ESTADOS UNIDOS
Entre sus prioridades está restablecer la imagen de EE.UU. y la relación con los aliados; convoca a una cumbre democrática.
Después de cuatro años agitados de mandato del presidente Donald Trump -un gobernante que actuó como nunca se vio en los 244 años de vida independiente de Estados Unidos- que terminaron con elasalto al Capitolio y de hecho en una agresión a la democracia, Joe Biden, quien asumirá la presidencia de la potencia número uno del mundo el próximo miércoles, enfrenta enormes desafíos en lo interno y en el frente internacional. Sin duda, de acuerdo con lo que ha anunciado, planteará un drástico cambio de rumbo.
Estos son algunos de los retos que esperan a Biden.
1. EE.UU. en crisis.
La crisis sanitaria, económica y social desatada por el COVID-19, que fue abordada con vacilaciones, omisiones y medidas erróneas por el presidente Trump -no mostró la capacidad de liderazgo necesaria en tiempos de adversidad- exige a su sucesor la adopción de decisiones urgentes para corregir el fracaso. Trump merece el crédito por haber impulsado el desarrollo de vacunas en tiempo récord, pero la distribución de las mismas se tradujo en obstáculos. Había prometido que 20 millones de estadounidenses estarían vacunados al 31 de diciembre. La vacuna solo llegó a 4,5 millones. Por eso, Biden anunció el viernes un plan masivo para vacunar a 100 millones de personas en sus primeros 100 días de mandato. Sostuvo que no puede admitirse que Estados Unidos, con su capacidad habitual de respuesta y organización en tiempos de crisis, haya fracasado hasta ahora en la protección de sus ciudadanos con las vacunas.
Pero, Biden sabe que además del desastre sanitario y del dolor que causa la pandemia del COVID-19 en Estados Unidos -el virus causó la muerte de más de 392.000 personas situando al país con el mayor número de fallecidos e infectados del mundo- debe encarar medidas para reencauzar la economía que ha sufrido duros golpes, causando situaciones de quiebra de negocios y alto desempleo, igual que en la Unión Europea y el resto del planeta. En función de esa dura realidad, anunció un plan de 1,9 billones de dólares para rescatar la economía y ayudar a las familias.
2. Defender la democracia.
Estados Unidos, líder de Occidente y ejemplo de democracia en el mundo, vivió en el comienzo de este año una situación de violencia instigada por el presidente Trump a partir de sus denuncias sin fundamento ni pruebas sobre un supuesto fraude en las elecciones que perdió. El mandatario inició su ofensiva hace varios meses cuando afirmó que el voto por correo, que este año tuvo gran crecimiento como consecuencia de la pandemia, está diseñado para perjudicar al Partido Republicano. Nada indica que su denuncia tenga un mínimo de veracidad. Y su campaña tuvo el punto más caliente cuando instigó a partidarios a marchar hacia el Capitolio -un símbolo de la democracia- lo que se tradujo en un asalto a ese histórico edificio en Washington DC que alberga a las dos cámaras. El resultado, además de escenas de violencia y saqueo en la sede legislativa, fue el inicio del segundo juicio político a Trump. Es la primera vez en la historia que un presidente es acusado dos veces en su mandato.
Biden es consciente de que la democracia ha sido agredida en Estados Unidos y los hechos de violencia debilitaron la imagen del país ante el mundo. Entre sus prioridades está volver a fortalecer las instituciones democráticas estadounidenses y unir al país, que tiene una profunda división a raíz de las actitudes políticas de Trump que considera enemigos a todos los que discrepan con él. La tarea es, por cierto, muy complicada, porque Trump sumó 74 millones de votos en estas elecciones presidenciales, 11 millones más de los que obtuvo en noviembre de 2016. Convencer a los ciudadanos que siguen fielmente a Trump requerirá mucho más que la buena voluntad expresada por el presidente electo.
3. Recomponer relaciones.
El fortalecimiento de la democracia no está limitado al ámbito interno de Estados Unidos. Biden ha fijado entre sus prioridades restablecer la imagen de Estados Unidos en el mundo, lo que incluye recomponer las relaciones con los aliados tradicionales de la Unión Europea, que están deterioradas porque Trump siempre recriminó a los europeos que perjudican a Estados Unidos en el comercio y en materia defensa no contribuyen en los montos debidos en la OTAN. Por ejemplo, Trump apuntó contra Alemania y sostuvo que es una vergüenza que ese país, una de las economías más prósperas del mundo, pague menos de lo que corresponde y Estados Unidas debe poner todos los dólares que faltan. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, fracasó en el intento de tener un buen diálogo con Trump.
El primer paso que dará Biden para acercarse a los aliados es convocar una “cumbre de las democracias” para discutir y analizar los riesgos que acechan a las naciones libres.
Los países europeos saben que el nuevo gobierno significará el retorno a la asociación armoniosa que los ha unido con Estados Unidos en defensa de intereses políticos, estratégicos y económicos compartidos.
Entre los puntos de acercamiento con las naciones europeas está el anuncio del presidente electo de que retornará al Acuerdo de París contra el cambio climático, del que Trump retiró a Estadps Unidos y suscitó críticas alrededor del orbe.
Los países europeos también esperan que Biden vuelva a incluir a Estados Unidos en el acuerdo nuclear con Irán, del que también se retiró Trump. El presidente electo considera que es necesario renegociar algunos puntos del texto como manera de asegurar que Irán no accederá a armas nucleares. El tiempo dirá si tiene éxito.
4. Relaciones complejas.
Biden, quien durante sus ocho años como vicepresidente en los dos períodos presidenciales de Barack Obama se encargó de los asuntos más desafiantes y riesgosos en materia de relaciones internacionales, tiene definida la estrategia que seguirá ante dos rivales de fuste: China y Rusia.
El trasfondo de la competencia con China -más allá de las diferencias ideológicas y rivalidad política- es el desarrollo de las nuevas tecnologías como es el caso de las nuevas redes 5G, que podrían ser hasta 20 veces más rápidas que las tecnologías actuales, y en las que el gigante asiático supera a Estados Unidos.
La relación con Rusia tendrá profundo cambio. Biden ve al presidente Vladimir Putin como un adversario sagaz y peligroso que ha interferido en las elecciones estadounidenses. Putin rechaza esa acusación. El mandatario ruso se mueve con habilidad y ha fortalecido la influencia de su país en el ámbito internacional. Son dos potencias nucleares. (Fuentes: The New York Times, El País de Madrid, AFP y EFE)
La presión a Maduro y apertura con Cuba
La política de relación con Latinoamérica que definió el presidente Donald Trump continuará en términos generales sin cambios en lo que respecta al gobierno de Venezuela presidido por Nicolás Maduro. Se espera que Joe Biden mantenga el rechazo y presión a Maduro y siga apoyando al líder opositor Juan Guaidó.
Respecto de Cuba habrá otro enfoque. Biden seguirá los lineamientos de apertura que impulsó Barack Obama con el régimen cubano y fueron resistidos por Trump.
Impulsa nueva ayuda ante deterioro del empleo
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el viernes que sentará de inmediato las bases de un nuevo plan de ayuda económica en medio del deterioro que presenta el mercado laboral.
Seguro del control del Congreso y con la cifra de desempleo del 6,7%, Biden abogó por “aportar inmediatamente un apoyo adicional a las familias de trabajadores y empresas. Ahora”.
Su prioridad será no obstante acelerar la vacunación contra el coronavirus, dijo desde su feudo de Delaware.
El nuevo plan debería permitir a las autoridades locales y nacionales mantener el empleo de educadores, policías, bomberos y agentes de salud pública. También manifestó su esperanza de subir rápidamente el salario mínimo a 15 dólares la hora.
“En medio de esta pandemia, son millones de personas sin empleo, incapaces de pagar su alquiler o sus préstamos”, dijo emocionado. “Hacen fila durante horas para buscar comida. Piensen en eso. Estados Unidos, personas que hacen fila en sus autos esperando una comida para llevar a la mesa para sus familias”, añadió.
La economía de Estados Unidos perdió empleos en diciembre, por primera vez desde abril, afectada por restricciones de movilidad y cierres de comercios para luchar contra el recrudecimiento de la pandemia.
En diciembre se perdieron 140.000 puestos de trabajo en Estados Unidos según cifras divulgadas por el Departamento de Trabajo, un panorama mucho peor que el anticipado por los analistas. (Con información de AFP)