AFP, EFE
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó ayer jueves a Rusia de preparar un “atentado terrorista” que implica una fuga radiactiva en la central de Zaporiyia, ocupada por las tropas rusas en el sur de Ucrania.
“Nuestra inteligencia obtuvo información de que Rusia está considerando el escenario de un atentado terrorista en la central de Zaporiyia, un ataque con liberación de radiación. Han preparado todo para ello”, dijo en Telegram.
Los temores sobre la seguridad de la planta nuclear más grande de Europa, que empezaron con la invasión a Ucrania, se han visto exacerbados por la destrucción de una represa que proporcionaba el agua de refrigeración para los reactores.
El Kremlin rechazó las afirmaciones de Zelenski y recordó la reciente visita a la planta del jefe de la agencia nuclear de la ONU. “Es una nueva mentira. Acabamos de tener contactos con el Organismo Internacional de la Energía Atómica”, cuyo director Rafael Grossi visitó la semana pasada la central de Zaporiyia, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La central de Zaporiyia, la más grande de Europa, cayó en manos del ejército ruso el 4 de marzo de 2022. Según Ucrania, Rusia ha colocado tropas y armas dentro del complejo.
Puente en Crimea
Un bombardeo ucraniano dañó ayer jueves un puente que une la península de Crimea con una región del sur de Ucrania parcialmente ocupada por Rusia, último movimiento de una contraofensiva que llevará tiempo.
La península ucraniana de Crimea, ocupada por Rusia en 2014, sirve de base de retaguardia para las fuerzas rusas que participan en la invasión a Ucrania. Por eso, los pocos puentes que conectan las dos regiones son blancos esenciales para esa ofensiva
El puente atacado ayer se encuentra en la ruta más directa entre Crimea y Melitópol, ciudad tomada por Rusia en el sur de Ucrania.
Guerra hasta 2024
La contraofensiva ucraniana había generado expectativas de avances importantes entre los aliados occidentales. Pero el primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, advirtió ayer jueves en Londres que la operación “llevará tiempo”, sin dejar de declararse “optimista” sobre sus posibilidades de éxito.
Por su parte, altos representantes de la OTAN y de la Unión Europea coincidieron también ayer en que la guerra seguirá en 2024.
En un seminario sobre defensa en la ciudad española de Toledo, el vicesecretario adjunto de Asuntos Políticos y Seguridad de la OTAN, Javier Colomina, indicó que los próximos seis meses serán decisivos.
Matizó, sin embargo, que ve difícil el fin del conflicto porque Rusia tiene una gran capacidad de aguante y puede perder “cientos de miles de soldados sin inmutarse”.
Rusia pierde 1,7 soldados por cada uno de Ucrania, y no tiene “ningún problema” en 2.000 bajas diarias porque así ha afrontado los conflictos a lo largo de la historia.
Según Colomina, se pensaba que la sociedad rusa, en algún momento, se iba a sentir incómoda con la movilización de tropas, pero el presidente Vladímir Putin lo ha hecho de forma inteligente, sin tocar sectores como el universitario ni las clases medias y acomodadas. De ahí, aseguró, que un 70% de la sociedad rusa respalde la invasión a Ucrania.