La visita a Uruguay del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, terminará de sentar las bases de la relación bilateral. Con una agenda apretada -que incluirá reuniones en la residencia presidencial de Suárez y Reyes, la Intendencia de Montevideo y la chacra del exmandatario José Mujica- el jefe de Estado pisará hoy suelo uruguayo por primera vez desde la victoria electoral de noviembre.
Con la derrota de Jair Bolsonaro se reconfiguró el mapa de posibles apoyos a la “flexibilización” del Mercosur. Este es uno de los principales anhelos del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, que además busca ingresar al Acuerdo Transpacífico y firmar tratados de libre comercio con China, Turquía y Gran Bretaña.
Hasta ahora solo Argentina y Paraguay se habían mostrado en contra, argumentando que las intenciones de Lacalle Pou eran violatorias de los tratados fundacionales del bloque regional. Mientras, Bolsonaro había dejado avanzar a Uruguay. Pero la declaración conjunta que este lunes emitieron Lula y el presidente de Argentina, Alberto Fernández, mostró que Lacalle Pou quedó en minoría: sus pares enfatizaron la necesidad de fortalecer el Mercosur, “respetar” sus reglas y negociar como bloque.
En una entrevista con el diario Folha de São Paulo, el canciller brasileño, Mauro Vieira, que integra la delegación oficial, había deslizado que un TLC entre Uruguay y China con tarifas inferiores al arancel externo común del Mercosur podría “destruir” al bloque sudamericano.
Con este panorama -y después de una intensa cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en Buenos Aires- Lacalle Pou recibirá a Lula en la residencia presidencial al mediodía. De acuerdo al cronograma oficial, después de este encuentro los presidentes emitirán un comunicado y compartirán el almuerzo.
Entre otros temas de la agenda bilateral, el Poder Ejecutivo priorizará la búsqueda de acuerdos a largo plazo para intercambiar energía. Ambos países han apelado a la producción del otro cuando hubo sequía, como ahora ocurre con Uruguay. De hecho, ante la visita del mandatario brasileño, su equipo de comunicación divulgó un dossier que reconoce que ambos países “coinciden en la necesidad de profundizar el intercambio” energético, “no solo en los momentos críticos”, sino también para hacer un uso más sostenible y provechoso de la infraestructura disponible.
Tras el encuentro con Lacalle Pou, Lula se trasladará a la Intendencia de Montevideo. Desde el balcón en la avenida 18 de Julio saludará a la población, una actividad promovida institucionalmente no solo por la comuna sino también por el Frente Amplio, que fue cuestionada por la oposición capitalina por la supuesta conjunción de intereses.
La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, le entregará al mandatario el premio “Más verde”, que distingue a “personalidades relevantes que hacen una contribución sustantiva al ambiente”. Esta es la primera vez que se entrega la condecoración.
Luego de este evento, el presidente brasileño visitará al exmandatario José Mujica, su amigo, en la chacra de Rincón del Cerro. Del encuentro también participarán el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, y el número uno del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, invitado personalmente por el líder tupamaro.
La incógnita es si también asistirá Yamandú Orsi, intendente de Canelones, apadrinado por Mujica para competir en las elecciones internas de 2024. Según fuentes frenteamplistas no se descarta la opción, especialmente porque Cosse asumió un rol protagónico con el acto.
Moneda con Argentina los preocupa a todos
Si bien el encuentro con Mujica será distendido, sin un orden del día, se espera que uno de los temas abordados sea la moneda común que impulsan Brasil y Argentina. Antes de que se confirmara oficialmente esta iniciativa, el propio expresidente uruguayo había rechazado la posibilidad de que ocurriera a corto plazo. En una entrevista con el semanario Búsqueda, donde habló de afianzar las alianzas regionales, planteó que tener una divisa común sería el paso “más complicado” de esta estrategia diplomática.
Otras voces del Frente Amplio también se mostraron en contra. El senador y economista Mario Bergara, por ejemplo, planteó en una columna publicada en La Diaria que la moneda única sería “inviable”.
La iniciativa fue cuestionada por el gobierno. El ministro de Trabajo, Pablo Mieres, señaló que sería “imposible”.