Redacción El País
La crisis climática causada por la actividad humana abrió las “puertas del infierno”, advirtió ayer el secretario general de la ONU en la apertura de la Cumbre de la Ambición Climática.
Sequías, inundaciones, temperaturas sofocantes, incendios históricos, “la humanidad ha abierto las puertas del infierno”, como han demostrado “los horribles efectos del horrible calor”, dijo Antonio Guterres en una reunión en la que no están ni China ni Estados Unidos, los dos países más contaminantes del planeta.
“La acción por el clima se ve empequeñecida por la magnitud del reto” por lo que si no cambia nada, el planeta se dirige hacia un aumento de la temperatura de 2,8 ºC, advirtió.
Pero el futuro “no está decidido, les corresponde escribirlo a líderes como usted”, espetó Guterres, quien cree que todavía “podemos limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ºC y construir un mundo de aire limpio, empleos verdes y energía limpia asequible para todos.
“Debemos recuperar el tiempo perdido a causa de la lentitud, las presiones y la avaricia de los intereses atrincherados que ganan miles de millones con los combustibles fósiles”, dijo.
Para ello propone un Pacto de Solidaridad Climática para que los principales emisores, que son los que más se han beneficiado de los combustibles fósiles, reduzcan las emisiones y apoyen las economías emergentes para que lo hagan.
En su Agenda de Aceleración, que exige “justicia climática”, pide a los gobiernos que aceleren el ritmo para que los países desarrollados lleguen a cero emisiones netas lo más cerca posible de 2040, y las economías emergentes lo más cerca posible de 2050, recordó.
“Muchas de las naciones más pobres tienen todo el derecho a estar enojadas”, porque son los que “más sufren las consecuencias de una crisis climática que ellos no han provocado”. Los países desarrollados deben cumplir el compromiso de 100.000 millones de dólares para ayudar a los países del sur global, reponer el Fondo Verde para el Clima y duplicar la financiación para la adaptación.
Además, todo el mundo debe estar cubierto por un sistema de alerta temprana para 2027, como se decidió el año pasado, urgió. “Una Cumbre no cambiará el mundo. Pero hoy puede ser un momento poderoso para generar impulso”, concluyó. [AFP]