EFE
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó ayer miércoles la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una especie de Fome Zero (Hambre Cero) que lanzo en 2003 para Brasil. “Ningún asunto es más actual y desafiante para la humanidad. El hambre es la más degradante de las privaciones humanas, un atentado a la vida y una agresión a la libertad”, afirmó Lula en una reunión de ministros de Desarrollo del G20, en Río de Janeiro.

Los documentos constitutivos de la Alianza, una iniciativa de Lula, fueron aprobados por aclamación en la reunión ministerial del G20 que agrupa a las mayores economías del mundo, por lo que desde ahora cualquier país interesado en participar puede unirse.

La Alianza comenzará a operar oficialmente en la Cumbre que el G20 tendrá en noviembre próximo en Río de Janeiro, cuando concluye la presidencia temporal ejercida por Brasil.

La idea es que cada país diseñe su propio plan y defina sus metas de combate al hambre y la pobreza, y que la Alianza le ayude a cumplirlas tanto con aportes financieros como de experiencias y tecnologías.

Lula dijo que la Alianza funcionará hasta 2030, plazo que tienen los países para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sustentable (ODS) de erradicar el hambre, y que tendrá una estructura pequeña y eficiente con la mitad de sus gastos costeados por Brasil. “Los gobernantes tienen que tener en cuenta a los excluidos porque no es posible que casi en la mitad del siglo XI, cuando estamos discutiendo la Inteligencia Artificial, aún estemos obligados a promover una discusión para decirles a los dirigentes que cuiden de los pobres”, afirmó.

“El hambre no es resultado tan solo de factores externos. Es consecuencia, sobretodo, de opciones política. Hoy el mundo produce alimentos más que suficientes para erradicarla. Lo que falta es crear las condiciones para ofrecer acceso a los alimentos”, insistió el presidente brasileño.

Lula calificó como “aterradores” los datos divulgados ayer por la ONU en Río de Janeiro y según los cuales los niveles de hambre se mantuvieron preocupantemente altos en 2023 por tercer año consecutivo, con unas 733 millones de personas subalimentadas de forma crónica.

El mandatario dijo que sus dos gobiernos anteriores permitieron reducir en un 85% el número de brasileños en situación de inseguridad alimentaria, y afirmó que Brasil volverá a ser excluido del llamado Mapa del Hambre antes del final de su tercer mandato, en diciembre de 2026.

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