegados les pedían a los trabajadores para darles un puesto en la obra civil del ferrocarril que le daría conectividad al estado de Aragua con el resto de Venezuela.
Sin embargo, el crecimiento de la organización se produjo, curiosamente, cuando los principales líderes de ese grupo delictivo que se inició como un sindicato corrupto fueron detenidos por una sucesión de secuestros, extorsiones y homicidios ocurridos, especialmente, en el barrio San Vicente, cerca del penal de Tocorón. Así fue que la cárcel no resultó un obstáculo para las operaciones de delictivas de la banda, sino un trampolín que posibilitó que la organización aumentara el volumen del dinero obtenido por el cobro de las denominadas “vacunas”, tal como se conocía a los pagos que hacían los familiares de los presos comunes a cambio de protección.
Tras las rejas, El Tren de Aragua creció en cantidad de integrantes que, a medida que recuperaban la libertad, continuaban con su actividad delictiva y con la recaudación que surgía del narcotráfico, los secuestros, robos y el tráfico de personas.
En pocos años, el Tren de Aragua -que, al igual que otras organizaciones delictivas, como el Primer Comando de la Capital (PCC) y el Comando Vermelho, en Brasil, tiene sus bases de operaciones en las cárceles- sumó integrantes y ocupó territorios. Siempre con la metodología de aniquilar a la competencia sobre la base de sangre y balas o la de someter a las bandas locales para que paguen un tributo.
EE.UU. los envía a una cárcel de El Salvador
El Salvador recibió ayer domingo a 238 presuntos miembros de la banda criminal venezolana Tren de Aragua enviados por EE.UU. para ser recluidos en una prisión de máxima seguridad, luego de que el presidente Donald Trump invocara una antigua ley de tiempos de guerra para expulsarlos. Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, usada por última vez durante la Segunda Guerra Mundial, para emitir la orden de expulsión, pero el sábado un juez federal la suspendió, al parecer cuando los aviones ya se dirigían a El Salvador.
“Hoy llegaron a nuestro país los primeros 238 miembros de la organización criminal Tren de Aragua”, informó el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, en la red social X. Bukele publicó en X un video que muestra el operativo de traslado “inmediato” de los detenidos al Centro de Reclusión para Terroristas (Cecot), en Tecoluca, 75 km al sureste de San Salvador, donde, dijo, permanecerán por “un período de un año (renovable)”.
En una reunión con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, celebrada en El Salvador en febrero, Bukele se había ofrecido a encarcelar en su país a presos que enviara EE.UU. La Casa Blanca incluyó en febrero al Tren de Aragua, de origen venezolano, a la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), creada por salvadoreños y otros migrantes en las calles de Los Ángeles, y a seis cárteles mexicanos, en su lista de organizaciones terroristas.
Al emitir la orden de expulsión, Trump argumentó que tenía derecho a declararlos “enemigos extranjeros” bajo esa ley de hace más de dos siglos.
Los tres aviones con los presos aterrizaron en la madrugada de ayer en el aeropuerto salvadoreño. El Cecot es la prisión de máxima seguridad que el gobierno de Bukele levantó para encerrar a detenidos en el marco de su “guerra” en contra de las pandillas. AFP
Maduro contra la “ley de enemigos extranjeros”
El régimen de Nicolás Maduro en Venezuela rechazó ayer domingo la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, con lo que Caracas considera que Washington “criminaliza, de forma infame e injusta”, a los migrantes venezolanos, quienes, según el chavismo, son víctimas de las sanciones de EE.UU. y otros gobiernos occidentales.

A través de un comunicado, Venezuela expresó su “contundente” rechazo a la invocación de una “ley anacrónica, violatoria de los derechos humanos e ilegal”, un acto que, a su juicio, “evoca los episodios más oscuros de la historia de la humanidad”, y denunció de forma “enérgica” que sus connacionales en EE.UU. “están siendo sometidos a persecución”.
Según Washington, se busca acelerar las deportaciones masivas de los integrantes de la banda transnacional de origen venezolano Tren de Aragua, que “está perpetrando, intentando y amenazando con una invasión o incursión depredadora contra el territorio” estadounidense, dice la orden ejecutiva. La decisión establece que todos los venezolanos mayores de 14 años que pertenezcan al mismo, se encuentren en EE.UU. y no estén naturalizados o sean residentes permanentes legales, están sujetos a ser detenidos, retenidos y expulsados en calidad de enemigos extranjeros. EFE.