LONDRES | AP
La ayuda que brindó la KGB para que el marxista Salvador Allende resultara elegido presidente de Chile fue uno de los mayores éxitos del espionaje soviético en su batalla contra Estados Unidos por la influencia en los países en desarrollo, según un libro basado en documentos de inteligencia sacados clandestinamente de Moscú.
"The Mitrokhin Archive II: The KGB and the World" (El archivo Mitrokhin II: La KGB y el mundo), aparecido ayer es el segundo tomo basado en miles de páginas de apuntes que el ex archivista de la KGB, Vasili Mitrojin, logró sacar de Moscú con ayuda de agentes de inteligencia británicos al huir a Londres en 1992.
Los agentes de la KGB contribuyeron a los fondos de campaña de Allende por intermedio del Partido Comunista chileno, se atribuyeron parte del mérito por la elección en los informes a sus superiores y concertaron reuniones con el presidente a través de su amante, dice el libro.
Mitrojin, que murió el año pasado a los 82 años, tomó apuntes de miles de documentos ultrasecretos mientras supervisaba el traslado de los archivos de inteligencia extranjeros de la KGB a un nuevo depósito, un proceso que demoró 10 años, dijo su coautor Chistopher Andrew, historiador de la Universidad de Cambridge. El fotocopiado era demasiado peligroso, pero Mitrojin copiaba a mano y escondía sus notas en la casa de campo de su familia.
Los jefes de la Inteligencia soviética comprendieron ya en los años 50 que Estados Unidos jamás sería comunista, pero no tardaron en formular otro objetivo, prosiguió.
"Realmente creían... que podían derrotar a Estados Unidos en el Tercer Mundo porque podían adquirir mayor influencia y difamarlo", dijo Andrew. "Y lograron una serie de victorias tácticas".
La elección de Allende en 1970 fue una de las victorias que más enorgulleció a la agencia, dice el libro.
La KGB mantenía "contactos sistemáticos" con Allende desde 1961.
Envió miles de dólares a su campaña a través del Partido Comunista chileno e incluso sobornó a un adversario para que no se presentara, dicen los papeles.
En documentos internos, la KGB se atribuyó en parte el mérito de la victoria, que consideró un fuerte revés para la influencia de Estados Unidos en la región.
El agente de la KGB que mantenía el contacto con Allende concertaba los encuentros a través de la secretaria y amante del presidente, Miria Contreras Bell, apodada La Payita.
"Allende es muy atento con las damas y trata de rodearse de mujeres encantadoras", escribió el agente Svyatoslav Kuznetsov, según el libro.
"Por eso, su relación con su esposa se ha visto afectada más de una vez".
Cuando Kuznetsov sugirió reorganizar el ejército y los servicios de inteligencia chilenos y estrechar las relaciones de inteligencia con Moscú, "Allende respondió positivamente", dice el archivo de la KGB.