Agencia EFE, AFP
El riesgo de una escalada de la guerra entre Israel y el grupo terrorista chií libanés Hezbolá se agrava tras el ataque mortal en los Altos del Golán del sábado que dejó doce niños muertos y otros treinta heridos, ante lo que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que los responsables "pagarán un alto precio".

Como primera respuesta al ataque terrorista, el más grave contra Israel desde el 7 de octubre, el ejército bombardeó este domingo siete regiones en el interior y sur de Líbano. EE.UU. y otros países reclaman una desescalada urgente porque el conflicto está tomando el perfil de “guerra total”.

Netanyahu, que estaba de visita en EE.UU., adelantó su regreso al ser informado del ataque en los Altos del Golán y aterrizó este domingo en el aeropuerto de Tel Aviv, desde donde se desplazó a la base de Kirya para una “evaluación de la situación” y luego convocó al gabinete político y de seguridad para “decidir los próximos pasos”.

“Hezbolá pagará un alto precio que no ha pagado hasta ahora”, había advertido horas después del impacto del cohete del sábado sobre un campo de fútbol en Majdal Shams, donde los niños que resultaron víctimas, estaban jugando.

En respuesta, Israel bombardeó simultáneamente siete regiones del interior y sur de Líbano: contra las zonas de Sabrinha, Borj El Chmali, Beka’a, Kfar Kila, Rab a-Taltin, al Khyam y Tir Hafa, aunque la jerarquía militar israelí ha advertido de que la represalia no se quedará ahí.

“Estamos aumentando en gran medida nuestra preparación para la próxima etapa en la lucha en el norte”, aseguró el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, en una visita al campo de fútbol, para después reunirse con la cúpula militar y de inteligencia para “evaluar la situación y aprobar “planes operativos para la arena norte”.

El grupo terrorista Hezbolá reivindicó varios ataques contra el Golán, pero negó responsabilidad en el impacto mortal en Majdal Shams. “Hezbolá, satélite de Irán, estuvo detrás del ataque. No puede ocultarlo pese a sus desmentidos ridículos”, dijo el ministro de Defensa, Yoav Gallant, tras una reunión en el Comando Norte del Ejército, en Safed.

Foto: Kawnat Haju/AFP.

En una plaza en el corazón de la ciudad drusa miles de ciudadanos, la mayoría drusos con vestimentas negras, se agolparon a pie de calle, tejados y balcones al paso de los féretros blancos con los menores fallecidos, de entre 10 y 16 años.

“Las imágenes del horror jamás se borrarán. Ese sábado negro quedará grabado en nuestra memoria como un punto bajo de la humanidad”, leyó el líder espiritual druso Sheikh Mowafaq Tarif, en la ceremonia.

Algunos de los ministros del Gobierno presentes en el funeral, como el de Finanzas, Bezalel Smotrich, o de Economía, Nir Barkat, fueron abucheados e increpados por algunos de los asistentes. “¡Sáquenlos de aquí! ¡No los queremos!”, gritó un hombre. “¿Nos abandonaron durante nueve meses y ahora vienen aquí?”, clamó otro asistente.

También acudió el líder de la oposición, el centrista Yair Lapid, quien acusó al Gobierno de fracasar en su obligación de brindar seguridad a los ciudadanos, “especialmente a los niños”.

La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde el 8 de octubre, y la situación está escalando cada vez más, al tiempo que -paradójicamente- las negociaciones entre Israel y los terroristas de Hamás está avanzando. Distintas voces se han levantado en todo el mundo, pidiendo “moderación” en esta guerra que se está extendiendo, para evitar una mayor catástrofe.

El primer ministro libanés, Najib Mikati, mantuvo este domingo reuniones diplomáticas para “proteger al Líbano” por un posible ataque en represalia por la acción de ayer atribuida a Hezbolá contra los Altos del Golán. “La posición libanesa es comprendida por todos los amigos del Líbano y se están llevando a cabo conversaciones en varias direcciones internacionales, europeas y árabes para proteger al Líbano, y alejar de él los peligros”, indicó la oficina del primer ministro en comunicado.

Mikati aseguró que “la solución pasa por alcanzar un alto el fuego general y la plena aplicación de la resolución internacional 1701” -que desmilitariza la línea azul de separación entre Israel y el Líbano-, para “librarse del inútil ciclo de violencia y no verse arrastrados a una escalada”.

El cohete que impactó el sábado en un campo de fútbol de la ciudad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán, que mató a 12 niños israelíes, no pudo ser interceptado ni provocó que las sirenas sonaran con más antelación debido a la “topografía compleja” del lugar, según la investigación preliminar del Ejército.

El cohete fue detectado por Israel desde el momento de su lanzamiento, pero solo pasaron 20 segundos desde que sonaron las sirenas hasta que el proyectil impactó, matando a los menores, debido a la corta distancia, según esas conclusiones iniciales difundidas por la radio oficial del Ejército.

El sistema de defensa israelí Cúpula de Hierro no lanzó ningún interceptor ante la improbabilidad de derribarlo.

Tras el cohete que mató a los niños en los Altos del Golán, Israel dijo que es el momento para que el mundo responsabilice “plenamente a Irán y a sus aliados”, señalando a los terroristas de Hezbulá, Hamás y los rebeldes hutíes de Yemen. Esta tragedia ocurre cuando se está a punto de firmar un acuerdo de alto al fuego e intercambio de rehenes entre Israel y Hamás, abriéndose así nuevas incertezas.

Las negociaciones para un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes en la Franja de Gaza “seguirán en los próximos días”, dijo ayer en un comunicado la Oficina del Primer Ministro israelí, después de que el jefe de la inteligencia exterior (Mosad), David Barnea, regresara de una reunión en Roma con los mediadores.

“En la reunión, las partes trataron el documento con las clarificaciones sobre el borrador de acuerdo que fue propuesto por Israel”, explicó la oficina de Benjamín Netanyahu. “Las negociaciones sobre los asuntos clave seguirán en los próximos días”, añadió. Fuentes egipcias confirmaron el sábado que las delegaciones mediadoras de Egipto, Catar y Estados Unidos se reunieron ayer en Roma con Barnea para seguir con las negociaciones para una tregua en Gaza. Al respecto, Israel está tratando de introducir enmiendas al plan para una tregua, como por ejemplo examinar a los desplazados a su regreso al norte de Gaza cuando comience el alto el fuego.

Paralelamente, el Ejército israelí ordenó ayer la evacuación de nuevos barrios de la castigada localidad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. La solución que da Israel a los gazatíes que es vayan a la “zona humanitaria” de Mawasi, al oeste de Jan Yunis.