El Universal/GDA
Lavinia Valbonesi se convirtió en una figura conocida en Ecuador mucho antes que su esposo, Daniel Noboa, decidiera buscar la presidencia y diera la sorpresa en las elecciones.
La figura de Lavinia ha sido una constante en toda la campaña de Noboa, y un plus. Con 187 mil seguidores en TikTok y 327 mil en Instagram, esta influencer fitness, o como ella se describe: Wellness Coach, comenzó a dar consejos sobre nutrición y hábitos alimenticios en 2018. Luego saltó al mundo de la moda, dando consejos de “buen vestir”.
La “dama de blanco” –aunque afirma que su color favorito es el morado; “lady Lavinia”, o “Barbie” son algunos de los apodos con que se le conoce.
Su belleza y su juventud –tiene 25 años, 10 menos que Noboa- acompañan siempre al empresario y han sido una gran influencia en él, un factor clave en la decisión del millonario hijo de Álvaro Noboa en pelear el voto joven y hacerlo a través de las redes sociales.
Lavinia no rehúye a la polémica. Como cuando reconoció, tras un gran escándalo, que había “copiado y pegado” publicaciones de Instagram de la influencer Sascha Fitness.
Tras reconocer el plagio y alegar que lo hizo para pagar sus estudios, Lavinia pidió perdón y vio alejarse a marcas que la patrocinaban. Llegaron otras y continuó su ascenso. Su trabajo como entrenadora de nutrición y bienestar la llevó a los brazos de Noboa, quien le pidió asesoría para mejorar su alimentación.
Unos meses después, en agosto de 2021, se casaron en una gran fiesta, que ella insiste fue “modesta”, y se convirtió en la segunda esposa del actual candidato, cuyo primer matrimonio no terminó muy bien, pleito por pensión alimenticia incluido.
Madre de “Alvarito”, Lavinia ha sabido explotar su popularidad para promover su negocio de comida saludable, Green Deli.
A decir de expertos ecuatorianos, ella tiene mucho qué ver con la decisión de Noboa de acercarse a un sector votante clave: el de los jóvenes. Las publicaciones de ambos buscan mostrarlos como el ecuatoriano común, preocupado por la seguridad, pero también por la falta de oportunidades, haciendo altruismo, criando un hijo. “Mi cuchi cuchi”, llama Lavinia a su esposo, en el tipo de muestras de cariño que buscan arrancarle la imagen de millonario alejado del pueblo que sus rivales machacan una y otra vez.
Un lenguaje directo, con la promesa de acabar con la “corrupción de los de siempre”, con la impunidad, Lavinia acercó a Noboa a quienes podrían definir el resultado de las elecciones de este domingo. “Ya me enteré que se están robando a mi marido”, dijo ante los videos, que ella ha retomado, de jóvenes peleando por los “Noboa de cartón” que se han vuelto populares en Ecuador.
Cuando él tuvo que salir con chaleco antibalas en la primera vuelta, ella salió de blanco. Inseguridad y calma, era el mensaje.
Lavinia ha permitido a su marido hacer campaña doble. Mientras él hace recorridos, ella da entrevistas por doquier.
Cuestionada sobre cómo se imagina como primera dama, Lavinia dijo en entrevista con el medio Expreso, de Ecuador. “Es bastante distinto al que se ha visto ahora. Si nos vamos a la historia, siempre ha sido un rol más importante y significativo de lo que la prensa y los medios han comunicado. He investigado a las primeras damas de Ecuador y del resto de Latinoamérica. Si bien es cierto no han tenido el suficiente protagonismo, llevaron un papel muy importante y se manejaron adecuadamente”.
Lavinia deja en claro así que no será una primera dama discreta, que mantendrá el protagonismo que hoy defiende. Y advierte: “Cuando necesite ser una leona, lo seré”.