EL DEBATE SOBRE LAS ARMAS

Atacantes en colegio de San Pablo querían reconocimiento, dice la policía.

Una multitud despidió ayer a las víctimas de la masacre del miércoles en un colegio paulista, una tragedia que para especialistas brasileños muestra el “estado de barbarie” en el país. La masacre en el colegio estatal Raúl Brasil, en Suzano, a unos 60 km de la ciudad de San Pablo, exige reflexiones sobre la violencia que van más allá de facilitar o dificultar el acceso a armas de fuego, dijeron expertos consultados por el diario OGlobo.

El ataque lo llevaron adelante dos exalumnos, uno de 17 y otro de 25 años, que mataron a ocho personas y luego se suicidaron. Los atacantes llevaban varias armas: un revólver calibre .38 con numeración raspada, hachas, equipo para preparar cócteles molotov y una ballesta con flechas.

El comisario jefe de la Policía Civil de San Pablo, Ruy Ferraz Fontes, reveló ayer el que sería el móvil de la matanza.

“Querían demostrar que podían actuar como lo que ocurrió en Columbine, en Estados Unidos, con crueldad y con carácter trágico para que fueran más reconocidos”, afirmó Fontes.

Paulo Storani, antropólogo y ex capitán del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (Bope) de Río de Janeiro, dijo que la conducta de los atacantes trae a la superficie un “estado de barbarie”.

“Es una tontería, en este momento, discutir la herramienta utilizada antes de investigar la motivación detrás de eso”, dijo Storani, y agregó que le llamó la atención uno de los atacantes, que entra con el hacha y arremete a golpes a personas que ya estaban muertas.

“Es un nivel de salvajismo inexplicable”, afirmó Storani. “El problema es mucho más grave que armar o no a la población. Estamos hablando de un ambiente de falta de respeto a la vida del otro”, sostuvo.

El antropólogo calificó como “ideológica” la discusión sobre el acceso a las armas de fuego.

José Ricardo Bandeira, presidente del Instituto de Criminalística y Ciencias Policiales de América Latina, dijo por su lado que es necesario investigar cómo los tiradores tuvieron acceso a las armas. En la evaluación de Bandeira, revólveres calibre .38 son comunes en el mercado ilegal, a menudo desviados de empresas de seguridad privada. El experto también llamó la atención sobre las otras armas que llevaban los atacantes.

“Arco, flecha y hacha son equipos que usted encuentra en tiendas deportivas o en internet. Y eso, cuando cae en manos equivocadas, causa problemas”, apuntó Bandera. “Cabría a cada estado una legislación que restringiera esos artefactos. Como se hizo en Río, por ejemplo, que prohibió porte de arma blanca con lámina por encima de 10 cm”.

La antropóloga Alba Zaluar afirma que el acceso a las armas “tiene que ser discutido de forma más seria”. Para la especialista, peor que la facilidad de acceso es la valorización de su uso para la resolución de conflictos. “Hay un contexto político, un discurso que alimenta conflictos, el uso de la violencia. Todo eso contribuye a ese clima”, afirmó Zaluar.

El video de una de las cámaras de seguridad difundido por la cadena Band muestra escalofriantes escenas en las que se ve cómo uno de los asesinos entra al edificio del colegio portando una gorra, se saca el revólver de la cintura y comienza a disparar con frialdad a un grupo de alumnos que conversaba en la entrada, abatiendo a varios antes de continuar su mortal trayecto hacia el patio.

Acto seguido, entra el segundo y ataca con un hacha a los heridos que yacían en el suelo, provocando una estampida de estudiantes despavoridos.

En cuadernos que pertenecían a los dos responsables del ataque, la policía encontró dibujos de armas, frases en inglés y textos que aparentan hacer referencia a videojuegos.

Los cuadernos estaban dentro del auto que los dos atacantes usaron para llegar al colegio. En una de las hojas, hay un dibujo de una pistola en blanco y negro. En otra, uno de los chicos diseñó una calavera. En otras páginas, hay frases escritas en inglés, como “Leave me alone” (Déjame en paz, en una traducción libre) y “Can not Run” (“No puedo correr”).

Ayer jueves, un multitudinario velorio despidió a las víctimas de la matanza. Miles de vecinos pasaron emocionados por la Arena Suzano de esta localidad, convertida en el centro del horror por el asesinato de cinco estudiantes y dos funcionarias del colegio, y de un hombre familiar de uno de los atacantes. Otras once personas resultaron heridas en el tiroteo.

Los cuerpos de cuatro de los jóvenes, cuyas edades estaban entre los 15 y los 17 años, y de las dos funcionarias, de 38 y 59 años, fueron velados en un pabellón convertido en un enorme centro fúnebre. Otro de los estudiantes y el tío de uno de los atacantes fueron despedidos en ceremonias separadas, mientras los asesinos fueron enterrados en la intimidad y con refuerzo policial.

El Ministerio Público investiga si los asesinos actuaron influenciados por alguna organización criminal ligada a los espacios violentos de la “deep web” que parece que frecuentaban. Uno de esos foros, conocido como Dogolachan, ya había sido objeto de varias operaciones y uno de sus creadores condenado a 40 años de prisión por delitos que van desde asociación criminal al racismo, divulgación de pedofilia o incitación al terrorismo, informó el sitio G1.
Ayer la policía solicitó la detención de un tercer joven sospechoso de haber participado en la planificación de la matanza. Este tercer sospechoso fue compañero de clase de uno de los atacantes.