Los desafíos que enfrenta Castillo en Perú: división política y una economía en caída

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Pedro Castillo, presidente electo de Perú. Foto: AFP
Peruvian left-wing presidential candidate for Peru Libre party, Pedro Castillo accompanied with his family, participates on a breakfast open to the press during the election day at his house in Chugur, Cajamarca region, north east of Peru, on June 06, 2021. - Peruvians face a polarising choice between right-wing populist Keiko Fujimori and radical leftist Pedro Castillo when they elect a new president on Sunday, in a country desperate for a return to normalcy after years of political turbulence. (Photo by ERNESTO BENAVIDES / AFP)
ERNESTO BENAVIDES

NUEVO GOBIERNO

El presidente electo de Perú prometió mantener libertad cambiaria, abstenerse de estatizar y crear un millón de empleos en el próximo año.

Pedro Castillo, el maestro de 51 años, que se declara marxista leninista y se convierte en el nuevo presidente de Perú después de derrotar a la candidata de la derecha, Keiko Fujimori por 50,12% a 49,87% -la diferencia es de 44.263 votos- deberá lidiar no solo con la pandemia del COVID-19 y la inestabilidad política, sino también con una severa crisis económica, por lo que será clave que gane la confianza de los mercados.

El 28 de julio, día del bicentenario de la independencia de Perú, Castillo -casado con Lilia Paredes, con tres hijos- tomará las riendas de un país cuya economía se hundió 11,12% en 2020 por la pandemia y perdió dos millones de empleos. Apenas Castillo se perfiló como ganador, al día siguiente del balotaje del 6 de junio, los mercados se agitaron por temor a un brusco viraje después de tres décadas de políticas económicas liberales.

Así, su principal reto en el plano económico, a juicio de analistas y firmas consultoras de riesgo, es la credibilidad que consiga ante los inversionistas peruanos y extranjeros.

“Hay que dar claras señales de que el manejo objetivo de la economía será profesional, que se convocará a técnicos sólidos”, afirma a la AFP el economista Hugo Ñopo, investigador del Grade (Grupo de Análisis para el Desarrollo).

La consultora de riesgo Eurasia, en un reciente informe para sus clientes, advirtió que “la administración de Castillo probablemente seguirá una trayectoria de izquierda incluso si se modera de alguna forma al principio. Sin embargo, es probable que la política económica sea errática y podría radicalizarse a medida que avance su periodo presidencial” que va de 2021 a 2026.

Ñopo apunta que hay expectativas negativas en el sector privado y debe observarse la capacidad de Castillo para imponer su programa ante un Congreso fragmentado, donde su partido Perú Libre tiene solo 37 de los 130 escaños.

“Una de las urgencias es prestar atención a las expectativas y calmarlas para que el dólar no siga subiendo, para que los precios no se muevan al alza y para que los capitales privados no salgan del país”, asevera el economista.

El dólar roza desde hace un mes y medio los cuatro soles, frente a 3,62 de diciembre.

Busca calmar.

La incertidumbre persistió por la demora de seis semanas del jurado electoral en proclamar al presidente electo. Ñopo opina que Castillo debe “tender puentes hacia los mercados, que están recelosos de lo que pudiera hacer”.

Buscando calmar temores, el 26 de junio Castillo anunció su intención de mantener como presidente del Banco Central a Julio Velarde, quien lleva 15 años en el puesto y es reconocido por su manejo prudente de la política monetaria. “Es necesario dar tranquilidad no solo económica sino abrir las puertas para las grandes inversiones”, dijo entonces.

Promesas políticas.

La proclamación de Castillo fue anunciada en la noche del lunes por el titular del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Jorge Luis Salas.

Ayer martes, Castillo no hizo anuncios sobre las medidas fundamentales. Por tanto, lo que se conoce de su programa de gobierno es lo que expuso durante la movilización electoral. “Planeamos cambios, no parches o reformas”, afirmó.

Su propuesta electoral se basó en una tríada: salud, educación y agricultura, los sectores prioritarios para impulsar el desarrollo nacional.

Prometió un millón de empleos en un año y niega que pretenda hacer expropiaciones o confiscar los fondos jubilatorios de los trabajadores.

Promete convocar a una Asamblea Constituyente para redactar en seis meses una nueva carta magna en reemplazo de la actual, que privilegia la economía de libre mercado. La Constitución de 1993 es un legado de Alberto Fujimori.

Pedro Castillo celebra el resultado de la votación que lo proclamó nuevo presidente de Perú. Foto: AFP
Pedro Castillo celebra el resultado de la votación que lo proclamó nuevo presidente de Perú. Foto: AFP

Castillo también dijo que expulsará a los extranjeros que cometan delitos, en tácita alusión a los migrantes venezolanos que llegaron desde 2017 y superan el millón. Su partido, Perú Libre, defiende al régimen del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Con el fin de combatir la inseguridad plantea retirar a Perú del Pacto de San José para restablecer la pena de muerte a los delincuentes.

Sus primeras propuestas económicas inquietaron a las multinacionales e inversionistas por sus promesas de nacionalizaciones y un rol más activo del Estado en el mercado, lo que le valió comparaciones con el “socialismo bolivariano” de Venezuela.

“No somos chavistas, no somos comunistas, nadie ha venido a desestabilizar al país, somos trabajadores, somos luchadores, somos emprendedores”, declaró el maestro ante una multitud el 15 de junio en Lima.

Su principal asesor económico, Pedro Francke, aseguró a la AFP que los cambios que promueven no tienen “nada que ver con la propuesta de Venezuela”.

“No haremos expropiaciones, no haremos estatizaciones, no haremos controles de precios generalizados, no haremos un control de cambios que haga que no puedas comprar y vender dólares y sacar los dólares del país”, dijo Francke.

Convoca a técnicos y figuras de otros partidos

Uno de los grandes desafíos que debe abordar Pedro Castillo son las garantías de gobernabilidad. Se enfrenta a un escenario complejo con alta polarización política y una fuerte oposición parlamentaria en un Congreso altamente fragmentado.

Esa coyuntura obliga a su partido, Perú Libre, a encontrar a contrarreloj aliados en otras bancadas para hallar una salida a la grave inestabilidad política que el país vivió en el último quinquenio y que se saldó con la caída de tres presidentes y la disolución del Parlamento.

Si bien Perú Libre, que tiene como emblema un lápiz, ha obtenido 37 bancas, la primera minoría en un Legislativo de 130 miembros. Hasta la fecha solo cuatro fuerzas minoritarias -Juntos por el Perú, Somos Perú, Podemos Perú y el Partido Morado- se expresaron a favor de darle gobernabilidad, mientras que hay expectativa sobre otras eventuales alianzas.

Castillo hizo, ayer martes, “una convocatoria a todos los técnicos, a las personas más distinguidas y comprometidas con el país. Estamos estructurando un equipo de trabajo”, reveló a los periodistas en un encuentro en el Centro de Lima. “Veo que hay personas bastante interesadas en contribuir en el apoyo a este gobierno, de todas las tiendas políticas. Personas que no son políticos, pero sí que los he visto tienen toda la disponibilidad para encaminar este gobierno”. Puntualizó que tendrán la oportunidad en su gestión, pero manteniendo un pensamiento de lealtad y compromiso con el pueblo.

Indicó que lo primero es la salud del pueblo y “luego ver de qué manera hacemos todo lo posible para ver el caso de la situación económica”. (Con información de EFE y El Comercio-GDA)

Adquieren 10 millones de dosis de la Sputnik V
Laboratorio de la vacuna rusa Sputnik V. Foto: AFP.

La pandemia del COVID-19, que ha tenido impacto en todo el mundo, causando dolor, muerte y crisis en las economías, es prioridad del presidente electo Pedro Castillo, de acuerdo con lo que ratificó ayer martes en declaraciones a los medios de comunicación, al afirmar que “lo más urgente es la salud del pueblo”.

El COVID-19 ha provocado la muerte de 195.146 personas y contagio a 2.093.754, aunque las cifras de afectados se encuentran en descenso desde hace varias semanas.

La campaña de vacunación ha conseguido inocular a más de 10 millones de habitantes, de un total de 32 millones, de los cuales, 4 millones han recibido las dos dosis de la vacuna.

El presidente trasitorio, Francisco Sagasti, anunció ayer martes la firma de un contrato con el Fondo Ruso de Inversión Directa, en representación del laboratorio Gamaleya, para la compra de 10 millones de vacunas Sputnik V. Agregó que están definiendo el calendario de entrega de la vacuna.

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