CRISIS EN VENEZUELA

Nicolás Maduro amenazó ayer viernes con una orden de detención contra el líder opositor Juan Guaidó, y dijo que los presidentes de Colombia, Iván Duque, y Brasil, Jair Bolsonaro, tienen planes para atacar Venezuela.

En su primera rueda de prensa de este año, Maduro reiteró que su régimen denunció el jueves a Estados Unidos ante la Corte Penal Internacional (CPI) por “crímenes de lesa humanidad”, por las sanciones financieras. Y lanzó un dato aterrador: las sanciones, dijo, “han dejado ya miles de muertos” por la imposibilidad de la población de acceder a alimentos y medicinas.

“El día que los tribunales de la República den el mandato de detener al señor Juan Guaidó por todos los delitos que ha cometido, ese día va a la cárcel, ten la seguridad. Ese día no ha llegado, pero llegará”, aseguró Maduro, cuyo régimen controla los tribunales de justicia.

Guaidó, reconocido como presidente encargado por más de medio centenar de países, volvió este martes a Venezuela tras una gira internacional a pesar de tener una prohibición de salida del país que ya había burlado en 2019.

Maduro se refirió a los diplomáticos extranjeros que acudieron al aeropuerto para recibir a Guaidó y dijo que está evaluando qué respuesta dar. Pero en especial señaló a uno: “El embajador de Francia (Romain Nadal) se ha inmiscuido otra vez en los asuntos internos de Venezuela”.

Maduro reiteró que en Colombia y Brasil “grupos irregulares” y “terroristas” avalados por Duque y Bolsonaro preparan acciones contra Venezuela. “Bolsonaro está detrás de esos terroristas (...) está arrastrando las Fuerzas Militares de Brasil a un conflicto armado contra Venezuela”, alertó.

Sobre Colombia, ratificó su intención de restablecer los canales consulares y de rectificar las relaciones diplomáticas “antes de que sea tarde”. “Luego será tarde y a nosotros no nos va a parar nadie”, advirtió.

En ese sentido, Maduro informó que 2,3 millones de combatientes participarán este fin de semana en unos ejercicios militares “para defender todo el territorio”.

Casi cuatro semanas después de que ocurriera en Madrid un breve encuentro entre la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, y el ministro de Transportes de España, José Luis Ábalos, el régimen chavista hizo su primer comentario al respecto.

En la rueda de prensa de ayer, Maduro dijo entre risas que el asunto es un “secreto”.

“Eso es secreto de Delcy, ella no me ha contado ese secreto, qué hablo con Ábalos”, sostuvo, provocando la risa de la vicepresidenta.

Rodríguez, que no puede pisar la Unión Europa por sanciones del bloque, se reunió en la madrugada del 20 de enero en el aeropuerto de Madrid con Ábalos. “En España han hecho una novela, el ‘Delcygate’, siempre con la idea de perjudicar a Venezuela, (hay) una campaña permanente en España contra Venezuela”, subrayó Maduro.

En este sentido, afirmó que Rodríguez “pasó por el aeropuerto de España rumbo a una gira internacional” y “dejó” allí al ministro de Turismo, Félix Plasencia, que “estaba invitado a la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur)”.

Finalmente criticó a la oposición en España al asegurar que creen que el dictador Francisco Franco “todavía está vivo” y que “ellos son voceros de un Gobierno franquista”. “Le digo a la derecha de Vox, del (Partido Popular) PP: calmen los nervios y dejen la persecución contra Venezuela”, concluyó.

Según Madrid, Ábalos fue al aeropuerto de Barajas para evitar que la vicepresidenta entrara en España.