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La extrema derecha "a las puertas del poder" en Francia con Le Pen, pese a amplia coalición de Macron

El partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y sus aliados obtuvieron más del 33% de votos en la primera vuelta de las elecciones legislativas celebradas el domingo.

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Macron. El presidente francés termina su período de gobierno en 2027, podría gobernar hasta entonces sin mayorías parlamentarias.
Macron: el presidente francés termina su período de gobierno en 2027, podría gobernar hasta entonces sin mayorías parlamentarias.
Foto: AFP

AFP, EFE
En Francia la alianza de centroderecha del presidente Emmanuel Macron y la coalición de izquierdas iniciaron ayer lunes una semana de campaña decisiva para evitar la llegada de un nuevo gobierno de extrema derecha en la Unión Europea.

El partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y sus aliados obtuvieron más del 33% de votos en la primera vuelta de las elecciones legislativas celebradas el domingo.

RN puede obtener la mayoría simple, e incluso absoluta, de los 577 diputados de la Asamblea Nacional tras el balotaje del domingo 7 de julio, allanando el camino a un gobierno ultraderechista.

“La extrema derecha está a las puertas del poder”, “ningún voto debe ir a RN”, advirtió el domingo por la noche el primer ministro, Gabriel Attal. Sin embargo, esta posibilidad no se anuncia fácil.

Francia escoge a sus 577 diputados en sendas circunscripciones uninominales, con un sistema mayoritario a dos vueltas. Al balotaje pueden acceder en cada circunscripción dos, tres o más candidatos.

Con un RN en posición de fuerza, la presión se recrudeció sobre sus rivales para que se retiren en caso de balotajes con tres candidatos y aumentar así las opciones del mejor posicionado contra un rival ultraderechista.

“Tras la conmoción, hacer frente unidos”, llamaba ayer lunes en portada el diario de izquierda Libération, junto a una imagen en blanco y negro del candidato de extrema derecha a primer ministro, Jordan Bardella, de 28 años.

Los partidos franceses han aplicado tradicionalmente la política del “cordón sanitario” para aislar al partido heredero del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, conocido por sus comentarios racistas y antisemitas.

Pero el principal escollo para su aplicación son las reticencias del oficialismo a llamar a votar por candidatos de La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), partido que Macron calificó de “antisemita” y “antiparlamentario”.

Pese a esas críticas que LFI rechaza categóricamente, la izquierda -desde el sector socialdemócrata hasta el anticapitalista- se presentó unida en el Nuevo Frente Popular (NFP), que llegó en segunda posición el domingo con casi el 28% de los votos.

Macron, cuyo bloque de centroderecha terminó tercero con solo 20% de votos, llamó a una alianza “amplia” contra la extrema derecha durante la segunda vuelta, pero sin aclarar si apoyarán a candidatos de izquierda radical.

Marine Le Pen, de Agrupación Nacional (RN).
Marine Le Pen, de Agrupación Nacional (RN).
Foto: AFP.

La llegada al poder de la extrema derecha, por primera vez desde la Liberación de Francia de la ocupación de la Alemania nazi en 1945, sumaría un nuevo país en la UE gobernado por esta tendencia, como Italia.

Toda Europa tenía ayer lunes los ojos puestos en Francia. “Nadie puede permanecer indiferente (...) si en casa de nuestro cercano socio y mejor amigo un partido que ve en Europa el problema y no la solución gana ampliamente”, declaró la jefe de la diplomacia alemana, Annalena Baerbock.

El presidente español, el socialista Pedro Sánchez, afirmó que mantiene la “esperanza en la movilización de la izquierda francesa”. En Reino Unido, que el jueves celebra elecciones legislativas, el jefe del partido laborista Keith Starmer, estimó que la “lección” que saca de los comicios franceses es que se debe “responder a las preocupaciones cotidianas” de los electores.

Otros en cambio recibieron con entusiasmo el resultado, como la primera ministra italiana Giorgia Meloni, que celebró que la “demonización” de la extrema derecha ya no funciona.

Estados Unidos declaró que tiene previsto mantener su estrecha cooperación con Francia independientemente del resultado electoral.

Rusia, a su vez, dijo que sigue “muy de cerca las elecciones en Francia”. La victoria de la ultraderecha podría debilitar la política de Macron de apoyo a Ucrania, frente a Rusia. Aunque el partido de Le Pen, cuyos detractores la consideran cercana a la Rusia de Vladimir Putin, asegura que apoya a Ucrania y que quiere evitar una escalada con Moscú.

ADEMÁS

Le Pen intentará acordar mayoría

La Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y Jordan Bardella estudia un acuerdo con Los Republicanos (LR), el partido de la derecha clásica francesa, para disponer de una mayoría con la que formar Gobierno tras las legislativas.

“Vamos a estudiar cada circunscripción caso por caso”, explicó Bardella en declaraciones a la prensa cuando se le preguntó por la posibilidad de que algunos de sus candidatos renuncien a presentarse en la segunda vuelta el próximo domingo y así propiciar la victoria de otros candidatos de derechas. “Si tenemos que impedir una posible victoria de candidatos de La Francia Insumisa (LFI) y de la extrema izquierda, vamos a examinarlo caso por caso”, insistió en referencia a la renuncia de algunos de sus candidatos.

RN y sus aliados conservadores consiguieron este domingo el 33,15 % de los votos en la primera vuelta.

Pero los primeras proyecciones que han hecho los institutos de sondeos hacen muy poco probable que consiga mayoría absoluta (al menos 289 escaños) en la segunda vuelta.

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