Llovió en el desierto del Sahara: por qué es un fenómeno que preocupa a meteorólogos y científicos

Varias regiones han tenido lluvias que superan el 500 % de los niveles de precipitaciones. Qué provocó este fenómeno y por qué tiene pros y contras según los expertos.

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El Tiempo/GDA y EFE
El desierto del Sahara ha experimentado un evento meteorológico inusual con niveles de lluvia extremadamente altos. Estas precipitaciones han preocupado a los meteorólogos y científicos ya que el Sahara es uno de los lugares más secos del planeta y recibe menos de 25 milímetros de lluvia al año.

Incluso, algunas áreas del desierto pueden pasar varios años sin recibir luvia, esta se suela presentar en regiones más al sur del desierto, cerca del Sahel, donde el Frente Intertropical de Convergencia (ITCZ) puede influir en el clima.

Según datos del Centro Europeo de Previsión Meteorológica a Medio Plazo (ECMWF), el Sahara han recibido precipitaciones que superan el 500% de los niveles normales para este período.

Este fenómeno ha sido provocado por un desplazamiento del Frente Intertropical de Convergencia (ITCZ) hacia el norte, lo que ha llevado a la formación de fuertes sistemas de tormentas sobre el desierto, algo que no se ve desde hace décadas.

Según el meteorólogo Luis Bañón, licenciado en Ciencias Físicas por Universidad Complutense: “Lo excepcional parece ser la gran cantidad de agua precipitable, combustible imprescindible para las precipitaciones, que remonta hacia el norte hasta la zona del sur del Sahara. Esta circunstancia ocurre con muy poca frecuencia”.

Ahora, la preocupación viene por la calidad de los suelos en el Sahara, aunque la mayoría de ellos son áridos, algunos otros también son montañosos “prácticamente impermeables, que acoge poblados que podrían estar expuestos a inundaciones súbitas”, añade José Miguel Viñas de Meteored.

Efectos de las lluvias en zonas desérticas de Marruecos

Las zonas desérticas afectadas, explica a EFE el experto en sistemas de producción agrícola Mohamed Taher Srairi, registran una media de precipitaciones de 100 milímetros por año y en algunas como Tagunit, en la provincia sureña de Zagora, cayeron 170 milímetros en solo dos horas.

Son parajes con cortes continuos de agua y oasis abandonados. "En algunas zonas no había habido precipitaciones desde febrero de 2023. Las recientes lluvias devolverán la vida a los oasis, acuíferos, presas y pastos", dice Taher Srairi, profesor en el Instituto Agronómico y Veterinario Hassan II.

Añade que el agua tendrá un efecto positivo en los vastos terrenos marroquíes de pasto ubicados en la frontera con Argelia, donde la población local cría camellos, ovejas y cabras, una actividad crucial para los equilibrios socioeconómicos y territoriales que garantiza ingresos fijos a la población. "La población dice que nunca había visto lluvias con esta fuerza", subraya.

Vehículos cruzan un puente sobre inundaciones en Tnghir (Marruecos)
Vehículos cruzan un puente sobre inundaciones en Tnghir (Marruecos)
Foto: EFE

Los efectos negativos pasan por daños en las infraestructuras, frágiles ante esta nueva realidad consecuencia del cambio climático, como viviendas, carreteras y puentes. Además, las riadas han arrancado algunos palmerales ubicados en cuencas de ríos y se necesitará tiempo para sustituirlos, ya que cada palmera requiere entre cinco y diez años para alcanzar su máxima producción.

El Ministerio del Interior marroquí informó de las lluvias de los pasados días, además de causar la muerte a 18 personas, afectaron a 56 viviendas, de las cuales 27 se derrumbaron completamente. Además, hubo cortes en 110 carreteras.

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