Redacción El País
El líder de los rebeldes hutíes del Yemen, Abdelmalek al Huti, aseguró ayer que Estados Unidos pidió a China que “persuadiera” a los insurgentes para detener sus ataques contra barcos comerciales en el mar Rojo, en medio de la escalada militar en la zona.
“Una de las señales de fracaso es el intento de Estados Unidos de buscar la ayuda de China para mediar y persuadirnos de detener nuestras operaciones de apoyo al pueblo palestino contra barcos israelíes y aquellos asociados con el enemigo israelí”, dijo Al Huti en un extenso discurso televisado.
El líder hutí no ofreció detalles sobre si hubo conversaciones directas con China, cuyos barcos no han sido objeto de ataque desde que los insurgentes empezaran su campaña de acciones contra la navegación comercial en el mar Rojo. Sin embargo, Al Huti aseguró que “China se da cuenta de que no le conviene subordinarse a Estados Unidos”, especialmente, después de que Washington “le haya impuesto sanciones económicas y trate de limitar su crecimiento económico”.
“China no se implicará en servir a Estados Unidos ni en trabajar en favor de sus intereses”, añadió el líder de los hutíes, que a pesar de no ser reconocidos por Pekín, mantienen una opaca relación con el gigante asiático por sus lazos con Irán. Al Huti hizo estas declaraciones después de que medios árabes afirmaran la semana pasada que China pidió a Irán que intercediera para detener los ataques de los insurgentes en el mar Rojo, que han obligado también a algunas navieras chinas a modificar sus rutas.
China e Irán han reforzado en los últimos tiempos sus relaciones, sobre todo a raíz del acuerdo de cooperación de 25 años que Teherán y Pekín sellaron en 2021, que prevé inversiones chinas en los sectores iraníes de energía e infraestructura, a cambio de petróleo y gas. [EFE]