AFP, EFE
Donald Trump amenazó ayer jueves a Francia y a otros países de la Unión Europea con aplicarles aranceles de 200% al vino, el champán y otras bebidas alcohólicas si el bloque europeo impone tarifas aduaneras del 50% al whisky estadounidense.
La Unión Europea informó el miércoles su intención de imponer aranceles a una serie de productos estadounidenses, incluidos el bourbon, las motos y los barcos, en represalia por el 25% aplicado por EE.UU. al acero y al aluminio que entró en vigor ese mismo día.
Las tarifas europeas empezarían a aplicarse el 1 de abril, víspera de los llamados aranceles aduaneros “recíprocos” con los que amenaza Trump.
“Si no retiran de inmediato el arancel, Estados Unidos muy pronto impondrá una tarifa de 200% a todos los vinos, champán y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países de la UE”, escribió Trump en su red Truth Social.

Estados Unidos comenzó a aplicar el miércoles aranceles del 25% al acero y el aluminio importados, que afectarán especialmente a Canadá en ambos metales, y a Brasil, México, Corea del Sur y Vietnam en lo relativo al acero, así como a Emiratos Árabes Unidos, Rusia y China en el aluminio.
Además, Trump concedió una pausa hasta el 2 de abril al aumento de los aranceles del 25% a Canadá y México para los productos cubiertos por el acuerdo de libre comercio T-MEC.
El ministro de Comercio Exterior francés, Laurent Saint-Martin, aseguró que Francia sigue “decidida a responder” y lamentó “la guerra comercial que (Trump) ha elegido emprender”.
Un acuerdo transatlántico de 1997 eliminó las barreras aduaneras entre Estados Unidos y la Unión Europea. Esto ha permitido, según el grupo, un crecimiento del comercio del 450% hasta 2018, cuando la anterior administración Trump lanzó su primera guerra comercial.
Pese a sus amenazas comerciales, Trump por el momento no ha tomado ninguna medida contra los productos europeos.
De todos modos, ayer jueves el presidente estadounidense dijo que no va a ceder “en absoluto” en la guerra arancelaria que ha desatado con la imposición de aumentos de aranceles principalmente a China y al acero y aluminio mundial.
“No me voy a doblegar en absoluto”, dijo Trump desde el Despacho Oval junto al secretario general de la OTAN, Mark Rutte.

“Calle de un sentido”
El mandatario, que aseguró que EE.UU. había sido “estafado durante años”, detalló que no daría marcha atrás en el gravamen impuesto sobre “el aluminio, el acero o los coches”.
“Estados Unidos no puede subvencionar a un país. No necesitamos sus coches, ni su energía ni su madera”, apuntó sobre Canadá antes de insistir en que debería ser el estado 51 por su dependencia económica de Estados Unidos.
Preguntado por la Unión Europea (UE), a la que se refirió como “muy desagradable”, el presidente lamentó que no puedan vender automóviles allí. “No se nos permite vender coches en Europa. Está prohibido debido a sus políticas y también a sus aranceles no monetarios”, declaró.
“Con ellos es como una calle de sentido único”, comentó.
Esta guerra comercial está impactando en los mercados. La Bolsa de Nueva York cerró con fuerte baja ayer jueves en medio de preocupaciones sobre el impacto de la guerra comercial en el crecimiento estadounidense.
El índice estrella, el industrial Dow Jones, cayó 1,30% al cerrar con 40.813,57 puntos, mientras el tecnológico Nasdaq bajó 1,96% hasta 17.303.01 unidades. De su lado, el índice ampliado S&P 500 -referencia principal de los inversionistas- cayó 1,39% cotizado en 5.521,52 puntos, lo que significa que perdió 10% desde su máximo anual alcanzado el pasado 19 de febrero.
La plaza bursátil estadounidense se ha visto fuertemente afectada por las nuevas “amenazas de derechos de aduana, la incertidumbre en torno a las represalias (y), en consecuencia, la posibilidad de una recesión”, dijo a AFP Sam Stovall, de CFRA.

Canadá responde a medidas de Trump
Canadá empezó a aplicar ayer jueves aranceles a productos estadounidenses en respuesta a la decisión del presidente Donald Trump de imponer gravámenes del 25% a sus importaciones de acero y aluminio.
Canadá dijo que los aranceles que Trump impuso al acero y aluminio canadiense violan el tratado de libre comercio de Norteamérica, conocido como T-MEC, así como las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) por lo que ha dado pasos para iniciar procesos ante las dos instancias.
Ayer jueves, el ministro de Industria de Canadá, François-Philippe Champagne, advirtió que ha ordenado a su ministerio que de prioridad financiera “a proyectos que usen predominantemente acero y aluminio canadienses”. Precisamente Champagne viajó ayer a Washington junto con el ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc, y el jefe del gobierno provincial de Ontario, Doug Ford, para mantener conversaciones con el secretario de Comercio de Trump, Howard Lutnick, en un intento de rebajar la tensión entre los dos países.
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