La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) concluyó ayer jueves su reunión semestral con una alerta sobre “uno de los peores momentos de la democracia” en América Latina, reflejado en el aumento de ataques a medios y hombres de prensa en casi toda la región.
La reunión de tres días, desarrollada de forma virtual, abordó casos sintomáticos como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua, países donde se han intensificado los ataques a la prensa independiente, o incluso ésta ha desaparecido, así como la persecución de periodistas, algunos de los cuales han tenido que exiliarse.
En la jornada de ayer, ante el clima de violencia generalizado, los directivos de la SIP profundizaron sus pedidos para la protección de los periodistas.
“Tenemos síntomas inequívocos de que estamos atravesando uno de los peores momentos para la democracia en nuestras Américas”, dijo el presidente de la SIP, Michael Greenspon, al inaugurar el martes la reunión que se celebró de forma virtual y concluyó ayer con la aprobación de los informes sobre el estado de la libertad de prensa en 24 países de la región.
Se aprobaron también diversas resoluciones, en una de las cuales el organismo, compuesto por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental, condenó “el aumento de atentados y agresiones contra medios y periodistas en la mayoría de los países de las Américas”.
Durante la reunión se dio a conocer la iniciativa “Fundamental Lab”, entre la SIP y Google, enfocada en la sostenibilidad y aumento de audiencia de los medios en América Latina y se abordaron los efectos que tendrá la inminente irrupción de la inteligencia artificial (IA) en las redacciomes.
Las propuestas legislativas presentadas en Estados Unidos y Canadá para que los medios reciban una remuneración justa de las plataformas digitales por los contenidos que distribuyen fue motivo de otro panel desarrollado ayer.
En la SIP un panel sobre la inclusión y el liderazgo femenino en medios de comunicación de Latinoamérica analizó un estudio hecho por el Instituto Reuters en 12 países que refleja que solo un 22% de los puestos directivos en esas organizaciones están ocupados por mujeres.
Con información de EFE