EFE, AFP
Con el temporal dando sus últimos coletazos en España, en las zonas más afectadas por las devastadoras inundaciones en la que han muerto más de 200 personas, continúan con la limpieza y la recuperación de suministros básicos.
En Valencia, la región más afectada, casi 17.000 efectivos -entre militares, guardias civiles y policías- están desplegados para limpiar toneladas de lodo que dejó la riada y buscar posibles víctimas.
Por su parte, el general jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Javier Marcos, pidió “paciencia” ante una situación caótica, con una “terrible destrucción de infraestructuras” que complica el trabajo sobre el terreno.
Hasta el momento, más de 2.600 edificios y más de 534 kilómetros cuadrados de al menos seis regiones se han visto afectados por las inundaciones, provocadas por un fenómeno conocido como depresión aislada en niveles altos (dana), que puede dejar lluvias violentas y repentinas, acompañadas de tormenta en muchos casos y fuertes vientos.
Según las estimaciones de operador de microsatélites ICEYE, sus especialistas pudieron constatar que este pasado domingo las inundaciones alcanzaron en algunos puntos una profundidad máxima de 441 centímetros (4,41 metros).
En el sector agrícola, los daños han sido cuantiosos y más de 20.000 hectáreas de cultivo, sobre todo de cítricos, caquis, uva y hortalizas y, en menor medida almendros y olivos, estarían afectadas.
Desde el Gobierno de la región valenciana, al este del país, se han retirado 2.950 animales muertos en explotaciones ganaderas de las zonas afectadas para evitar riesgos sobre la salud pública.
Ante esta situación, el Consejo de Ministros del Gobierno español aprobará previsiblemente este martes la declaración de zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil para aquellas áreas más golpeadas y que, entre otras medidas, facilitará ayudas económicas a las víctimas de esta catástrofe natural.
Como otra medida a implantar para la protección de los trabajadores, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, anunció ayer un “escudo laboral” que tendrá efectos desde el 29 de octubre, el día en el que el temporal devastó Valencia, para que “no caiga ni una empresa ni un trabajador”.
Ese “escudo” incluye medidas como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), sin periodo de carencia, que no consume desempleo y con obligación de las empresas de mantener el empleo, y restablecer el Plan Me Cuida que se aplicó en la pandemia de covid-19 para garantizar los derechos de conciliación en esa región.
Hasta 400 víctimas
Las operaciones de rescate de los desaparecidos en las inundaciones en la región de Valencia están centradas en aparcamientos y subterráneos, con las autoridades preparadas para recibir hasta 400 víctimas mortales, muchas más de las 217 halladas hasta ahora.
Después de un domingo caótico en el que los reyes de España y el presidente del gobierno fueron recibidos con insultos y bolas de barro por una población desesperada e iracunda en una de las localidades afectadas en la región de Valencia, la prioridad seguía siendo ayer la localización de los desaparecidos y la identificación de los cadáveres.
Para ello, la UME explicó que prevén una morgue para 400 cuerpos, casi 200 más de los que constan en el balance actual.
“Hemos previsto una morgue que hoy tiene capacidad para 400 fallecidos”, explicó Marcos, general jefe de la UME, en una conferencia de prensa en Madrid.
“Estos fallecidos no se encuentran en unas condiciones, como pueden imaginar, de normalidad (...) Necesitan un espacio digno, una atención digna”, ahondó Marcos.
Pronóstico. La agencia estatal de meteorología, la Aemet, dio un respiro al asegurar que la “crisis meteorológica” sobre Valencia había terminado, pero la preocupación se desplazó al norte, hasta Barcelona, donde se decretó durante unas horas la alerta roja. Los muertos por las peores inundaciones de España en una generación llegan a 217.
Las lluvias dejan a Cataluña sin tres y vuelos cancelados
Las lluvias torrenciales que han caído desde este domingo en Tarragona y Barcelona, de hasta 115 litros por metro cuadrado, han dejado ayer lunes a Cataluña sin trenes de cercanías, con cortes en la alta velocidad y vuelos cancelados, han inundado carreteras y han provocado crecidas en algunos ríos, a punto de desbordarse.
La provincia de Tarragona estaba ya en alerta roja desde el domingo, lo que motivó que se suspendieran las clases en los colegios, así como las visitas sanitarias no urgentes y los juicios, al tiempo que se pedía a los trabajadores que se quedaran en casa, por lo que la actividad en grandes fábricas y empresas de la zona ha funcionado bajo mínimos.
Tras una noche de lluvias torrenciales que ha dejado un rastro de inundaciones en la provincia de Tarragona, el temporal se ha desplazado hacia Barcelona: los ciudadanos de Baix Llobregat, Barcelonès, Garraf, Maresme, Vallès Occidental y Vallès Oriental, y también de la Selva (Girona), han recibido avisos en sus móviles instándoles a evitar cualquier desplazamiento innecesario y a extremar la precaución en los entornos de las zonas inundables.
En cuestión de dos horas, las intensas precipitaciones, que han dejado hasta 131 litros por metro cuadrado, han anegado carreteras, calles y bajos en municipios del Baix Llobregat, incluido el aeropuerto de El Prat, donde se han tenido que cancelar medio centenar de vuelos.