AFP
Respetado como médico pero criticado como político, el primer ministro Ariel Henry intentó perpetuarse en el poder más de lo previsto, hasta que la insurrección de los grupos armados que controlan gran parte de la capital de Haití, Puerto Príncipe, lo obligó a renunciar.
Henry tomó las riendas del poder en Haití tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, y debía haber dejado el cargo a principios de febrero.
Su renuncia fue incluso una exigencia expresa de las poderosas bandas criminales que mantienen en vilo a la población y controlan extensas zonas de Haití.
Henry aceptó renunciar finalmente este lunes, según confirmó en un video publicado en las redes sociales del gobierno haitiano.
El muy cuestionado político de 74 años se hizo un nombre en Haití gracias a su carrera profesional como neurólogo.
Después de estudiar medicina en la universidad francesa de Montpellier, dirigió el departamento de neurocirugía de uno de los hospitales privados más renombrados de Haití y ejerció como docente en las universidades estatales de Puerto Príncipe.
Su carrera política comenzó tarde. En enero de 2015, el presidente Michel Martelly lo nombró ministro del Interior, cargo que ocupó por menos de ocho meses.
Tras un cambio de gabinete, en septiembre de 2015 asumió la cartera de Asuntos Sociales y Trabajo durante algo más de seis meses, antes de dejar la escena política por más de cinco años.
En julio de 2021, el presidente Moïse lo eligió como su séptimo primer ministro.
Pero apenas dos días después de este nombramiento, el 7 de julio, Moise fue asesinado en su residencia particular por un comando armado integrado por exsoldados colombianos.
El magnicidio sumió al país en el caos.
Tras dos semanas de idas y vueltas y bajo la presión de embajadas extranjeras, Henry se instaló finalmente al frente de un gobierno que ya carecía de legitimidad.
La investigación del asesinato del presidente aumentó la desconfianza hacia su figura: la noche del asesinato, Henry mantuvo varios contactos telefónicos con uno de los principales sospechosos, Joseph Félix Badio.
Henry no desmintió haber llamado a Badio, quien habría sido geolocalizado dos horas después del asesinato en el distrito donde se encuentra la residencia de Moise. Solo dijo que le cuesta recordar los nombres de todas las personas a las que llamó ese día y el tenor de las conversaciones.
Mucho antes de la muerte de Moise, las pandillas habían extendido su poder sobre el territorio haitiano. Hoy controlan gran parte de Puerto Príncipe, imposibilitando el transporte seguro por carretera hacia la mitad sur del país y bloqueando el acceso a las oficinas del primer ministro.
Henry gobernaba desde su residencia oficial.
El 1 de enero de 2022, se vio obligado a huir bajo una lluvia de disparos durante la ceremonia por el Día Nacional de Haití organizada en la ciudad de Gonaives.
Este “intento de asesinato”, que denunció con firmeza, no impidió a Henry mantener su programa político, similar al del difunto Moïse, a saber, la organización de elecciones y la adopción de una nueva Constitución.
Con un primer ministro impopular y cuestionado al frente, Haití se embarcó en el cuarto régimen de transición de la historia de su joven democracia, nacida tras la caída de la dictadura de los Duvalier en 1986.
Al final fue la crisis actual la que precipitó su caída, después de que las pandillas se unieran con el objetivo declarado de derrocar al primer ministro.
Cuando estalló la crisis actual, Henry se encontraba en Kenia para firmar un acuerdo de envío de policías kenianos a Haití en el marco de una misión internacional apoyada por la ONU y Estados Unidos. Su avión, que no pudo aterrizar en Haití por la inseguridad, le llevó finalmente a Puerto Rico, desde donde anunció su renuncia el lunes.
Kenia frena envío de la misión policial
Kenia suspendió el envío de policías a Haití, asolado por la violencia, previsto como parte de una misión internacional respaldada por la ONU. Korir Sing’oei, secretario principal de Relaciones Exteriores del país africano, declaró a AFP que se produjo un “cambio fundamental en las circunstancias como consecuencia de la ruptura total de la ley y el orden y la posterior dimisión del primer ministro de Haití”. En respuesta al anuncio de Kenia, Estados Unidos afirmó que no veía la necesidad de retrasar la misión, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Dictadores, golpes y elecciones
Duvalier. En 1986, el dictador Jean-Claude Duvalier, presidente desde 1971, es expulsado por un levantamiento popular y el ejército toma el poder. Duvalier se radicó en Francia y no volvió a Haití hasta 25 años después.
“Baby Doc” se había convertido en presidente vitalicio a los 19 años después de la muerte de su padre, François Duvalier, conocido como “Papa Doc”.
Aristide. El 30 de septiembre de 1991, el sacerdote salesiano Jean-Bertrand Aristide, elegido presidente en 1990, es derrocado por un golpe militar y se exilia. Cuatro años después es restituido en el poder por una intervención militar de EE.UU. y termina su mandato en 1996, cuando le sucede René Préval. Reelegido en 2000, Aristide deja nuevamente el poder y se exilia en 2004.
Durante dos años, el país queda bajo el control de la ONU, que despliega una fuerza internacional (Uruguay es parte de esa misión). En 2006, Préval es nuevamente elegido presidente. Al día de hoy.
Moise. Michel Martelly, elegido en 2011, termina su mandato en 2016 sin sucesor tras la cancelación de las presidenciales. Jovenel Moise es elegido en una nueva votación en noviembre de 2016. El 7 de julio de 2021, Moise es asesinado en su casa por un comando armado. El primer ministro Ariel Henry, nombrado poco antes, asume la gestión de forma interina.