Kuala Lumpur - Millones de personas inundaron hoy y anoche las calles de las mayores ciudades de Malasia para celebrar el 50 aniversario de la Independencia de su país, donde la pobreza casi quedó atrás y la prosperidad llega de la mano de la tecnología.
Una muchedumbre abarrotó durante la noche la entrada a Putrajaya, la moderna capital administrativa, para contemplar la exhibición de fuegos de artificio, y con el amanecer, la gente se agolpaba en las principales avenidas de Kuala Lumpur, para ver el desfile de la Merdeka ("Independencia"), en el que participaron 10.000 efectivos del Ejército y la Policía, al mismo tiempo que los aviones de la Fuerza Aérea sobrevolaban la metrópoli.
En la plaza de la Merdeka, lugar en el que Abdul Rahman proclamó la Independencia tras más de un siglo de colonización británica, el primer ministro, Abdulla Badawi, pidió a las comunidades malaya, china e india que estén preparadas para afrontar los peligros que amenazan la unidad nacional.
Malasia es un país musulmán de 26 millones de habitantes, donde cohabita una mayoría malayo-musulmana con notables minorías de chinos e indios.
Malasia ha pasado en estos cincuenta años de ser un país con una economía basada en la producción de caucho, estaño y aceite de palma, a ser uno de los líderes mundiales de la industria informática y electrónica.
En 1957, el 50 por ciento de su población de este país vivía bajo el umbral de la pobreza, la mayoría de las comunidades eran rurales, la lacra del sistema de transportes hacía que un viaje durara días, y la gente se extasiaba al ver un edificio de once pisos de altura.
En 2007, Malasia ha doblado su población, de la que cerca del 5 por ciento está bajo el umbral de la pobreza, y exuda modernidad por medio de sus rascacielos, autopistas, tecnología, y un parque automovilístico que atasca a diario las calles del centro financiero y comercial de Kuala Lumpur.
Michael Yeoh, ingeniero agrónomo de 65 años, explicó a Efe cómo en los últimos años han desaparecido del paisaje malasio escenas de antaño, como las de carromatos tirados por bueyes, y recuerda que un viaje en destartalados autocares, desde el norte del país hasta la capital, podía parecer interminable.
"Antes no había puentes, por lo que había que cruzar los ríos con barcas, pero ahora hay miles de kilómetros de autovía y puentes, con lo que se puede llegar desde el norte del país hasta Kuala Lumpur en seis horas", apostilló.
Yeoh explicó que antes la mayoría de la gente de las ciudades vivía en casas unifamiliares con el mobiliario esencial, y que en cambio ahora en los hogares abundan los electrodomésticos, y se puede viajar por todo el país en tren, avión o en coche, del que predomina la marca estatal Proton, motivo de orgullo nacional.
Gran parte de este desarrollo está concentrado en la capital y su entorno, donde se encuentran los proyectos más emblemáticos como las Torres Petronas, Putrajaya, Ciberjaya o el moderno Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur, que forman el llamado Super Corredor Multimedia de 50 kilómetros.
Las Torres Gemelas de las Petronas fueron construidas entre 1992 y 1998, donde antes existía un hipódromo, y con sus 452 metros de altura y 88 pisos, estuvieron consideradas las edificaciones más altas del mundo hasta hace seis años.
Junto con la Torre de Telecomunicaciones de Kuala Lumpur, de 421 metros de altura, las Petronas se han convertido en el símbolo de la modernidad de Malasia, y en el "monumento" más visitado por los malasios y los turistas.
En un paraje donde crecía la selva, nació Putrajaya a mediados de los noventa a fin de albergar la sede del Gobierno y los principales ministerios en modernos edificios de estilo árabe, mientras que Ciberjaya, llamada la "Silicon Valley" asiática, es hoy un extenso parque tecnológico donde están ubicadas grandes compañías como Microsoft, Siemens o Shell.
El Gobierno trata ahora de trasladar el desarrollo a las áreas rurales con proyectos como el Corredor del Norte, que convertirá la turística isla de Penang en un centro asiático de comunicaciones aéreas y marítimas.
Así, está previsto que en tres años, Penang disponga del puente más largo del Sudeste Asiático, con 24 kilómetros de recorrido sobre el mar.
Por otro lado, un oleoducto de 310 kilómetros atravesará los estados rurales del norte hacia 2016 para transportar cada día, del este al oeste de la península de Malaca, seis millones de barriles de petróleo.
EFE