EFE, AFP
Ucrania golpeó ayer jueves por segundo día consecutivo la península de Crimea, donde debilitó las defensas antiaéreas rusas en una nueva operación especial destinada a aislar la anexionada región de la Rusia continental. Al mismo tiempo, Ucrania acusó a Corea del Norte, cuyo dictador, Kim Jong-un, se reunió el miércoles con el presidente ruso, Vladímir Putin, de haber suministrado ya armamento a Rusia.
Si el miércoles los misiles de crucero ucranianos dejaron fuera de combate un submarino y un buque de desembarco en un astillero del puerto de Sebastopol, ayer jueves los ucranianos atacaron la defensa antiaérea enemiga cerca de la ciudad de Eupatoria, en el oeste de Crimea.
Según una fuente de la contrainteligencia militar del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), durante la operación fue destruido un sistema de defensa antiáerea S-400 (Triumph), valorado en 1.200 millones de dólares. Para ello, drones ucranianos destruyeron primero los “ojos” del sistema, es decir, las radares y las antenas que les avisan de la aproximación de un posible objetivo enemigo.
En su ataque Ucrania utilizó tanto drones como los temidos misiles Neptun, que ya utilizó en el pasado para golpear la flota rusa del mar Negro.
Mientras, el Ministerio de Defensa ruso informó de que sus baterías antiaéreas destruyeron once drones aéreos en Crimea y otros cinco náuticos que habían intentado atacar de nuevo buques de la Armada rusa. En esta ocasión, el objetivo era el buque de patrulla costera “Serguéi Kótov”.
“Los objetivos son legítimos, son objetivos militares”, explicó Hanna Maliar, viceministra de Defensa ucraniana.
Las autoridades ucranianas habían prometido “nuevas sorpresas” a los rusos en Crimea, que cumplirá en marzo próximo diez años de anexión rusa.
En las últimas semanas Ucrania ha utilizado misiles y drones marítimos y aéreos para atacar bases rusas en Crimea y buques de guerra de la flota rusa cerca de la costa de esa península ocupada.
Kiev busca así acercarse a su objetivo de recuperar la península y restablecer la libertad de navegación en el Mar Negro, cuyo bloqueo por parte de Rusia ha privado de acceso al mar a las exportaciones y las importaciones ucranianas.
En otro de los frentes que tiene esta guerra, las autoridades ucranianas ordenaron ayer jueves evacuaciones de civiles en la región de Jersón, en el sur del país, controlada parcialmente por las fuerzas rusas y bombardeada por Ucrania con regularidad.
“El Consejo de Defensa regional de Jersón decidió evacuar de manera obligatoria a las familias con niños de aquellas localidades sometidas a bombardeos constantes por parte del enemigo” ruso, indicó en Telegram el gobernador, Oleksandr Prokudin.
En la región de Jersón, las tropas rusas controlan las zonas que se encuentran al sur del río Dniéper, tras haberse retirado el año pasado de la capital regional, a la que regularmente bombardean.
Prokudin también dijo que las autoridades regionales de Jersón se preparan a “situaciones de urgencia” en el suministro de electricidad durante el próximo otoño e invierno.
Arsenal norcoreano.
En otro orden, Ucrania acusó a Corea del Norte de haber iniciado ya hace “mes y medio” los suministros de armamento al Ejército ruso, que habría gastado más de 10 millones de proyectiles en la guerra solo en 2022.
Según el jefe de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Kirilo Budánov, se trataría de proyectiles de calibre 122 milímetros y 152 mm para piezas de artillería, algo que ya había adelantado la pasada semana la prensa occidental.
Corea del Norte, adonde viajó en julio el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, también habría entregado en las últimas semanas a Moscú misiles para lanzaderas Grad, sistema de fabricación soviética. Al respecto, el Kremlin ni calla ni otorga.
El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, comentó ayer en su rueda de prensa diaria que ese es un asunto “muy sensible”.
“Corea del Norte es nuestro vecino y tenemos intención de desarrollar las relaciones en todos los ámbitos posibles, que es lo que haremos”, añadió.
Zelenski en la ONU.
En el plano diplomático, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, prepara una campaña diplomática para recuperar la iniciativa tras la reciente negativa del G20 reunido en India a condenar a Rusia.
Para ello, Zelenski viajará la próxima semana a Nueva York con el fin de intervenir ante la Asamblea General de la ONU y reunirse con el mayor número de dirigentes posible, incluido el secretario general, António Guterres.
La prensa, que ya ha catalogado el viaje como una “operación diplomática especial”, destaca que Zelenski tiene intención de hacer hincapié en el sur global, ya que es donde hay más indecisos y clientes de los hidrocarburos, el grano y el armamento ruso.
Advertencia e invitación
Estados Unidos, Corea del Sur y Japón lanzaron ayer jueves una advertencia a Vladímir Putin y a Kim Jong-un, instándoles a que eviten cualquier acuerdo de intercambio de armamento. Los tres países se posicionaron así después de la cumbre que celebraron Putin y Kim en el cosmódromo de Vostochni, en la región siberiana de Amur. Aunque no se han hecho públicos los detalles del encuentro, Putin afirmó a la televisión pública Rossía-1 que hay espacio para la cooperación militar y espacial con Corea del Norte. El principal asesor del presidente Joe Biden para exteriores, Jake Sullivan, mantuvo ayer jueves una llamada telefónica con sus homólogos de Japón, Akiba Takeo, y Corea del Sur, Cho Tae-yong, para analizar la cumbre entre Kim y Putin. En esa llamada, los tres advirtieron que cualquier exportación de armas desde Corea del Norte a Rusia violaría directamente múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Putin aceptó una invitación de Kim Jong-un para visitar Corea del Norte, tras la cumbre en la que anunciaron el reforzamiento de la cooperación entre ambos países. Durante su encuentro Putin y Kim se regalaron mutuamente un rifle. Putin también obsequió a Kim con un guante de un traje espacial que ha estado varias veces en el espacio. Estos regalos son muy simbólicos en un momento en que Estados Unidos sospecha que Rusia quiere llegar a un acuerdo con Corea del Norte para suministrar armas a Moscú para su guerra en Ucrania.
Reunión "abierta y cordial" del representante del Papa en China
El emisario del papa Francisco para la paz en Ucrania se reunió ayer jueves con un representante del Ministerio de Exteriores chino en Pekín.
En su visita de tres días a Pekín, el cardenal italiano Matteo Zuppi se reunió con Li Hui, representante especial para asuntos euroasiáticos, para mantener una conversación “abierta y cordial”, precisó el Vaticano en un comunicado. La conversación se centró en “la guerra en Ucrania y sus dramáticas consecuencias, insistiendo en la necesidad de aunar esfuerzos para fomentar el diálogo y encontrar caminos que lleven a la paz”.
Zuppi, también presidente de la conferencia episcopal italiana, fue elegido en mayo por el papa Francisco para liderar una misión de paz y tratar de parar la guerra en Ucrania.
El cardenal, de 67 años, viajó a Kiev en junio para reunirse con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. Tres semanas después viajó a Moscú, donde tuvo un encuentro entre otros con María Lvova-Belova, comisaria rusa para la infancia y objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) por “deportación ilegal” de menores ucranianos a Rusia.
En julio fue recibido por el presidente estadounidense Joe Biden.