Leopoldo López: “Hoy Maduro no puede confiar ni en quien le sirve café”

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"Le dijimos a los militares que no vamos hacia una caza de brujas", afirmó López. Foto: Reuters
Venezuelan opposition leader Leopoldo Lopez waves to the media next to his wife Lilian Tintori, at the residence of the Spanish ambassador in Caracas, Venezuela May 2, 2019. REUTERS/Manaure Quintero NO RESALES. NO ARCHIVES
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ENTREVISTA AL LÍDER OPOSITOR VENEZOLANO

Leopoldo López manifestó, en una entrevista exclusiva con la agencia EFE, que las personas más cercanas a Nicolás Maduro tienen un “claro interés” en que el mandatario deje el poder. 

La entrevista fue realizada el jueves en la residencia del embajador español en Caracas. Sobre una intervención militar, declaró: “Nosotros no descartamos ningún escenario que esté dentro de la Constitución y la Constitución prevé que esa es una posibilidad. Espero que no tengamos que llegar a ese punto, pero no lo descartamos, porque es constitucional, porque la libertad es la condición para todo lo demás”. Lo que sigue es un resumen de la entrevista.

-¿Qué opinión le merece que se haya emitido una orden de captura en su contra aun a sabiendas de que es imposible sacarle de aquí, de la residencia del embajador?

-La verdad, no le doy ninguna relevancia. Todo mi proceso ha sido ilegal. Yo fui condenado a 14 años de prisión de los cuales ya he cumplido más de cinco años por hablar. Me enjuiciaron por los discursos que emití en 2014, un juicio en que no me permitieron presentar ni un solo testigo. No le tengo miedo a la dictadura ni a sus cuerpos represivos ni a sus brazos ejecutores.

-Entonces, ¿esa orden de captura podría obedecer a algún tipo de estrategia teniendo en cuenta que no se puede llevar a cabo ni con petición de la Interpol?

-No te podría decir a qué obedece, lo que puedo decir es que el 18 de febrero de 2014 escogí el día en que me iba a presentar ante la Justicia injusta. El 30 de abril (pasado) también fue decisión mía luego de acatar un indulto presidencial de nuestro presidente Juan Guaidó que fue acatado por fuerzas policiales y militares (salir del arresto domiciliario). Ni cuando entré en la cárcel, ni cuando salí del arresto domiciliario lo hice bajo las condiciones de la dictadura.

-¿Cuál es el apoyo militar con que cuentan ustedes?

-El principal apoyo es el corazón de los hombres y mujeres de uniforme. Yo no soy militar, soy civil, pero creo que soy uno de los pocos dirigentes democráticos que ha convivido tanto con los militares y los policías. Primero fui alcalde ocho años y me tocó gerenciar una Policía a la que le dediqué mucho tiempo y mucho esfuerzo. Luego pasé casi cuatro años en una cárcel militar, donde solo compartía con militares que eran presos o custodios. Eso me ha permitido tener conocimiento humano de nuestra Fuerza Armada, entender sus prioridades, su proceso de formación, sus preocupaciones, son las mismas que puedo tener, o cualquier venezolano que quiera un mejor país. Ahora, ¿qué tenemos que derribar? El miedo. ¿Qué comenzó el 30 de abril? Comenzamos a derrumbar de una manera contundente el temor de los hombres y mujeres de la Fuerza Armada para que tomen las decisiones de actuar. ¿Qué significa actuar? Acatar la Constitución. Nuestra Constitución establece muy claro, en el artículo 333, que cualquier venezolano tiene el deber de contribuir con la restitución del orden constitucional, si este es puesto en situación de vulnerabilidad. En Venezuela no hay orden constitucional de ningún tipo. Por tanto todos, civiles y militares, estamos obligados a contribuir con el cese de la usurpación.

"Maduro sabe que su propio entorno más íntimo quiere que se vaya", dijo el líder opositor. Foto: Reuters
"Maduro sabe que su propio entorno más íntimo quiere que se vaya", dijo el líder opositor. Foto: Reuters

-¿Han negociado en algún momento con el entorno de Maduro la salida de él?

-Con Maduro, no.

-¿Y con su entorno?

-Claro, se ha planteado. Hay un claro interés, de su entorno más íntimo, de que Maduro salga del poder. Se dieron varias conversaciones, siempre insistimos en que tiene que ser un proceso pacífico que no recurra a la violencia. Tiene que ser un proceso que garantice integridad de quienes hoy están usurpando el poder. Eso lo hemos hablado. Nosotros no queremos hacerles a nuestros adversarios lo que nos hicieron a nosotros. No quiero más nunca que haya más presos políticos, ni torturados ni asesinados por salir a protestar. Ni personas que sean excluidas por su posición política. No, queremos que Venezuela cambie y podamos garantizar nuestro sueño: todos los derechos para todas las personas, sin exclusión, sin privilegios, esa es la Venezuela que nosotros queremos.

-Usted dice que las Fuerzas Armadas deben derribar el miedo que sienten. ¿Esperaba que el pasado martes hubieran derribado más militares ese muro?

-Lo concebimos siempre como un proceso, nunca como una única fecha. A nosotros nos toca generar confianza y certezas al pueblo venezolano. Certezas a la comunidad internacional que nuestro compromiso es (ir hacia) una elección libre. Certeza a la Fuerza Armada, a quienes hoy están acompañando a la dictadura de que nosotros no vamos a ir en un proceso de cacería de brujas. Ni de persecución de ningún tipo. Lo que ocurrió (el martes) fue una grieta que se abrió, que se va a convertir en un hueco más grande que va a terminar de romper ese dique que va a permitir que fluya el río de la libertad en Venezuela.

-Después del pasado martes y ese llamado a la Fuerza Armada, ¿cree que el Gobierno de Nicolás Maduro se ha debilitado o se ha fortalecido y en qué medida?

-Nicolás Maduro, porque yo no le llamo Gobierno, la dictadura y el dictador se han debilitado, sin duda alguna. Es un hombre temeroso, un hombre que sabe que no puede confiar en quien tiene al lado. Hoy Maduro no puede confiar ni en quien le sirve el café. Él sabe que su propio entorno quiere que él salga, sabe que su propio entorno está en conversaciones con nosotros en todos los niveles, y él sabe que tiene que simular que tiene el control.

-¿Qué estrategia se plantean ustedes a partir de este momento?

-Hemos trazado una ruta, que lo ha dicho el presidente Guaidó una y otra vez, de tres fases: el cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. En este momento estamos en la fase uno, que es el cese de la usurpación. A nosotros no nos gusta pensar en un día, sino pensar en esto como en un proceso y llegará el momento, así como cayó el muro de Berlín, que ocurra un evento en el que se abra el dique de la libertad. A mí me tocó estar tres años y seis meses en una cárcel militar, pasé dos años prácticamente aislado y uno de esos años totalmente aislado. Era el único preso en un edificio de cuatro pisos con treinta celdas. Llegué a pasar un mes y medio sin hablar ni una sola palabra. Me apagaban la luz a las 7:30 de la noche, me quitaron el reloj, no tenía noción del tiempo, no podía escuchar la radio, no podía ver la televisión, me quitaron los libros, la Biblia, pero siempre me mantuve sereno y firme para pasar día a día en la cárcel.

-¿Se ha planteado la posibilidad de solicitar intervención militar internacional?

-Nosotros no descartamos ningún escenario que esté dentro de la Constitución y la Constitución prevé que esa es una posibilidad. Espero que no tengamos que llegar a ese punto, como ha dicho el presidente Guaidó, pero no lo descartamos, porque es constitucional y porque no podemos descartar ninguna herramienta de lucha porque la libertad es la condición para todo lo demás. Seremos los venezolanos los que lograremos el cese de la usurpación. Y hay que agradecer y reconocer el apoyo que hemos recibido de la comunidad internacional. Guaidó ha sido reconocido por 58 países. No ha habido una coalición internacional a favor de una causa de liberación con tanto apoyo internacional desde la segunda guerra mundial.

La vivienda de Leopoldo López fue allanada y robada por varios sujetos. Foto: EFE
La vivienda de Leopoldo López fue allanada y robada por varios sujetos. Foto: EFE

-¿Se ha planteado la posibilidad de pedir asilo en algún país?

-No, no, yo no me voy de Venezuela. Ellos han intentado desde 2014 convencerme de que me vaya, trataron de convencer a mi esposa. Le dijeron en la madrugada del día 18 de febrero (2014) que me iban a matar y yo estaba escondido, y me llamaba muy angustiada: ‘Leo, me acaba de llamar Diosdado Cabello que te va a matar’. Para liderar Venezuela en estas circunstancias hay que asumir riesgos. Y también tenemos que estar dispuestos a sufrir. Es parte de lo que nos toca.

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