EFE/ Brasilia
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, realiza entre hoy lunes y el sábado una minigira por Asia con escalas en Japón y Vietnam, donde intentará abrir nuevos mercados para los productos brasileños en un momento de extrema incertidumbre en el comercio internacional.
En Japón intentará un acuerdo que permita la entrada de la carne bovina brasileña al mercado nipón y tanteará la posibilidad de abrir negociaciones para un acuerdo de libre comercio (TLC) con el Mercosur (bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
En concreto, el Gobierno brasileño intentará convencer a Japón de que envíe una misión técnica de autoridades sanitarias a Brasil para que inspeccione las condiciones de producción de carne bovina en el país y levante las actuales restricciones al producto sudamericano en el tercer mayor comprador de carnes del mundo.
Brasil es el mayor productor y exportador de carne bovina y de pollo en el mundo.
Japón fue el tercer mayor socio comercial de Brasil en Asia el año pasado, con un intercambio comercial que sumó unos 11.000 millones de dólares y un superávit brasileño de 148 millones.
En Vietnam, Lula buscará acuerdos para que Brasil pueda venderle más carnes al país asiático, así como los aviones de Embraer, y para ampliar las ventas de etanol, combustible del que el país es el segundo mayor productor mundial.
La delegación brasileña que viaja a Vietnam incluye a los principales ejecutivos de Embraer, tercer mayor fabricante de aviones del mundo, y del gigante JBS, mayor cárnica del mundo y que estudia abrir una unidad de procesamiento y distribución en el país asiático. Además, Embraer está interesado en venderle su carguero militar C-390 a Vietnam, país que actualmente negocia la adquisición de los C-130 estadounidenses.
El intercambio comercial de Brasil con Vietnam, quinto mayor consumidor de los productos agropecuarios brasileños en el mundo, ascendió a 7.700 millones de dólares el año pasado, con un superávit de 415 millones de dólares para Brasil.
Las visitas producen en momentos en que Brasil comienza a buscar mercados para dirigir los productos que puedan sufrir restricciones en Estados Unidos con la política de imposición de aranceles del presidente Trump.
Igualmente se produce en momentos en que Brasil busca alternativas para, en medio de la actual guerra comercial, reducir su dependencia de China, el mayor destino de sus exportaciones.
Bolsonaro
En la esfera política de Brasil, la ministra de Relaciones Institucionales de ese país, Gleisi Hoffmann, afirmó que el proyecto de ley presentado al Congreso para amnistiar a los participantes en los actos golpistas del 8 de enero de 2023 lo que busca realmente es beneficiar al expresidente Jair Bolsonaro.
Hoffmann afirmó que, tal como está redactado, el proyecto no está dirigido a beneficiar a manifestantes supuestamente inocentes que se juntaron a los ultras que asaltaron las sedes de los tres poderes, sino a perdonar al líder de la ultraderecha brasileña en momentos en que puede ser juzgado por golpismo.
La expresidenta del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), aseguró que el Gobierno de Lula no puede aceptar un proyecto que “determina la completa inmunidad de todos los que tramaron, participaron, apoyaron y financiaron los atentados contra la democracia en el país”.