POLÍTICA EUROPEA
Nicola Sturgeon gana elección y pide nuevo referéndum para ser independientes del Reino Unido.
Nicola Sturgeon, que repetirá mandato como ministra principal tras las elecciones al Parlamento de Edimburgo, inicia una nueva gestión con la promesa de trabajar para convocar un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia.
Líder del Partido Nacional Escocés (SNP) desde 2014, Sturgeon obtuvo un fuerte respaldo de los votantes en las elecciones del jueves pasado, debido, según los expertos, a la buena gestión de la pandemia, la oposición al Brexit y la posibilidad de realizar otra consulta sobre la escisión.
Con una oratoria clara y fuerte, que ha llegado a eclipsar a líderes de los principales partidos británicos, Sturgeon ha tenido una carrera meteórica desde que dio sus primeros pasos en la política, siempre junto a la formación nacionalista.
Nacida el 19 de julio de 1970 en la localidad escocesa de Irvine, Sturgeon se licenció en Derecho, con honores, por la Universidad de Glasgow en 1992. Durante sus tiempos de estudiante, fue miembro de la Asociación nacionalista escocesa de su universidad.
Antes de entrar en el Parlamento regional de Edimburgo en 1999, el año del restablecimiento de este legislativo, Sturgeon trabajó como abogada en un estudio en Glasgow.
Inspirada en la ex primera ministra Margaret Thatcher, Sturgeon decidió entrar en política, pero no porque sintiera una particular admiración por la Dama de Hierro, sino porque consideraba que la política económica neoliberal impulsada por la entonces premier conservadora no hacía más que aumentar el desempleo en Escocia. Sturgeon se había unido al SNP en 1986 con solo 16 años, después de implicarse en la campaña contra el desarme nuclear. Años después, en 1992, intentó ganar sin éxito el escaño al Parlamento británico por la circunscripción de Glasgow Shettleston.
No obstante, con la formación del Parlamento de Edimburgo, como parte de la política de descentralización del Ejecutivo laborista de Tony Blair, Sturgeon fue elegida parlamentaria en Holyrood por las listas regionales del SNP en Glasgow.
En 2004 John Swinney dimitió como líder del SNP y, en las internas para la sucesión, Salmond volvió a presentarse para el liderazgo, colocando a Sturgeon como “número dos”.
Sturgeon nunca abandonó su fervor independentista y llegó a decir en 2012 que la escisión era la mejor manera de combatir la pobreza y construir una Escocia más fuerte y más competitiva.
Tras una intensa campaña por el Sí a la independencia, en septiembre de 2014, los votantes en Escocia rechazaron la escisión por 55,3% frente al 44,7% del Sí. Con la derrota, Alex Salmond presentó su dimisión como ministro principal y líder del SNP.
Poco después, Sturgeon, que contaba con el respaldo de las bases nacionalistas, anunciaba su candidatura para reemplazar a Salmond y le agradecía el apoyo, al tiempo que lo calificaba como su “amigo, mentor y colega durante más de 20 años”.
Sin otro candidato para sustituir a Salmond, Sturgeon se alzó con el liderazgo de la formación y, días después, fue elegida ministra principal, cargo que ocupó formalmente el 20 de noviembre de 2014.
En los años siguientes, la popularidad de Sturgeon continuó en ascenso. En las elecciones generales británicas de 2015, su formación hizo historia al hacerse con 56 de los 59 escaños que le corresponden a Escocia en el Parlamento de Westminster (Londres).
Un año después, en los comicios al Parlamento escocés, el SNP fue la principal formación en la cámara y Sturgeon continuó como ministra principal de la región.
"Sacada de la UE contra su voluntad"
En el referéndum realizado el 23 de junio de 2016, Escocia votó a favor de continuar en la Unión Europea (UE) pese a que el Reino Unido en su conjunto apoyó el Brexit. En la totalidad del Reino Unido la salida de la UE tuvo 51,9% y la permanencia 48,1%, con una participación del 72,2% de los habilitados. En cambio, los escoceses votaron 62% por permanecer en la UE y 38% por abandonarla. Nicola Sturgeon indicó que su Gobierno empezaría a planificar una segunda consulta por la independencia porque el pueblo escocés había votado por seguir en la UE. Consideró que era “democráticamente inaceptable” que Escocia fuese sacada de la UE “en contra de su voluntad”.