EFE, AFP
El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, sigue viéndose blanco de una conspiración “fascista” y “diabólica”, y a todo opositor como un “criminal” cuyo destino solo puede ser la cárcel. “Ustedes van a saber en las próximas horas y en los próximos días los planes criminales que estamos, en tiempo real (...), develando, y a los criminales que estamos capturando. Son planes fascistas, diabólicos”, dijo Maduro ayer miércoles en un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión.

“No puedo revelar (información), porque está la investigación demasiado avanzada y cualquier detalle que yo diga le da pistas a aquellos que estamos a punto de ponerle los ganchos (de detener). Primero los ganchos, después la información al pueblo”, sostuvo.

El mandatario hizo esta declaración luego de reiterar sus acusaciones contra la líder opositora María Corina Machado y el excandidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia, quienes se han mantenido en la clandestinidad luego de denunciar fraude en las elecciones del pasado 28 de julio que se adjudicó Maduro.

“Ella es una persona criminal, no solo por lo que ha hecho sino por lo que está planificando hacer”, dijo sobre Machado.

Maduro también tildó de “malo” a González Urrutia, sobre quien pesa una orden de detención desde el pasado lunes, por presuntos delitos relacionados con la publicación, por parte de la PUD, de actas electorales según las cuales la oposición ganó las presidenciales por amplio margen.

Sin mostrar pruebas, Maduro vinculó las declaraciones de este miércoles con la investigación penal que fue abierta luego del apagón del pasado viernes, cuando la mayor parte del país se quedó a oscuras durante casi 12 horas -que superaron las 24 en varias zonas- y reiteró que se trató de un sabotaje orquestado por la alianza opositora.

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González Urrutia pidió ayer miércoles al fiscal general, Tarek William Saab, evitar una “persecución” política.

La solicitud fue realizada a través de su abogado, convocado por el fiscal a una reunión a última hora de la tarde.

Hasta anoche no estaba claro si González Urrutia había sido imputado. Su abogado José Vicente Haro no ha podido acceder al expediente, pero acudió a la fiscalía en un intento por frenar el proceso.

Entregó un escrito legal en el que se justifica la ausencia de su defendido en las tres citaciones que derivaron en el pedido de arresto.

El documento “hace un llamado al fiscal general de la República a no criminalizar, a no judicializar hechos que no revisten carácter penal, a no iniciar una persecución política”, explicó Haro. “Hay una situación de indefensión, de imposibilidad de garantizar su derecho a la defensa, al debido proceso”.

Estados Unidos, el jefe de la Unión Europea, Joseph Borrel, y nueve países de América Latina -entre ellos Uruguay- rechazaron la orden de captura contra González Urrutia, y no reconocieron la proclamación de Maduro como ganador de las elecciones del 28 de julio.

Estados Unidos dijo que sopesa “opciones” contra Maduro. Ya en el pasado impuso sanciones contra el régimen de Venezuela, aunque fueron flexibilizadas en el último año.

Las autoridades estadounidenses informaron además ayer miércoles que un militar de su país fue detenido el 30 de agosto “mientras se encontraba de viaje personal en Venezuela”. No hay más detalles, el gobierno venezolano no se ha pronunciado.

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El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, aseguró ayer miércoles que la reunión que anunció desde el lunes entre los presidentes de Colombia, Brasil y México con Maduro está “planteada” y llegó a estar confirmada, pero que esperan una “reconfirmación” para que se materialice. “Oficialmente está planteada, esperemos que se materialice”, apuntó Murillo, quien explicó que el mandatario colombiano Gustavo Petro convocó la reunión con sus homólogos mexicano y brasileño, Andrés Manuel López Obrador y Luiz Inácio Lula da Silva, que se llegó a confirmar pero ahora están pendientes de que “se reconfirme”.

Murillo dijo el martes que la reunión entre los tres presidentes del que denominó “G3” podría tener lugar en cualquier momento.

También puso en duda las intenciones de Maduro de asistir, después de que Colombia y Brasil emitieran el martes un comunicado conjunto en el que expresaban su preocupación por la orden de detención emitida por la Justicia de Venezuela contra González Urrutia.

Petro y Lula han intentado mediar en la crisis que Venezuela tiene abierta desde que el ente electoral anunció la cuestionada victoria de Maduro en las votaciones del pasado 28 de julio.

Ninguno de los dos países ha reconocido aún la victoria de Maduro, pero tampoco la de González Urrutia, apostando a pedir que se publiquen las actas electorales y a abrir sendas de diálogo con las dos partes.