Por Tania Hernández Torres de El Tiempo/GDA
El 14 de abril de 2003 un grupo de 147 uniformados colombianos encontró una fortuna mientras patrullaban por la sierra de la Macarena, en el departamento del Meta. Los hombres estaban convencidos de que el hallazgo les cambiaría la vida para siempre, y lo hizo, pero no de la manera que ellos esperaban.

Los soldados encontraron alrededor de 40 mil millones de pesos (US$ 10.163.136) entre dólares y pesos colombianos en un campamento desocupado de las entonces guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El dinero estaba enterrado y camuflado con hojas y ramas.

El extenso pelotón estaba conformado por 15 oficiales, tres suboficiales y 129 soldados profesionales, que pertenecían a las compañías del Ejército Buitre y Demoledor.

“Eran unas 18 canecas (latas de basura) las que había. Solo billetes de 20 mil pesos (US$ 5). Estaban bien selladas con cinta y con químicos para que no se metieran las hormigas. Todos los billetes estaban intactos”, relató uno de los uniformados a El Tiempo años atrás.

Foto: EFE.

El exmilitar le contó a este diario que tras el primer hallazgo, empezaron a descubrirse cerca de 18 latas de basura, exactamente iguales a la primera. Estas estaban enterradas aproximadamente a 50 centímetros de profundidad, y, según aseguró, cada una tenía alrededor de 350 millones de pesos (US$ 88.462).

En los reportes oficiales, los soldados que se entregaron contaron que cinco de sus compañeros hicieron el primer hallazgo; pero el rumor se fue regando y, en cinco días, las dos compañías se encontraron en el punto. Allí se reunieron las dos brigadas e hicieron un "pacto de silencio" y se repartieron los billetes.

Poco a poco la historia de este grupo de soldados se conoció en Colombia y otros países, ya que muchos de ellos desertaron e iniciaron excéntricas vidas llenas de lujos. Las actividades que llamaron la atención de las autoridades, por lo que abrieron investigaciones y se conoció cuál era la fuente de ingresos.

Algunos soldados se evadieron, otros fueron a la cárcel, y otro grupo fue víctima de amenazas de muerte contra ellos y sus familias, y de extorsiones por parte de redes criminales que querían parte del dinero que habían encontrado.

Mientras que algunos soldados fueron sancionados e inhabilitados para ejercer cargos públicos, otros fueron enviados a prisión y algunos desaparecieron sin dar señales de vida.

Una sentencia del Tribunal de Justicia Militar, reveló en el 2017 que se había recuperado $1.262 (0.32 dólares) de los $40.000 mil millones que estaban en las caletas de las FARC.

De acuerdo a la justicia militar los soldados cometieron un delito de peculado por apropiación: 86 de ellos fueron condenados a cumplir 43 meses de prisión y fueron sentenciados a pagar 149 salarios mínimos mensuales vigentes, y 56 soldados se fugaron con su respectivo de botín, pero de la mayoría de ellos se perdió el rastro.