La modificación aprobada el lunes entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido a las reglas comerciales específicas para Irlanda del Norte puso sobre la mesa una nueva terminología para explicar en términos prácticos una compleja negociación, que ha tenido sus desencuentro desde la implementación del Acuerdo de Salida en 2020.
Estas reformas fueron presentadas como el Marco de Windsor, que básicamente determina que los camiones que transporten mercaderías desde el resto del Reino Unido a Irlanda del Norte podrán escoger entre un carril verde y uno rojo.
Este nuevo sistema fue presentado en forma ligeramente diferente en los documentos de la UE y en los del gobierno británico, aunque se refieran a lo mismo.
Para la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE), el Marco de Windsor amplía el dispositivo original, denominado “Comerciante de Confianza”, al tiempo que el gobierno británico se jactó de haber logrado “un nuevo carril verde” en el flujo de mercancías.
En la práctica, esto significa que un mayor número de empresas que envían mercancías desde el Reino Unido hacia Irlanda del Norte podrán registrarse para pasar sin vastos controles aduaneros.
Según el acuerdo original posterior al Brexit y que nunca se implementó por completo, llamado Protocolo de Irlanda del Norte, los bienes enviados a este país desde el resto del Reino Unido estaban sujetos a los mismos controles que los enviados a Irlanda o cualquier otra parte del mercado único de la UE.
Esa fue la causa que desató, hace ya dos años, la llamada “guerra de las salchichas”. Las grandes cadenas de supermercados británicas con establecimientos en Irlanda del Norte debían rellenar hasta 500 certificados de los productos contenidos en un solo contenedor (desde galletas a productos cárnicos).
Ahora, el Marco de Windsor tiene en consideración el estatus particular de la provincia de Irlanda del Norte como parte de un país fuera de la UE, pero que al mismo tiempo se beneficia de algunos aspectos del mercado único de la UE, como la República de Irlanda.
Así, empresas que eligen el llamado carril verde podrán vender o procesar productos en Irlanda del Norte si no van a ser llevados a Irlanda, país miembro de la UE.
Entonces, en lugar de controles regulares a las llegadas, se utilizarán métodos de seguimiento para asegurar a Bruselas que esas cargas no entrarán en el mercado de la UE.
Además, las normas sanitarias y seguridad del Reino Unido se aplicarán a esos productos, lo que significa, por ejemplo, que las tiendas de Irlanda del Norte podrán almacenar los mismos productos británicos que en el resto del Reino Unido.
De manera muy concreta, esto significará que la carne congelada británica podrá venderse en los supermercados norirlandeses, o que los ingleses podrán enviar paquetes a sus parientes de Belfast sin hacer una declaración de aduanas o viajar a la provincia con su perro sin necesidad de un certificado veterinario.
También, por ejemplo, los nuevos medicamentos que apruebe la agencia reguladora del Reino Unido podrán llegar de inmediato a las farmacias de Irlanda del Norte. No será necesario el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento.
“Los bienes que permanezcan en el Reino Unido estarán libres de papeleo, controles y aranceles innecesarios, y solo se requerirá información comercial ordinaria”, dice la hoja informativa en su versión británica.
Mientras tanto, la versión de la UE enfatiza que el mercado del bloque estará protegido por un acceso en tiempo real de la UE a los sistemas y bases de datos aduaneros del Reino Unido para rastrear los envíos.
Las mercancías que se consideren destinadas a Irlanda (es decir, al mercado de la UE) tendrán que utilizar el carril rojo a su llegada desde el Reino Unido a Irlanda del Norte, y estarán sujetas a controles sanitarios veterinarios y aduaneros completos.
Rishi Sunak viaja a Irlanda del Norte
El primer ministro británico, Rishi Sunak, viajó ayer martes a Irlanda del Norte para tratar de obtener el apoyo de las fuerzas políticas locales al acuerdo comercial anunciado con la UE. Es “un acuerdo fabuloso que responde a todo lo que importa para la gente”, aseguró Sunak al visitar una fábrica de Coca Cola cerca de Belfast, la capital.
Según él, el nuevo compromiso creará “la zona económica más excitante del mundo”, con acceso al mercado británico y al de la UE. “Nadie más tiene eso, solo ustedes”, enfatizó.
Sunak tiene ahora el desafío de convencer al ala derechista de su Partido Conservador, y también al Partido Unionista Democrático, opuesto a cualquier medida que ponga en cuestión la pertenencia de Irlanda del Norte al Reino Unido.
Los unionistas han bloqueado el gobierno local bajo el reclamo de que se abandonara el protocolo previo, negociado por el exmandatario Boris Johnson, que imponía una frontera de facto en el mar de Irlanda. Se niegan también a la aplicación de facto del derecho de la UE en Irlanda del Norte.
En base a AFP y El País de Madrid