La frágil salud del Papa desata rumores y críticas en el Vaticano

Francisco fue dado de alta tras pasar tres días internado por bronquitis.

Compartir esta noticia
Papa Francisco
Papa Francisco
Foto: EFE.

El papa Francisco, de 86 años, fue dado de alta ayer sábado del hospital romano en el que estuvo internado tres días por una bronquitis. “Aún estoy vivo”, dijo el pontífice argentino a fieles y periodistas congregados frente al hospital Gemelli de Roma.

Su hospitalización desató interrogantes sobre el futuro de su papado, y alimentó los rumores y críticas de sus enemigos que ansían un nuevo líder para la Iglesia católica. Los sectores más conservadores han desafiado abiertamente al pontífice argentino, a quien acusan de minar las enseñanzas doctrinales con sus aperturas, al instar por una iglesia más tolerante.

Su frágil salud ha “dado oxígeno” a quienes buscan presentarlo como una persona débil y esperan que siga el ejemplo de su predecesor, Benedicto XVI, quien renunció en 2013, cuando percibió que sus fuerzas físicas y mentales no bastaban, comentó Robert Mickens, director del diario religioso La Croix International, consultado por la AFP.

Francisco, quien tiene una serie de problemas físicos y se desplaza en silla de ruedas, ha sido muy ambivalente sobre el tema de su renuncia.

En varias ocasiones ha dicho que renunciaría al cargo si no se siente capaz de cumplir con su trabajo, aunque insistió en febrero que ese tema no estaba en su agenda. Las tres noches que pasó esta semana en el Gemelli provocaron una “agitación febril” tanto entre sus aliados como entre sus críticos, sostiene Massimo Franco, experto en asuntos del Vaticano del diario italiano Corriere della Sera.

“Las especulaciones sobre el futuro del pontificado son ahora menos teóricas”, escribió Franco.

Después de la muerte el pasado 31 de diciembre de Benedicto XVI, referente intelectual para los ultraconservadores, estos últimos intensificaron las críticas contra Francisco. Al ser preguntado al respecto, el pontífice argentino dijo que no quiere que las renuncias de un jefe de la iglesia católica se conviertan en la norma.

Sin embargo, ha dejado abierta la posibilidad de seguir los pasos de Benedicto XVI e incluso describió cómo sería en su caso la jubilación, diciendo que viviría en Roma, posiblemente como un simple sacerdote y que no usaría la sotana blanca papal.

El vaticanista Iacopo Scaramuzzi considera que algunos enemigos de Francisco alimentan los rumores a través de una vieja táctica: usar la salud como una herramienta de batalla e “inflar las noticias parcialmente verdaderas o inventarlas por completo”.

En octubre de 2015, cuando el papa latinoamericano pedía a la iglesia que fuera más indulgente con las personas divorciadas que se habían vuelto a casar, el Vaticano tuvo que negar los rumores lanzados por los ultraconservadores de que Francisco tenía un tumor cerebral. “Vuelve de nuevo ese juego”, escribió Scaramuzzi, al referirse a los rumores que circulaban sobre el supuesto cáncer generalizado que decían padecía desde que fue operado de colon en 2021.

El Vaticano proporciona información poco precisa sobre la salud del Papa, lo que alimenta el clima de conspiración. “Si está enfermo de algo más, si tiene un tumor como algunos han sugerido, simplemente no lo vamos a saber”, lamentó Mickens.

“Se vuelve un juego: el reloj de la muerte”, comentó irónico el experto.

Francisco saludó a los fieles al salir del hospital

El papa Francisco abrazó y consoló a un padre y una madre desconsolados por la muerte de su hija pequeña durante su salida del hospital Gemelli de Roma, donde ha permanecido ingresado desde el miércoles a causa de una bronquitis. Al abandonar el centro de salud, el pontífice decidió parar el coche en el que regresaba al Vaticano para saludar y charlar con los fieles que lo esperaban en la puerta. El Papa se encontró con dos padres, Serena y Matteo, rotos del dolor por la muerte de su hija, de solo cinco años, la noche antes. En ese momento el papa abrazó contra su pecho a la madre, que lloraba desconsoladamente y repetía “gracias”. “Recemos por Angélica”, animó entonces Bergoglio, que los tomó de la mano para iniciar una oración, después de regalarles unos rosarios.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

papa francisco

Te puede interesar