Christopher F. Schuetze / The New York Times
El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania, o AfD, tuvo una noche muy exitosa el domingo en dos estados de Alemania del Este, con casi un tercio de los habilitados votando por el partido, cuyas secciones estatales han sido clasificadas como “extremistas confirmadas” por la inteligencia alemana. Pero si bien el éxito de un partido de extrema derecha en dos estados alemanes menos de ocho décadas después del fin de la Alemania nazi es simbólico, es probable que tenga un impacto limitado en la política nacional. Aunque el domingo acudió a las urnas un número récord de votantes en los dos estados, sólo alrededor del 7% de todos los alemanes estaban habilitados para votar.

Tampoco se espera que la AfD encuentre aliados fácilmente. Todos los demás partidos que ganaron escaños en las legislaturas estatales el domingo se han comprometido a no colaborar con la extrema derecha, en una estrategia que tiene como objetivo garantizar la estabilidad democrática en el gobierno.

Sin embargo, las elecciones tendrán efectos dominó difíciles de predecir, sobre todo en lo que respecta al éxito de un partido de extrema izquierda que no existía el año pasado. En Turingia, el más pequeño de los dos estados, casi la mitad de los votantes eligieron partidos extremistas, lo que obligará a los partidos a hacer difíciles concesiones en las próximas semanas si sus líderes quieren crear un gobierno estable y funcional.

En Sajonia, donde la Unión Demócrata Cristiana (CDU) llegó en primer lugar, las cosas son un poco más sencillas, en parte porque los Verdes y los socialdemócratas pudieron conservar un papel en un gobierno minoritario.

A continuación se presentan algunas conclusiones de las elecciones:

-La extrema derecha está en auge en el antiguo este comunista. Con casi el 33% de los votos en Turingia y el 31% en Sajonia, la AfD obtuvo su mejor resultado a nivel estatal desde su fundación como partido euroescéptico hace 11 años.

El primer puesto de la AfD en Turingia podría complicar la gestión del estado. Björn Höcke, el líder de la AfD en el estado, anunció el domingo que, como el partido más grande, la buscará socios de coalición, lo que probablemente será una maniobra inútil y que llevará mucho tiempo.

Pero lo que es más importante, AfD probablemente ha ganado suficientes escaños en la legislatura estatal de Turingia para bloquear ciertas votaciones críticas que requieren el consentimiento de dos tercios de los legisladores, incluso para cambiar la constitución del estado.

Si bien la AfD ha obtenido buenos resultados en los estados del este, no suele hacerlo en el oeste de Alemania. En las elecciones parlamentarias de la Unión Europea celebradas en junio, el partido obtuvo el 15,9% de los votos en todo el país.

Aun así, el auge de la AfD podría ayudar a empujar a los partidos tradicionales a adoptar posiciones asociadas con la extrema derecha, y muchos políticos ya han cambiado de postura en algunas cuestiones, incluidas las normas sobre deportaciones.

-Un partido de extrema izquierda surgió como una nueva fuerza. La emergente Alianza Sahra Wagenknecht, conocida por sus siglas en alemán BSW, tuvo una noche histórica. El partido, que se fundó en enero, obtuvo casi el 16% de los votos en Turingia y casi el 12% en Sajonia. Esos resultados, junto con el hecho de que nadie está dispuesto a trabajar con la AfD, significan que es probable que participe en uno o ambos gobiernos estatales.

Sahra Wagenknecht, la ex comunista que fundó el partido, ha dicho que no se sumará a una coalición con partidos que apoyen el armamento a Ucrania. Queda por ver hasta qué punto insiste en esa postura, que es uno de los principales pilares de su partido, o si la CDU, que ha presionado constantemente al canciller Olaf Scholz para que ayude a Ucrania y espera dirigir ambos gobiernos estatales, cambiará su postura sobre el tema.

En cualquier caso, las elecciones del domingo podrían ayudar a moderar la voluntad de Alemania de apoyar militarmente a Ucrania.

Foto: AFP.

-La coalición de Scholz se debilitó aún más. Aunque el Partido Socialdemócrata de Scholz obtuvo el domingo el apoyo suficiente para permanecer en ambos parlamentos estatales, no se pudo decir lo mismo de sus dos socios de gobierno. Con menos del 5% necesario para ocupar un escaño en el parlamento estatal, los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP) fueron expulsados del parlamento de Turingia. El FDP tampoco logró obtener suficientes escaños para ingresar al parlamento de Sajonia.

-Todavía existe una oposición viable y dominante. El único partido tradicional que salió vencedor el domingo fue la CDU, que ha estado en la oposición en Berlín desde que Angela Merkel, su líder durante mucho tiempo, no volvió a postularse para canciller en 2021.

Los resultados del domingo probablemente beneficiarán a Friedrich Merz, el líder de la CDU. Los analistas dijeron que los resultados sugieren que, bajo su liderazgo más conservador en temas como la inmigración, el partido tiene una oportunidad contra sus rivales populistas.

Y aunque todavía faltan semanas para que los estados formen gobiernos, es probable que tanto Turingia como Sajonia sean liderados por un gobernador de la CDU, lo que daría al partido poder adicional en Berlín a través del Consejo Federal de Estados, que incluye a los líderes estatales.

“Somos el baluarte”, dijo el domingo Carsten Linnemann, secretario general de la CDU.

El canciller alemán, Olaf Scholz, calificó de “amargos” los resultados electorales a favor de la ultraderechista AfD tuvo un gran repunte. “Los resultados de la AfD en Sajonia y Turingia son amargos y preocupan. Es algo a lo que no se puede acostumbrar nuestro país. La AfD le hace daño a Alemania, perjudica la economía, escinde la sociedad y arruina la reputación de nuestro país”, dijo Scholz.