Redacción El País
Nicolás Maduro sigue sentado sobre las actas del escrutinio de las elecciones del 28 de julio y, pese a las pruebas y la presión internacional, se niega a reconocer su derrota. Es más, ayer viernes volvió a rechazar otra oferta de diálogo de la líder opositora María Corina Machado, que incluía hasta un salvoconducto para dejar el poder.
La única señal de diálogo que ha dado hasta ahora es decirse dispuesto a hablar con tres presidentes amigos de la región que están buscando una salida negociada: el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el mexicano Andrés Manuel López Obrador y el colombiano Gustavo Petro.
“Garantías, salvoconductos e incentivos”: es la oferta que Corina Machado puso ayer sobre la mesa a Maduro para una “transición negociada”.
Desde la clandestinidad, a la que pasó desde la semana pasada por temor a su vida, Machado respondió por notas de voz a un cuestionario enviado por la AFP a través de su equipo.
La líder opositora habla de una “negociación para la transición democrática”, que “incluye garantías, salvoconductos e incentivos para las partes involucradas, en este caso el régimen que fue derrotado en esa elección presidencial”.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), que responde la régimen, proclamó vencedor a Maduro con 52% de los votos, aunque no publicó el detalle del escrutinio alegando su sistema fue jaqueado.
La oposición asegura que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó la elección con el 67% de los votos y presenta como prueba un sitio web con copias de más del 80% de las actas escaneadas.
El chavismo lo desestima y dice que es forjado. El presidente ha pedido a la corte suprema que “certifique” los comicios, un proceso que la oposición y académicos consideran improcedente.
“Maduro perdió completamente, absolutamente, la legitimidad”, insiste Machado. “Todos los venezolanos y el mundo sabemos que Edmundo González ganó de manera arrolladora y que Maduro pretende imponer el fraude más grande de la historia de este país. Pero no lo va a lograr”.
“Yo me siento profundamente orgullosa de lo que hemos hecho, de lo que ha hecho la sociedad venezolana, superando todos los obstáculos en la elección más desigual y arbitraria en cuanto a los abusos y atropellos del régimen”, añade.
Machado desestima la declaración de “lealtad absoluta” a Maduro del alto mando militar, al asegurar que muchos militares encargados de la custodia de centros de votación apoyaron la recolección de actas para su sitio web.
“A Maduro lo único que le queda en este momento es atrincherarse alrededor de la generación de violencia y miedo, por una parte, y de un grupo muy reducido de militares de alto rango que no representan la aspiración de la inmensa mayoría de nuestras Fuerza Armada Nacional”, sostiene.
“El 10 de enero (de 2025, día de la toma de posesión), Venezuela tendrá en Edmundo González Urrutia su nuevo presidente y su nuevo comandante en jefe”, dijo Machado.
Diálogo, ¿con quién?
Maduro, por su parte, dijo ayer que prevé una conversación con los presidentes Lula da Silva, López Obrador y Petro, para abordar la crisis desatada luego de las elecciones del 28 de julio. “Está pendiente una conversación con los tres presidentes, esperemos que se dé”, dijo el Maduro a la salida del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), donde compareció ante los magistrados de la Sala Electoral controlada por su régimen.
Las cancillerías de los tres mediadores -Brasil, México y Colombia- publicaron el jueves un comunicado conjunto en el que piden que el CNE publique los resultados desglosados que certifican la victoria de Maduro.
Pero así como se mostró abierto a hablar con Lula, López Obrador y Petro, el dictador venezolano aseguró que la “única negociación” con la opositora Machado es que se “entregue ante la Justicia”, rechazando su oferta de una transición negociada.
“El único que tiene que negociar en este país con la Machado es el fiscal general. Que se entregue ante la Justicia y dé la cara, y responda por los crímenes que cometió. De verdad es la única negociación que cabe aquí”, dijo Maduro, quien señala a la líder opositora y a González Urrutia como responsables de generar “violencia” durante las manifestaciones poselectorales en rechazo al resultado oficial que otorga el triunfo a Maduro.
El pasado miércoles, Machado dijo que Maduro debe “entender que su mejor opción” es “entablar una negociación”, a la vez que ratificó una “absoluta disposición” por parte de la Plataforma Unitaria Democrática, para negociar una transición. (AFP, EFE)
Corte del régimen “certifica” la reelección de Maduro
Nicolás Maduro compareció ayer viernes ante la corte suprema a la que pidió validar su cuestionada reelección, en medio de una creciente presión internacional para que divulgue las actas de la votación del 28 de julio.
La audiencia responde a una solicitud que hizo la semana pasada Maduro al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), al servir del régimen chavista, para “certificar” la elección.
Maduro fue proclamado como presidente reelecto con el 52% de los votos frente a un 43% del opositor Edmundo González Urrutia, pero el Consejo Nacional Electoral (CNE) no publicó el detalle del escrutinio. Hasta ayer viernes, seguía sin hacerlo. La oposición denunció fraude y divulgó el 80% de las actas, que comprueban la victoria de González Urrutia, que representó a la líder María Corina Machado tras su inhabilitación por parte del régimen.
Después de los resultados, estallaron protestas en el país que se saldaron con al menos 24 muertos, de acuerdo con organizaciones de derechos humanos, y más de 2.200 detenidos, según Maduro.
El Centro Carter coincide con las proyecciones del triunfo opositor, mientras Estados Unidos -que reconoció la victoria de González Urrutia-, la Unión Europea -que pidió una verificación independiente del proceso y desconoce los resultados oficiales-, y países de América Latina, incluidos aliados de Maduro como Brasil, México y Colombia, exigen la publicación de las actas. Uruguay reconoció el triunfo de González Urrutia y también pide la publicación de las actas.
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, acudió el lunes a la corte y dijo haber entregado todo el material: actas de escrutinio de las mesas, el acta de totalización definitiva y copia de la proclamación de Maduro. Según lo anunciado por la presidenta del Supremo, Caryslia Rodríguez, el material será revisado en un lapso de 15 días que puede ser “prorrogable”.
Con el procedimiento en el TSJ, Maduro está “admitiendo implícitamente que nadie cree en su proclamación, a tal punto que pide que otro poder intervenga”, dijo el abogado de la opositora Machado, Perkins Rocha, en X.
Carta de legisladores contra el fraude
Más de 500 líderes, entre ellos congresistas de 22 países de América Latina y de Europa, han solicitado a los presidentes de Brasil, Colombia y México “acciones contundentes” frente a la “grave situación que hay en Venezuela por la falta de transparencia en el proceso electoral”, anunció el Foro América Libre ayer viernes, y aseguran que “la oposición que lidera María Corina Machado tiene todas las pruebas de que Edmundo González resultó ganador”.
“Nos dirigimos a ustedes como actores significativos para la búsqueda de una solución a la grave crisis que vive Venezuela. A pesar de las diferencias ideológicas que existen entre nosotros y las políticas de sus administraciones, la situación en Venezuela transcurre más allá de ideologías, se trata de un testamento a los principios fundamentales de la democracia y los derechos humanos”, comienza la misiva, dirigida a los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; México, Andrés Manuel López Obrador y Colombia, Gustavo Petro, que actúan como mediadores entre el chavismo y la oposición tras la crisis política desatada en las elecciones del 28 de julio.
“La consolidación del fraude electoral y la perpetuación del régimen de Maduro no solo agravan la emergencia humanitaria y la crisis migratoria, sino que también ponen en juego la estabilidad regional y la credibilidad internacional de sus gobiernos. Ustedes tienen la oportunidad de legitimar la voz del pueblo venezolano y pasar a la historia como defensores de la democracia, en lugar de ser vistos como facilitadores de un régimen autoritario”, apuntan los 529 legisladores firmantes.
En concreto, llaman a Lula, Petro y López Obrador a “un proceso de negociación transparente y justo”.
“Esperamos que tomen decisiones que reflejen la urgencia de la situación y actúen como líderes a los que la historia demanda la defensa de la democracia y la justicia en nuestra región”, aseveran.
En total 43 diputados y senadores uruguayos del Partido Nacional, Partido Colorado y Cabildo Abierto firmaron la petición. Además, un grupo de 32 exjefes de Gobierno del grupo IDEA, entre ellos los expresidentes Luis Alberto Lacalle Herrera y Julio María Sanguinetti, recordaron ayer a Brasil, México y Colombia que el plazo para que las autoridades electorales de Venezuela presenten las actas de las pasadas elecciones ha “vencido sobradamente”.
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