El Senado de Florida comenzó a debatir ayer jueves un proyecto de ley para limitar el aborto legal a las primeras seis semanas de embarazo, un periodo en el que, según los contrarios a la medida, muchas mujeres no saben ni siquiera que están embarazadas.
De ser votada, solo faltaría la firma del gobernador Ron DeSantis, que ha dicho ser favorable a la iniciativa.
DeSantis promulgó el año pasado otra ley que redujo de 24 a 15 semanas de embarazo el límite para poder abortar legalmente.
Denominada oficialmente propuesta de ley de Apoyo al Embarazo y la Crianza, sus defensores la llaman ley de latidos del corazón, porque es a las seis semanas de gestación cuando se pueden empezar a escuchar los del feto.
El proyecto contempla una excepción para salvar la vida de la persona embarazada y en el caso de embarazo causado por violación o incesto hasta las 15 semanas de embarazo.
En estos dos casos, las embarazadas tendrían que aportar documentación como historia clínica, orden de alejamiento o un informe policial para demostrar que son víctimas.
El proyecto prohíbe el uso de servicios de telesalud para abortos y requiere que cualquier medicamento que induzca el aborto sea proporcionado personalmente por un médico.