REINO UNIDO
El rey Carlos III expresó al parlamento de Escocia su deseo de “seguir adelante juntos”.
Los británicos iniciaron ayer lunes los actos de despedida aIsabel II, con una capilla ardiente en Edimburgo por la que desfilarán miles de personas, antes de que el ataúd llegue mañana miércoles a Londres para cinco días de homenajes y sus posteriores exequias.
Cuatro miembros de la Compañía Real de Arqueros, guardaespaldas de los monarcas en Escocia, guardaban las cuatro esquinas del féretro, que permanecerá expuesto hasta hoy martes en la catedral Saint Giles de la capital escocesa.
Las primeras personas comenzaron a desfilar frente a él, algunos con lágrimas en los ojos. El ataúd permanecía cerrado, por lo que no se podía ver el rostro de la monarca, que falleció el jueves a los 96 años en su residencia escocesa de Balmoral.
La breve procesión con los restos de Isabel II hasta la catedral, fue encabezada por el rey Carlos III, acompañado por sus tres hermanos.
Vestido con sus galas militares, el nuevo monarca de 73 años siguió a pie el coche fúnebre desde el palacio Holyroodhouse, en cuya sala del trono había pasado la noche, hasta el vecino templo de la iglesia de Escocia.
Sus hermanos Ana, de 72 años, y Eduardo, de 58 años, vestían también uniforme. Pero no así Andrés, de 62 años, considerado el “hijo predilecto” de Isabel II pero al que la propia monarca despojó hace meses de sus honores militares a raíz de acusaciones de agresión sexual a una menor en Estados Unidos, que se cerraron con un acuerdo extrajudicial.
“El peso de la historia”
El ataúd permanecerá en la catedral de Edimburgo hasta la tarde de hoy martes, cuando un avión traslade su féretro a Londres para un nuevo homenaje popular y un funeral de Estado el lunes 19.
Al tiempo que empezaba la despedida a la difunta monarca, el país continuó con el protocolo de instalación del nuevo rey que se reunió en Escocia con la jefa del gobierno regional, la independentista Nicola Sturgeon, y compareció ante el parlamento escocés.
En su discurso en el Parlamento autónomo de Holyrood en Edimburgo, Carlos III agradeció a los escoceses el “verdadero afecto” mostrado hacia Isabel II. “Sé que el Parlamento escocés y la gente de Escocia comparte conmigo el profundo sentido de pérdida tras la muerte de mi querida madre”, declaró el rey después de que la cámara aprobara una moción para expresar condolencias.
“Asumo mis nuevas responsabilidades con agradecimiento por todo lo que Escocia me ha otorgado, comprometido a buscar el bienestar de nuestro país y sus gentes, y con completa confianza en su buena voluntad y consejo para seguir adelante juntos”, afirmó.
Carlos III confirmó que el ducado de Rothesay y el resto de sus títulos escoceses han pasado a su primogénito, el príncipe Guillermo. “Él estará tan orgulloso como yo lo he estado de portar los símbolos de este reino antiguo”, recalcó el rey.
Antes de su intervención, la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, rindió tributo a Isabel II. La “reina Isabel, reina de los escoceses”, ha sido “el ancla de nuestra nación”, dijo la líder del Partido Nacional Escocés (SNP), que expresó que los escoceses están “preparados” para respaldar al nuevo rey.
“Su Majestad, estamos preparados para apoyarle mientras continúa con su vida de servicio y continúa edificando el extraordinario legado de su querida madre”, afirmó Sturgeon, que aspira a convocar un nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia del resto del Reino Unido en 2023.
Alison Johnstone, presidenta del Parlamento escocés, expresó por su parte agradecimiento a Isabel II, a quien describió como “una verdadera amiga” de Escocia. “Damos las gracias, como nación y como Parlamento, a Su Majestad la reina Isabel, reina de los escoceses, por su extraordinario servicio”, afirmó la política del Partido Verde, partidaria asimismo de la independencia de Escocia y de un nuevo plebiscito.
Horas antes, Carlos III también se había dirigido por primera vez al parlamento británico en Londres. “Presentándome ante ustedes hoy, no puedo evitar sentir el peso de la Historia que nos rodea y que nos recuerda las tradiciones parlamentarias vitales a las que los miembros de ambas cámaras se dedican con tanto compromiso”, afirmó el monarca, en su primer discurso ante ambas cámaras del parlamento reunidas en Westminster.
Londres se prepara para despedir a Isabel II en un funeral de Estado que tendrá lugar el lunes en la Abadía de Westminster. La víspera, se pedirá a los británicos que guarden un minuto de silencio, a las 20.00 (las 16.00 en Uruguay) del domingo.
Previamente, durante cinco días, los londinenses podrán despedirse de su reina en otra capilla ardiente abierta en la abadía. Se espera la presencia de 750.000 personas y hasta 8 kilómetros de cola.
Las exequias de la soberana que conoció a 15 primeros ministros del Reino Unido -el primero, Winston Churchill, nacido en 1874 y la actual, Liz Truss, nacida en 1975- contará con la presencia de decenas de dignatarios mundiales. (Con información de AFP y EFE)
“¡Andrés, eres un viejo enfermo!”. Este grito lanzado ayer lunes contra el tercer hijo de Isabel II en Edimburgo ejemplifica la incomodidad que plantea la presencia de este príncipe caído en desgracia en el adiós a la difunta reina. El duque de York realizó un breve regreso a la escena pública para los homenajes a su madre, quien lo despojó de sus títulos militares a principios de año por un escándalo de agresión sexual a una menor.
Andrés, de 62 años, era ayer el único hijo de la reina que caminaba vestido de civil detrás del féretro, mientras que sus hermanos, el rey Carlos III y los príncipes Ana y Eduardo, vestían uniformes militares de gala. Su papel durante los 11 días de luto nacional es uno de los varios problemas incómodos para la Casa de Windsor, que también debe lidiar con la ruptura entre el heredero al trono, Guillermo, y su hermano Enrique, que el sábado aparecieron inesperadamente juntos.
Muestra de la incomodidad fue el grito lanzado por un hombre, mientras Andrés caminaba en silencio detrás del coche fúnebre que transportaba los restos mortales de su madre a la catedral de Saint Giles en Edimburgo para un oficio religioso.
Durante el fin de semana, Andrés también se unió a otros miembros de la realeza para saludar al público congregado fuera del Castillo de Balmoral y para acoger el féretro cuando llegó a Edimburgo.
Homenajes a Isabel II
Líderes y reyes en el funeral
Poco a poco se va conociendo la lista de presidentes e integrantes de las familias reales que asistirán el lunes 19 a los funerales de Isabel II en Londres. Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y Brasil, Jair Bolsonaro, confirmaron su asistencia. De las casas reales, estarán el rey emérito de España Juan Carlos, al igual que los reyes Felipe VI y Letizia. También asistirán los reyes Felipe y Matilde de Bélgica; los reyes de Países Bajos, Guillermo Alejandro y Máxima, y la princesa Beatriz -monarca de los neerlandeses hasta 2013-; y el emperador de Japón, Akihito. El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, canceló un viaje a Costa Rica para estar el lunes en Londres. Otros presidentes europeos también asistirán.
"Un tiempo para todo", dice Escocia
La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, leyó ayer lunes un fragmento de la Biblia durante el servicio religioso en la catedral de St. Giles de Edimburgo en honor de la reina Isabel II. “Hay un tiempo para todo. Tiempo para nacer y tiempo para morir; tiempo para plantar y tiempo para recoger; tiempo para matar y tiempo para sanar; tiempo de destruir y tiempo de construir”, leyó la líder del independentista Partido Nacional Escocés (SNP), citando el libro del Eclesiastés. Ataviada con vestido y sombrero de riguroso luto, Sturgeon participó en una misa fúnebre en la que estuvieron presentes el rey Carlos III y la reina consorte, Camila. La muerte de Isabel II reabrió el debate sobre la independencia en Escocia.
Largas colas en Westminster
Los británicos presumen de hacer las colas más ordenadas del mundo, pero la que les espera para presentar sus respetos a Isabel II promete poner a prueba su paciencia. Se espera que la fila ante la reina en Westminster Hall, en el Parlamento de Londres, se mueva noche y día, sin interrupción, y que las esperas duren horas. Quienes participen afrontarán unas medidas de seguridad similares a las de los aeropuertos y tendrán que obedecer reglas estrictas, que incluyen llevar ropa apropiada, no tomar fotografías ni usar teléfonos celulares. Se les permitirá pasar por delante del féretro de la difunta monarca -sin detenerse- desde las 17.00 horas de hoy miércoles hasta las 06.30 horas del lunes 19.