JIM KRANE
Es uno de los trabajos civiles más peligrosos en uno de los países más peligrosos en el mundo: traducir del árabe para las fuerzas militares estadounidenses en Irak.
Uno a uno, en forma apenas notada en el violento caos diario, decenas de intérpretes han sido asesinados —la mayoría iraquíes, pero también 12 estadounidenses. Representan 40% de las más de 300 muertes declaradas por contratistas privados ante el departamento del Trabajo en Estados Unidos.
Viajando en vehículos volados por bombas, a pie con patrullas militares en Falluja o irrumpiendo en edificios tras los infantes de marina, los intérpretes están muriendo en el trabajo, pero también enfrentan el peligro al regresar a casa: cazados por insurgentes que les llaman colaboracionistas.
"Si los insurgentes nos atrapan, nos decapitan, porque los imanes dicen que somos espías", dijo Mustafá Fahmi, de 24 años e intérprete para Titan Corp., el mayor empleador de traductores e intérpretes en Irak. "Me han amenazado como 15 veces, pero no voy a renunciar. Un vecino me vio en mi auto y dijo: "Te voy a matar".
Esa fue la suerte de Luqman Mohammed Kurdi Hussein, un lingüista kurdo de Titan que fue capturado en octubre por insurgentes. Un video con la decapitación de Hussein pudo verse en Internet.
Otro empleado de Titan, el sudanés Noureddin Zakaria, tuvo mejor fortuna. Zakaria apareció como rehén en una transmisión de la televisora Al-Arabiya el 30 de octubre diciendo que había sido capturado en Ramadi. Sus secuestradores le dejaron ir posteriormente.
En un ataque en Bagdad a finales de marzo, un grupo de insurgentes que viajaban en dos automóviles acribilló a cinco mujeres iraquíes que regresaban a sus casas tras una jornada laboral en una base militar estadounidense. Todas murieron, dijo la policía iraquí, y al menos una de ellas era intérprete.
La eficiencia con que los insurgentes han asesinado a los empleados de Titan preocupa a las fuerzas militares estadounidenses. Cuando los extremistas comenzaron a matarles en números mayores, el ejército y otros comenzaron a ofrecer residencia a los intérpretes en bases militares o en la fortificada Zona Verde en Bagdad.
La mayoría de los lingüistas de Titan vive ahora en las bases militares.
Más de 4.000 intérpretes trabajan para Titan, una firma con base en San Diego, California, que suministra a las fuerzas estadounidenses traductores de árabe y kurdo. Titan dijo que su contrato con el ejército norteamericano es su principal fuente de ingresos, y le habrá reportado hasta 657 millones de dólares para cuando expire.
Pero el costo humano ha sido grande. El Departamento de Trabajo informa que las solicitudes de pago por muertes de empleados de Titan en Irak fueron 126 hasta mediados de mayo, de un total de 305.
La cifra de bajas de Titan —que incluye muertes violentas y accidentes— es mucho mayor que la de cualquier otro de los contratistas civiles en Irak, incluyendo algunos con muchos más empleados.
Por ejemplo Halliburton, la firma de servicios petroleros con 50.000 trabajadores entre Irak y Kuwait, ha sufrido la muerte de más de 60 empleados y subcontratistas en la zona de guerra, dijo la vocera Jennifer Dellinger.
En Irak, los intérpretes son vistos como un lazo vital entre las tropas norteamericanas y la población iraquí.
En las afueras de Bagdad, una zona extremamente hostil, el ejército ha realizado ceremonias de homenaje para intérpretes muertos, dijo el Derik Von Recum. AP