The New York Times, EFE
El bombardeo anoche por parte de Israel de un bastión de Hezbolá al sur de Beirut y la invasión terrestre israelí en el sur del Líbano dejan cada vez más claro que la guerra contra la organización terrorista chíi apoyada por Irán ha tomado una escala completamente nueva.
Anoche Israel llevó a cabo un potente ataque aéreo en Dahiya, al sur de Beirut, cerca de donde, apenas una semana antes, había matado al líder de Hezbolá, Hasán Nasrala. Esta vez, los aviones de guerra israelíes apuntaron a su presunto sucesor, Hashem Safieddine.
No se confirmó si Safieddine murió en el ataque, que desencadenó enormes explosiones y dejó parte de la zona densamente poblada en un paisaje de hormigón irregular, metal retorcido y escombros humeantes.
Además de los ataques sistemáticos de Israel contra los líderes de Hezbolá, el Ejército israelí parece dispuesto a aumentar sus operaciones terrestres en el sur del Líbano, donde está tratando de detener el lanzamiento de cohetes del grupo terrorista. Las nuevas órdenes de evacuación emitidas por Israel ayer viernes elevaron a 87 el número total de comunidades libanesas cuyos residentes han sido obligados a abandonar el país.
Casi una docena de soldados israelíes han muerto en esos enfrentamientos terrestres hasta el momento, incluidos dos en el norte de Israel, según anunció el Ejército de Israel ayer viernes.
Hezbolá comenzó a disparar contra el norte de Israel al día siguiente de los ataques del 7 de octubre de 2023 del grupo terrorista palestino Hamás, que con su acción provocó la guerra en Gaza. Pero ahora Israel parece dispuesto a librar una guerra total contra Hezbolá, un acontecimiento que los habitantes de la región habían temido y esperado durante mucho tiempo.
También crece la preocupación de que el aliado de Hezbolá, Irán, pueda verse arrastrado más directamente a una guerra con Israel.
Sermón con fusil
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí, advirtió ayer viernes de que se lanzarán más ataques contra Israel “si es necesario”, días después de que la República Islámica disparara casi 200 misiles contra Israel en represalia por el asesinato de líderes de los grupos terroristas apoyados por Irán.
En un sermón poco común en Teherán, Jameneí también elogió a Nasrala, su amigo y aliado; justificó los ataques del 7 de octubre contra Israel como “lógicos”; y, en árabe, expresó su solidaridad con los palestinos y Hezbolá.
Jameneí encabezó la oración del viernes por primera vez en cuatro años. Lo hizo con un rifle en la mano durante el rezo colectivo en conmemoración del asesinado de Nasrala.
“Lo que hicieron nuestras fuerzas militares fue el menor de los castigos por la agresión del régimen israelí”, dijo la máxima autoridad política y religiosa de Irán en la mezquita del Imam Jomeiní de Teherán, donde se reunieron miles de fieles.
“Cada golpe al régimen sionista es un servicio a toda la humanidad”, afirmó Jameneí durante el discurso.
Este discurso, pronunciado en árabe y no en farsi -idioma más hablado en Irán- es el primero de Jameneí desde que la República Islámica lanzara el segundo ataque de su historia contra Israel.
Por su parte, la Guardia Revolucionaria de Irán advirtió de que golpeará la industria energética de Israel si es atacado por ese país, que a su vez ha prometido venganza por el bombardeo con misiles iraní de la noche del martes.
Pero mientras Jameneí habla en Teherán, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, estaba en Beirut y parecía ansioso por transmitir la disposición de Irán a apoyar un alto el fuego conjunto en el Líbano y en la Franja de Gaza. Este contraste puso de relieve los esfuerzos de Irán por afirmar su poder regional y, al mismo tiempo, limitar los daños a su territorio y a su población.
Cae otra pieza clave
El Ejército israelí comunicó ayer la muerte del responsable de la unidad de comunicaciones de Hezbolá, Muhammad Rashid Safaki, en el bombardeo que lanzó contra Beirut, tanto en el sur como en su centro histórico el jueves por la noche.
“Muhammad Rashid Safaki era un alto terrorista de Hezbolá, responsable de la unidad de comunicaciones desde el 2000”, dijo un comunicado castrense, que vincula estrechamente a Safaki con los altos cargos de la organización terrorista.
El Ejército israelí anunció además la muerte de al menos 250 milicianos de Hezbolá desde el inicio de la ofensiva terrestre el martes, tanto en intercambios de fuego como en bombardeos, y afirmó que más de 2.000 objetivos militares han sido atacados.
Bombardeo al centro de comando de Hamás
El Ejército israelí informó anoche que ha golpeado a terroristas en un centro de control y comando de Hamás situado en la escuela Ahmad Kurd, en el centro de la Franja de Gaza.
En un comunicado, explicó que llevó a cabo esta operación con la ayuda de la inteligencia militar y que este centro de control y comando estaba dentro de un recinto que “anteriormente servía como la escuela Ahmad al Kurd”, en Deir al Balah, en Gaza.
Aseguró que antes de este bombardeo tomó “muchas medidas” para mitigar el riesgo de daños a civiles, incluyendo el uso de munición de precisión y vigilancia aérea, entre otros.
La agencia de noticias palestina Wafa, que citó a fuentes médicas, señaló que al menos ocho civiles murieron y que varios resultaron heridos por bombardeos israelíes contra el campo de Al Nuseirat y Deir al Balah, en la parte central de Gaza. Siete perdieron la vida por ataques aéreos en Al Nuseirat, mientras que uno murió por un bombardeo en Deir al Balah.
EE.UU. pide no atacar el petróleo de Irán
El presidente estadounidense, Joe Biden, instó ayer viernes a Israel a no atacar las instalaciones petroleras de Irán, tras haber reconocido el jueves que se considera esta posibilidad.
“Si yo estuviera en su lugar, estaría pensando en otras alternativas que no fueran atacar campos petroleros”, declaró Biden a periodistas.
El temor a una escalada del conflicto en Medio Oriente se intensificó después de que el martes Irán lanzó casi 200 misiles contra Israel y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que la República Islámica pagará por su “gran error”. El ejército israelí prometió asestar “duros golpes” al grupo terrorista proiraní Hezbolá en Líbano, donde sus tropas libran combates terrestres apoyados por ataques con aviones.
Los precios del petróleo subieron el jueves por el temor a un conflicto generalizado en Medio Oriente.
“Lo más importante que podemos hacer es tratar de movilizar al resto del mundo y a nuestros aliados” para aplacar las tensiones entre Israel e Irán, declaró ayer viernes a periodistas en la Casa Blanca.
“Pero cuando tienes grupos (proiraníes) tan irracionales como Hezbolá y los hutíes (de Yemen) es difícil”, agregó.
Biden eludió una pregunta sobre si creía que Netanyahu estaba retrasando la firma de un acuerdo de paz para intentar influir en las elecciones estadounidenses.
“Ninguna administración ha ayudado a Israel más que yo. Ninguna, ninguna, ninguna. Y creo que Bibi (el apodo de Netanyahu) debería recordarlo”, respondió Biden. “Y si está intentando influir en las elecciones, no lo sé, pero no cuento con ello”, añadió.
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