Con información de La Nación/GDA
La isla de Ormuz, ubicada en en el golfo Pérsico iraní, está cubierta de capas de sedimento volcánico y sal. Una montaña en particular tiene un suelo rico en óxido de hierro, lo que hace que durante la temporada de lluvias el agua salga teñida de rojo.
Así lo registró la cuenta @hormoz_omid en la red social Instagram, que mostró el paso de las temporadas de lluvias que va de diciembre a marzo.
Las arenas rojas responden a una alta concentración de un mineral con óxido de hierro conocido como ocre, que los locales llaman gelack. La sustancia se utiliza para fabricar cosméticos y tejidos y, sobre todo, colorante para alimentos. También se usa para hornear un pan tradicional de la zona, llamado tomshi.
La gran presencia de minerales no hace que el agua sea dañina para las personas que quieren bañarse en ella. Lo que si, una vez que uno ingresa al mar y va a nadar, al volver permanecerá varios días con la piel teñida de rojo. Casi como si se tratara de un autobronceante.
Algunos afirman que el paisaje de la isla recuerda al planeta Marte, ya que está rodeada, en sus 42 km2, por una impresionante carretera costera que se abre a la vista de un paisaje compuesto por rocas sedimentarias y materiales volcánicos de muchos colores (por eso, a la isla también suelen llamarla “Isla Multicolor”).
La zona no cuenta con agua potable, por lo que los ingenieros iraníes tienen que utilizar agua transportada en tuberías desde el continente para abastecer a la isla. Además, debido a la escasas lluvias y los suelos salinos, no crecen ni las plantas ni el pasto en la isla.