Ya sea por el temor a que lo arresten si sale de Venezuela, o para evitarle una situación incómoda en la foto de familia en la cumbre de la Celac, el hecho es que Nicolás Maduro no estará hoy martes en Buenos Aires.
El presidente venezolano justificó su ausencia ante un supuesto plan de “agresión” en su contra.
“En las últimas horas hemos sido informados, de manera irrebatible, de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista, cuyo objetivo es llevar a cabo una serie de acciones de agresión, en contra de nuestra delegación encabezada por el Presidente de la República”, señaló un comunicado oficial del régimen venezolano.
“Pretenden montar un ‘show’ deplorable, a fin de perturbar los efectos positivos de tan importante cita regional”, la séptima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), “y así contribuir a la campaña de descrédito - ya fracasada - que se ha emprendido contra nuestro país desde el imperio norteamericano”, agrega el comunicado.
Unas horas antes del anuncio oficial, Maduro había dado señal de que no estaría en Buenos Aires: canceló una reunión con Luiz Inácio Lula da Silva.
En lugar de Maduro, el canciller Yvan Gil representará a Venezuela en la cumbre de la Celac.
Ayer lunes en Caracas, Maduro participó en una marcha por el aniversario del 23 de enero, que conmemora la caída de la dictadura militar en 1958.
La presencia de Maduro había caldeado el ambiente en las horas previas a la cumbre de la Celac, tras ser denunciado por particulares y organizaciones civiles ante la justicia argentina por violación a los derechos humanos, y algunos dirigentes opositores pidieron incluso que fuera detenido si llegaba al país.
El régimen venezolano agradeció la “cordial invitación” del presidente argentino, Alberto Fernández, que en una entrevista publicada el domingo en el diario brasileño Folha de Sao Paulo dijo que Maduro estaba “más que invitado”.
Los dirigentes de la oposición argentina celebraron la decisión de Maduro de no asistir a la cumbre de la Celac.
El alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, uno de los potenciales candidatos a las elecciones presidenciales de este año por la coalición de Juntos por el Cambio, aseguró que la ausencia de Maduro en la cumbre es una “muestra” de lo que puede lograrse contra los dictadores que “violan la libertad, los valores democráticos y los derechos humanos en la región”.
“Basta a los que quieren poner al país del lado incorrecto de la historia. Mi reconocimiento al pueblo argentino por defender nuestra tradición democrática y a todos los dirigentes y líderes que, utilizando las herramientas institucionales correspondientes, hicieron las denuncias que evitaron su llegada”, aseveró el político opositor en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el Foro Argentino para la Democracia en la Región (Fader) subrayó que la visita del presidente venezolano a Argentina “nunca debió ni siquiera estar planteada”.
“Haber logrado que este dictador no pise suelo argentino fue obra de la presión de la comunidad venezolana, del pueblo argentino y de los demócratas y defensores de derechos humanos (...). Sin embargo, aunque el dictador declinó venir, su comitiva sí lo hizo, así como la nicaragüense y el dictador cubano, Miguel Díaz-Canel”, señaló Fader en un comunicado.
Pedido de detención y presentación ante la DEA
El Foro Argentino para la Democracia en la Región (Fader), encabezado por el diputado Waldo Wolff (Pro), impulsó una denuncia tanto contra Maduro como sus pares de Cuba, Miguel Mario Díaz-Canel, y de Nicaragua, José Daniel Ortega. Contra Maduro, además, un abogado penalista amplió la denuncia y pidió que fuera citado a indagatoria de manera urgente por violación a los derechos humanos. En tanto ayer la titular de Pro, Patricia Bullrich, realizó una presentación ante DEA para pedir la captura de Maduro. En su escrito, Bullrich sostuvo que para la Argentina “es muy importante luchar contra los políticos involucrados en organizaciones criminales”.