MEXICO | AP y EL UNIVERSAL/ GDA

La semana pasada y después de tres años de silencio, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), decretó una alerta roja en todo el territorio rebelde, en el estado mexicano de Chiapas (en el sureste del país).

El movimiento indigenista no informó en su momento de las causas de esta sorprendente medida y hubo quienes especularon con que se alzaría nuevamente en armas, como ocurrió en 1994.

Muy por el contrario, los zapatistas dirigidos por el misterioso subcomandante Marcos, hicieron un plebiscito a sus bases sobre dar o no un viraje histórico: abandonar la lucha armada y transformarse en un grupo de acción política. La alerta roja continuó hasta este martes, cuando el movimiento guerrillero anunció que había concluido la consulta y que por 98% había triunfado la propuesta de salir de "la inmovilidad" y dar un nuevo paso.

El cambio es consecuencia del reconocimiento zapatista de que la guerrilla no logrará avances en el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los indígenas. "Hemos llegado a un punto en que no podemos ir más allá y, además, es posible que perdamos todo lo que tenemos si nos quedamos como estamos y no hacemos nada más para avanzar", reconoció un comunicado el grupo guerrillero en donde señala expresamente que la reorientación del movimiento no implica la vía de las armas.

Este extenso texto, difundido bajo el título de "Sexta declaración de la selva Lacandona", contiene, además, la primera iniciativa estrictamente política del EZLN: convoca a otros sectores sociales a unírsele. "Un nuevo paso adelante en la lucha indígena sólo es posible si el indígena se junta con obreros, campesinos, estudiantes, maestros, empleados... o sea, los trabajadores de la ciudad y el campo", señala el documento.

Hasta ahora no se conoció una respuesta de otras organizaciones sociales ni mayores detalles de la nueva estrategia del EZLN. Queda entonces la duda acerca del grado de formalidad política que adquirirán los zapatistas, quienes desde la década del 1980 aparecen en público con el rostro cubierto con un pasamontañas. La "Sexta declaración..." promete al final que "continuará".

REACCION. El gobierno mexicano del presidente Vicente Fox felicitó el giro que planea el ELZN y lo invitó al diálogo. "Espero que entremos de lleno a una participación política del señor Marcos en la vida civil y democrática de México", dijo ayer el mandatario y agregó: "Yo estoy a sus órdenes para trabajar en esta integración".

Más temprano, el vocero presidencial, Rubén Aguilar, se congratuló por la nueva iniciativa política que lanzará la guerrilla zapatista, al grado de que el Ejecutivo contempla la posibilidad de no ejercer acción penal alguna contra el subcomandante Marcos, sobre quien pesa una orden de captura.

En 1995, el gobierno federal mexicano identificó a Marcos como el ex profesor y filósofo Rafael Sebastián Guillén Vicente, ahora de 48 años, y giró una orden de aprehensión en su contra bajo los cargos de uso de armas exclusivas del Ejército, y terrorismo, entre otros delitos. Marcos aparece en público con pasamontañas y, muchas veces, fumando una pipa.

El EZLN se levantó en armas el 1º enero de 1994 y a los pocos días de combate contra las fuerzas militares declaró un cese al fuego, que se mantiene hasta ahora. Más tarde, inició un diálogo con el gobierno, que quedó suspendido desde setiembre de 1996.

En 2001, el movimiento emprendió una caravana que recorrió el país desde el territorio zapatista hasta la Ciudad de México, para exigir al Congreso que aprobara una ley de defensa de los derechos indígenas. Esta ley fue modificada por los legisladores y no llenó las expectativas del EZLN y de los grupos indígenas, que rompieron el diálogo con el gobierno federal.

Oculto siempre detrás de su pasamontaña y fumando pipa, Marcos es uno de los personajes más amados y a la vez resistidos de América Latina. Su identidad es un misterio, aunque una investigación del gobierno señaló hace diez años que se trata del ex docente de filosofía, Rafael Sebastián Guillén Vicente.

El no confirmó, ni desmintió la versión. "Marcos es gay en San Francisco, negro en Sudáfrica, asiático en Europa, chicano en San Isidro, anarquista en España, palestino en Israel, indígena en las calles de San Cristóbal, judío en Alemania, (...), escritor sin libro ni lectores, y es, seguro, zapatista en el sureste mexicano", dijo el subcomandante en unos de sus comunicados, en general cargados de doble sentido y cierto lirismo.

Gabriel García Márquez lo entrevistó en su guarida en Chiapas y le preguntó su edad. Marcos se echó a reír y contestó que tenía 518 años, los mismos que separan en el tiempo al inicio de la conquista española.