La plenaria de la Cumbre Iberoamericana arrancó ayer, sábado, en República Dominicana con la crisis alimentaria como punto destacado de la agenda y llamados por un sistema financiero “más justo” con el que hacer frente a las secuelas de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania.
El presidente anfitrión, Luis Abinader, abrió los debates de este encuentro, que antecede a la reunión entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), que se celebrará el 17 y 18 de julio en Bélgica.
“Si no nos unimos habremos perdido la oportunidad de obtener algún beneficio concreto para nuestros países”, expresó el mandatario.
Jefes de Estado y de Gobierno de 13 países participan en el debate en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores en Santo Domingo.
La declaración conjunta incluye “una ‘ruta crítica de seguridad alimentaria, incluyente y sostenible en Iberoamérica’, una ‘carta medioambiental iberoamericana’, que contribuya a proteger nuestro hábitat y océanos; y la ‘carta iberoamericana de principios y derechos en entornos digitales’, para garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales en el marco de la transformación digital”, según un comunicado de la organización.
América Latina enfrenta un año difícil, con proyecciones de crecimiento menores a 2%. El costo de una dieta saludable en la región es el más caro del mundo: 3,89 dólares diarios por persona, inaccesible para 22,5% de la población, según Naciones Unidas.
“Hemos sido testigos de un sensible retroceso en la seguridad alimentaria en nuestra región”, señaló Abinader. “Personas que habían mejorado sus niveles de alimentación han vuelto a sentir hambre”. Un aspecto central será además el acceso a financiamiento para países pobres.
El encuentro cuenta con el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell. Su presencia es significativa porque es la primera vez que este cargo comunitario participa en ella y lo hace a pocos meses de que, el 1 de julio, España asuma la presidencia de la UE hasta el 31 de diciembre.
“La competencia estratégica entre Estados Unidos y China, la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y el auge del llamado ‘Sur Global’ conducen al mundo hacia una multipolaridad desordenada e inestable. No es una invitación al aislamiento, sino una oportunidad para reforzar nuestra cooperación”, escribió en una columna previa a la cita.
El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, sostuvo reuniones bilaterales con Borrell y el presidente argentino, Alberto Fernández, y con el ecuatoriano, Guillermo Lasso.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, presente en la cumbre, afirmó que “por primera vez en mucho tiempo” las Naciones Unidas y los distintos bancos internacionales de crédito “empiezan a entender y a compartir que los procesos amigables y sostenibles tienen su valoración económica”. Asimismo celebró que los jóvenes de distintos países abracen las causas nacionales y que crean en la actividad política como un instrumento válido.
La organización, que hizo el viernes la ceremonia inaugural, anunció por sorpresa la participación del presidente venezolano, Nicolás Maduro, pero el mandatario anunció luego que no podía viajar por dar positivo en el test covid.
América Latina ha experimentado en los últimos años un viraje a la izquierda en países como Argentina, Chile, Colombia y Brasil, lo que mejoró el panorama internacional para Maduro, a medida que en el ámbito nacional la oposición perdía fuerza con el fracaso de su ofensiva para desplazarlo del poder con apoyo de Estados Unidos. Ecuador, Paraguay, España, entre otros países, aún se niegan a darle reconocimiento formal
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, y el nicaragüense, Daniel Ortega, ambos criticados por su creciente autoritarismo y acusados de violaciones de los derechos humanos, enviaron a su vicepresidente y su canciller, respectivamente.
UE - Mercosur
El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, trasladó al presidente de Argentina, Alberto Fernández, su intención de intentar acelerar durante la presidencia semestral española de la UE el acuerdo entre Europa y Mercosur.
Argentina preside en la actualidad el Mercosur, y por ello fuentes españolas destacan la relevancia del encuentro de Sánchez con Fernández y en el que participó Borrell.
En el encuentro, en el que también intervinieron el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, Santiago Cafiero, y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares, se revisaron algunos temas aún pendientes del acuerdo, indicaron fuentes de la Presidencia argentina.
En concreto, Fernández planteó las nuevas dificultades para las exportaciones de los países que conforman el bloque hacia la Unión Europea, por lo que ambas partes se manifestaron a favor de continuar trabajando para encontrar una solución conjunta, según las mismas fuentes.
Fernández advirtió también que la globalización está en crisis e instó a los países iberoamericanos a unirse para hacer frente a los desafíos comunes y formular una nueva relación con los centros del capital financiero. Asimismo deseó que el efecto dominó de la crisis económica de 2008 no se repita ahora al señalar que el mundo vive sometido a la concentración financiera y el juego especulativo. “Al sistema financiero internacional no hay que socorrerlo más”, sentenció al considerar que “el mundo central” no puede seguir postergando a las periferias a las decadencias.
Fernández también criticó un escenario internacional caracterizado por “elevados e insostenibles niveles de endeudamiento que condiciona el crecimiento de nuestros países”. “Las tasas y sobrecargos que el Fondo Monetario Internacional (FMI) impone a países endeudados resultan abusivos. Esta realidad colisiona con esa arquitectura financiera internacional que antes ya cuestioné”, dijo. Así, abogó por “por facilitar el acceso crediticio”.
En ese sentido, exhortó a vincular las cadenas regionales de valores e identificar nuevas cadenas de suministros.
En tanto, el presidente de Chile, Gabriel Boric, denunció la “dictadura” del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega; y de su vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo.
En su intervención, se refirió al retiro de la nacionalidad nicaragüense a decenas de opositores de Ortega “que parecería no saber que la patria se lleva en el alma y en la sangre y no se quita por decreto”.
Mencionó en concreto los casos de los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli y la histórica exguerrillera Dora María Téllez. “Hoy vemos en el mundo entero riesgos y amenazas que acechan a la democracia que tanto costado a la democracia y frente a ello debemos responder con más democracia, no con menos”, apuntó Boric.
El presidente chileno se refirió a temas comunes en la región como la migración, el narcotráfico, el medioambiente, la igualdad de género y la regularización del capitalismo financiero. La cuestión de la migración “constituye quizás uno de los más grandes desafíos regionales”, por lo que su abordaje debe ser en conjunto.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, aseguró que el desafío de Iberoamérica “es hacer una buena política que esté al servicio para la paz”, al igual que es también “compromiso de todos” la lucha contra la corrupción y el respeto a las decisiones judiciales para “evitar la impunidad”.
Lamentó que en Ecuador, la oposición política tenga “perturbaciones de sectores que realizan ataques sistemáticos a las instituciones democráticas, como juicios políticos viciados, llenos de anomalías y acompañados de intentos de desestabilización”.
“No hay oposición política, hay una depredación política que sólo busca llegar al poder a costa de la desestabilización del otro”, aseveró Lasso, quien citó al papa Francisco para remarcar que la política es “un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre”.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, demandó construir una paz global y como primer paso propuso poner fin a los bloqueos económicos contra Cuba, Nicaragua y Venezuela. Advirtió que “el mundo de hoy sufre una fuerte sacudida por el inevitable cambio de la unipolaridad a la multipolaridad”.
Por su parte, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, condenó la decisión del Gobierno de Daniel Ortega de retirar la nacionalidad a 94 opositores nicaragüenses, entre ellos al escritor Sergio Ramírez, “que perdió también sus propiedades”. “Estoy seguro de que muchos de ellos son más nicaragüenses que quienes tomaron la decisión de retirarles la nacionalidad”, aseguró.
El presidente paraguayo reconoció la oportunidad que representa la próxima presidencia española de la Unión Europea en el segundo semestre del año, “que ha generado altas expectativas a nuestra relación”.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, pidió que Latinoamérica tenga una integración real y no de discurso, al tiempo que llamó a la unión de los países en torno a las energías limpias para luchar contra la crisis climática. “La integración es más retórica que otra cosa, la integración europea es concreta, la integración de América del Norte es concreta, concretísima, la integración latinoamericana es discursiva”, dijo Petro. En esa dirección, dijo uno de los filones que puede ser un lazo de integración es el de las “energías limpias”.
Otros mandatarios también se pronunciaron a favor de la unión regional.
CON INFORMACIÓN DE AFP Y EFE